Un papá para navidad

Un papá en alquiler

Steven y Tayler Macbraiden son un par de mellizos de 7 años los cuales viven con su madre en la ciudad que nunca duerme "Nueva York" Brithany era una mujer de apenas 30 años que desde muy joven se dejó embaucar por un hombre que jamás la quiso de verdad solo estaba interesado en el brillante futuro que parecía tendría la joven chica con apenas 21 años esta joven ya tenía una carrera universitaria y era una candidata hacer una gerente importante en la empresa donde laboraba, pero todo eso se vio tronchado cuando por descuido de la joven según Scott ella quedó embarazada solo un año después de empezar la relación apenas estaban encaminando un futuro próspero cuando ya tenían en brazos no uno, sino dos bebes, para él saberse padre por partida doble fue un gran golpe a su libertad y sueños a largo plazo, lo que él llamaba un estorbo fue creciendo y mientras Brithany cuidaba sus bebes sin recibir la mínima ayuda por su pareja el nuevo padre gastaba los ahorros que tenían con varias mujeres, este afecto a tal punto su relación que para cuando los mellizos tenían 4 años el hombre salió para nunca volver.

Brithany sabía que esto tarde o temprano sucedería y agradecía que se fuera, pues eso le quitaba el estrés, ya el amor de juventud había muerto y solamente le quedaba el amor de madre y las ganas y deseo de salir adelante por sus pequeños hijos.

Después de unos meses al fin logro conseguir un empleo como asistente del CEO de una compañía de publicidad, el hombre era tan importante que ella también tenía un asistente, el cual era un chico gay que siempre la hacía reír.

  — Carino que harás en navidad, solo estamos a unos días —pregunto el chico de cabello con las puntas moradas.

— Yo no pienso hacer mucho, ya que los niños participaran en el festival navideño que será por toda una semana y finalizara el 25 de diciembre, donde se harán grande donaciones para niños con cáncer de varias instituciones — contesto la chica de grande ojos color miel.

— Perfecto te invito a mi casa y puedes traer los alienígenas que llamas niños — dijo en tono divertido según Roy el par de mellizos eran alienígenas porque no permitían que ningún hombre se acerque a su madre anhelando que su padre regresara, pero lo que ellos no sabían es que el hombre ahora estaba felizmente casado y había dicho no tener hijos y querer tener con la joven rica que ahora llamaba esposa Bri sabía que él jamás volvería y eso la hería profundamente, pues sus hijos aún guardaban esa esperanza y ella no era capaz de decepcionarlos.

...

 

Los mellizos estaban sentados en una banca en el patio de la primaria que asistían, Andrés era su unico amigo y este estaba a su lado, los tres merendaban mirando hacia los juegos impacientes por ir a jugar con los demás niños.

Tayler tenía una manzana verde, unas cuantas uvas, un paquete de galletas saladas y un jugo envasado.

Steven comía Fresas, una banaba, un emparedado de mantequilla de maní y un jugo envasado.

Ambos miraron su lonchera y se sonrieron compartiendo sus respetivos alimentos.

Al finalizar los tres chicos fueron hasta los juegos a disfrutar con sus compañeros, el salón de segundo grado tenía 18 estudiantes, 12 chicas y apenas 6 chicos, los otros tres no simpatizaban en los absolutos con el par de rubios de ojos miel, eran idénticos a su madre que no había duda que ella los tuvo, pero eso siempre hizo a Scott dudar de su paternidad a pesar de saber quien era aquella tímida joven que le había dado todo sin reservas.

  — Niños debemos estar preparados para el festival a final de la semana tendremos la típica foto familiar, así que todos deben estar muy bien arreglados e impecables — informo la maestra, los niños empezaron a murmurar sobre alguna cosa del festival; sin embargo, los mellizos solo bajaron la cabeza, prácticamente no sabían que era tener un padre y ya casi ni lo recordaban si no fuera por unas pocas fotos que su madre tiene de ellos junto a él.

  — Maestra, pero los Macbraiden no tienen padre y seguro nadie querrá hacerles el favor   — dijo unos niños de ojos azules y cabello castaños que los miro con suficiencia.

  — Si tenemos; sin embargo, él está trabajando — mencionó Steven, defendiéndose por ambos, Tayler era más metódico y únicamente hablaba si era necesario.

  — Claro que tenemos uno y estará en el festival es una promesa — manifestó Tayler muy seguro de sus palabras, su madre siempre hablaba de que Roy quería ganárselos y quizás él los ayude, este siempre decía que con dinero se podía alquilar hasta un marido así que ellos alquilarían un papá, un papá para navidad.

...

  — Me quieres decir cómo alquilaremos un papá si no conocemos a nadie — expreso preocupado Steven.

  — Recuerdas que Roy siempre dice que con dinero se puede alquilar cualquier cosa, pues buscaremos un papá en alquiler — dijo con bastante simpleza el menor por tres minutos.

— Y me podrías decir   ¿Dónde podríamos encontrar uno? — pregunto el mellizo mayor con gran confusión.

  — Recuerdas que mamá trabaja en una empresa donde publican cosa y las personas las ven, pues haremos un anuncio y de esta forma elegimos uno que sea ideal — respondió un Tayler sin una pizca de dudas, el otro lo miro incrédulo, pero no expresó nada.

...

Ya solo faltaban dos días para el primer día del festival y los pequeños no había encontrado la manera de poder ir a la empresa para poner su anuncio, los hermanos estaba muy nerviosos por el plan que habían armado, esperaban diera resultado, pues no tenían muchas opciones y ya tenían el tiempo en contra.

—Maestra, mi hermano tiene dolor de panza — menciona un asustado Steven, minutos después ambos estaban en auto con Roy al volante, su plan había sido sublimen y estaban seguros de que podrían lograr su objetivo.

Los niños apretaban con fuerza sus mochilas, en ella llevaban sus ahorros y también lo que hicieron vendiendo uno de sus videos juegos a un compañero de clases.




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