Un papá para mi bebé.

Extra (PARTE 1).

Toma, lleváselo a Jero. Digo extendiéndole uno de sus regalos de navidad.

-Toma Jero. De parte de mami y mío. -Dijo mi hija de cinco años extendiéndole la sorpresa.

-Oh, gracias Kim. -Dijo al abrirlo su cara era de sorpresa total, dentro de la pequeña caja había un babero.

-Felicidades. -Digo acercándome a él- Vas a ser papá.

Emocionado me tomó en sus brazos y me levantó como si no pesara nada.

-Gracias amor, me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo.

-¿Qué pasa mami? ¿Por qué lloras?

-Pues por que tú mami va a tener un hermanito. -Dijo Jero poniéndose a su altura con una sonrisa enorme.

-Yupi, voy a tener un hermanito, voy a tener un hermanito. -Cantaba feliz mientras saltaba.

La vida no podía sonrirme más, tenía mi hija la cual era mi princesa y un marido ejemplar, si, con Jero llevamos tres años de casados y ahora nos encontrábamos esperando un bebé.

En casa estábamos mi familia, la familia de Jero, Esteban y sus padre junto a sus abuelos y Mica que llevaba cuatro meses de embarazo.

En cuanto a Noelia, ya se había celebrado el juicio y le dieron veinticinco años de prisión sin posibilidad a libertad condicional, por lo que por un largo tiempo no tendría que preocuparme, mis amigas estaban todas casadas y formaron su propia familia.

Con Jero luego de recuperar a mi hija, nos mudamos a su casa y después de dos años en lo que terminé mi carrera y me recibí de abogada me propuso matrimonio a lo que respondí sumamente encantada que sí. Fue una gran boda, con todos los lujos, pues al poco tiempo me sumé al bufet que abrieron mis padres y estoy con bastantes casos.

En cuanto a mi padre, resultó que debió realizarse sesiones de quimioterapia, pues le habían descubierto que tenía principio de cáncer unos meses antes que reapareciera en nuestra vida. Hoy estoy agradecida con la vida ya que quedó libre, se sanó aunque cada tanto debe hacerse controles, de apoco le ha ido creciendo el pelo hasta volver a ser él completamente de nuevo. Mi madre y su esposa se llevan bien, es raro verlas juntas, pero me agrada. Guz ya tiene ocho años, es un hermoso niño lleno de bondad, a su sobrina la defiende de los más grandes cuando están juntos en el parque y son inseparables.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.