Me encontraba en la casa de los padres de Jero pues hoy era navidad, nuestras familias se habían reunido para celebrar todos juntos. Hacía dos semanas que había pasado su fiesta de graduación y me había enterado lo de su hijo. Aún habían algunos interrogantes, pero iba a esperar a Jero todo lo que fuese posible para que me contara.
Con Vero nos encontrábamos haciendo galletas al horno cuando Ella pareció por la puerta de la cocina.
-Maga. -Me llamó Ella, me giré sobre mis pies y fui hasta donde estaba ella.
-Dime Ella.
-Ven quiero hablar contigo de algo. -Dijo entrelazando su brazo con el mío y guiándonos hasta el despacho.
Ella cerró la puerta y luego tomamos asiento.
-Bien, creo que sabes para que te traje aquí ¿no?
-¿Noelia? -Tiré al azar.
-Tiene que ver con ella. Se que el que debería estar contándote esto es mi hijo, pero se que lo va a entender.
-¿Qué sucede? Es que no entiendo.
-Mira, Mi hijo y ella hace cinco años atrás tuvieron una relación.
-Se que es su ex.
-Bien. Al principio, cuando la conocimos, nos pareció que era una buena chica, pero con el correr del tiempo nos dimos cuenta de que estábamos equivocados.
-¿Como? -pregunto.
-Jero en el lapso de un año, cambió mucho estando a su lado, comenzó con pequeñas cosas, por ejemplo empezó a llamar y a venir cada tanto, alegaba que tenía que estudiar o metía cualquier excusa. Si lo llamábamos nosotros o queríamos ir, alegaba que salía o ella nos decía que él no se encontraba, en una palabra se empezó a alejar de nosotros, hasta que un día no supimos más de él. -Ni en un millón de años habría acertado que Jero era así.
-Un día nos llegó un aviso de la universidad de que le habían cortado la beca por bajo rendimiento académico, si bien nosotros tenemos los medios para solventar todos sus gastos, él quiso hacerlo totalmente por su cuenta sin depender de nosotros. Cuestión, que volvimos a intentar ponernos en contacto con él para pedirle una explicación, pero como siempre no pudimos, así que decidimos ir hasta donde vivía él. Cuando llegamos, nos encontramos a un Jerónimo totalmente distinto al de hoy, había pasado de ser el chico aplicado a un chico que ni siquiera quería ver a sus padres. Cuando le dijimos lo de la beca comenzó a dar excusa tras excusa, pero nosotros sabíamos que la culpable de que haya abandonado prácticamente la carrera era Noelia.
-¿Ella le prohibió que estudiara?
-Es que ella es muy celosa, le hacía problemas cada vez que iba a cursar, por eso él ya no iba y debido a eso perdió la beca universitaria.
-No lo puedo creer ¿y cómo siguió haciendo con el alquiler? Por que tengo entendido que él alquila.
-Pues, al no tener la beca con la cual pagaba sus cosas, se vio en la obligación de volver a casa, pero lo hizo con Noelia, en ese momento llevaban dos años de relación. Cuando volvió, de a poco volvió a ser el que era, retomó sus estudios y volvió a aplicar a una nueva beca, con el tiempo se comenzó a dar cuenta de lo que había perdido por seguirle el juego. Cuando intentó dejarla, ella alegó que estaba embarazada de él. Él por supuesto se hizo cargo, pero no descuidó sus estudios aún así sabiendo que a ella le molestaba.
-¿No se daba cuenta de que él lo hacía para el futuro de los tres?
-Es lo que todos le dijimos, pero a ella no le importó.
-¿Qué pasó con el bebé?
-Púes su relación se comenzó a deteriorar hasta que un día lo amenazó con abortar si él no volvía con ella, naturalmente ningún la creyó posible hasta que un día llegó Jero en estado de ebriedad diciendo que ella se lo había quitado.
-¿Qué hizo qué? -pregunto sin dar crédito a lo que oigo.
-Como él no volvió con ella, Noelia pagó para que se lo quitaran, abortó.
El escuchar aquello hizo que derramara un par de lágrimas, no me imaginaba cuanto dolor habría pasado Jero. Ahora entiendo por que estuvo desde un principio a mi lado, el quería que mi bebé tuviese un padre así fuese del corazón. Era una forma de redimir lo que había pasado con su propio hijo.
Luego de que Ella me contara un poco más de la historia de Jero, ambas nos pusimos de pie.
-Gracias por aparecer en la vida de Jero, él ha vuelto a ser el de antes desde que están juntos.
-La verdad es que lo que siento por él va más allá de simplemente quererlo.
-Se nota que ambos lo hacen. -Soltó la madre con una sonrisa.
Después de que ambas terminamos de conversar, salimos del despacho y nos reunimos con los demás.
Apenas entramos en la sala, lo primero que hice fue abrazar a mi novio.
-Gracias por todo lo que hiciste por mí y mi bebé.
Al verlo puedo notar su cara de confusión, pero al ver a su madre entendió de lo que hablaba.
-¿Te contó todo?
-Si, ahora entiendo muchas cosas.
-¡Regalos! -Exclamó Guz estirando los brazos hacia Jero para que lo alce, él y mi hermanito se habían hecho muy cercanos.
Nos acercamos al árbol de navidad y comenzamos a abrir los regalos uno a uno.
-Este último es especial. -Dijo jero entregándome un pequeño paquete.
-¿Qué es? -pregunté tomándolo entre mis manos.
-Abrelo.
Le saqué el envoltorio y resultó se una caja de terciopelo azul. Dentro contenía un anillo de oro con incrustaciones.
-¿Estas...? -pregunté en un susurro casi inaudible.
-No, no es lo que piensas, era de mi abuela materna, quiero que lo conserves.
-Es... Es hermoso. -Digo sonriendo y abrazándolo.
-Te amo Maga.
-Te amo Jero.
Luego de que me lo colocara todos comenzaron a aplaudir.