Capítulo:2
Me desperté con un dolor de cabeza terrible, en la suite de un hotel, sonreí al recordar todas las cosas que ocurrieron en la noche anterior.
—Artemis—pronuncié levantándome de la cama y mirando en el baño, pero ya no estaba. Tomé una ducha dando tiempo pues después de la noche que tuvimos esperaba al menos que intercambiáramos números de teléfono y por mi mente pasaba la vaga idea de que había ido por el desayuno o sabrá Dios que cosa. Que pensamientos tan ingenuos de mi parte y es que la verdad nunca había tenido relaciones sexuales con un desconocido ni con nadie. Quería llegar virgen al matrimonio y en dos años de relación nunca había tenido relaciones sexuales con mi novio y sin embargo no sé como diablos fui a entregar mi primera vez a un desconocido. Salí de la ducha y me vestí, entonces me percaté de que había una pequeña nota encima de la mesita de la habitación.
—Fue un gusto conocerte, he pasado la mejor noche de mi vida—leí y me quedé pensativa, era obvio que no iba a volver, no me engañó, nunca dijo que volvería, que diablos creí que porque había tenido sexo salvaje con él toda la noche iba a casarse conmigo y tendríamos una historia romántica como en las películas.
—Tonta—me dije a mí misma y me vestí ,tomé la nota que dejó y me marché de allí.
Seis semanas después:
Sentí que tocaron la puerta de mi habitación y acto seguido entró Elisa mi mejor amiga.
—Así que sigues sintiéndote mal—cuestionó caminando hacia donde estaba y sentándose a mi lado en mi cama.
—No sé que diablos comí, pero cada cosa que llevo a mi boca la vomito. —respondí con el rostro pálido.
—Si hubieras tenido una relación normal con Annier diría que estás embarazada—comentó pues ella sabía que nunca había tenido relaciones sexuales con nadie—amiga quién espera al matrimonio para tener sexo...
—Quería que fuera especial—murmuré.
—Igual, sea como sea es una preocupación menos.
—Elisa no tuve relaciones con Annier, pero ya tuve mi primera vez—mi amiga abre los ojos como platos y su boca también.
—No bromees así. Eso no te lo cree nadie.
—Recuerdas cuando fuimos a la discoteca—comento captando su atención—no me fui porque me aburrí, ese día se me acercó el hombre más apuesto que he conocido, parecía un actor de telenovelas, hablamos un rato y quería ir conmigo a un lugar más privado, pero cuando le dije que no, apareció allí Annier con su novia, me voltee y besé a Artemis...
—¿Artemis?
—Sí así se llama, pero ni siquiera dijo el apellido, en el hotel solo comentó que estaba en el país por negocios.
—¿Y no se protegieron?
—La primera vez sí, pero solo llevaba un preservativo y la segunda la tercera y la cuarta ...
—¿Y la cuarta? ¿Lo hicieron cuatro veces? —pregunta asombrada
—Sabes que no me gusta hablar de eso pero sí.
—Se pasaron la noche cogiendo sin protección y te asombraba estar embarazada ¿qué esperabas un celular nuevo? —dice burlándose.
—No es gracioso, estaba ebria y él también.
—¿¡Ebrio y te lo hizo 4 veces!?—exclama asombrada—¿Quién diablos es ese hombre?¿Entonces no recuerdas lo que pasó?
—¿Que no? , fue la mejor noche de mi vida. Ese hombre mi hizo sentir de solo besarlo cosas que jamás había sentido por nadie.
—Lo bueno es que puedes llamarlo si estás embarazada—comenta suspirando.
—Ni siquiera intercambiamos números—respondo y se tira hacia atrás en mi cama quedando acostada a mi lado y se golpea la frente—pero no nos adelantemos a los acontecimientos.
—Ahora mismo iré por un test, tengo que salir de dudas—respondió levantándose y saliendo de allí y como era de esperar efectivamente estaba embarazada. No volví a ver a Artemis, fui varias veces a la discoteca donde nos conocimos esperando encontrarlo de nuevo, me sentaba en la barra durante horas solo esperando que milagrosamente apareciera allí de nuevo cosa que nunca pasó. Oculté mi embarazo a mis padres durante los primeros 5 meses pues no quería que me presionaran para que me practicara una interrupción. Algo me decía que debía tener a este bebé y a pesar de las circunstancias desde que supe que estaba en mi vientre lo empecé a querer. Mi pequeño Santi no tenía papá, pero si tenía una madre dispuesta a enfrentarse a todo el mundo por él. Mis padres al enterarse tuvieron la reacción que esperaba, querían a toda costa que me deshiciera del bebé, que lo abortara o que me fuera lejos a tenerlo donde no estuvieran nuestros conocidos y luego lo diera en adopción, pero me negué rotundamente. Era mi hijo y yo iba a cuidar de él, como era de esperar las personas a mi alrededor opinaron mal de mí al nacer mi hijo, un hijo sin padre, sin embargo pocos se atrevieron a decirme algo de frente pues tengo un carácter bastante fuerte y quienes hicieron algún tipo de insinuación los puse en su lugar. Nunca he dejado que nadie me pisotee ni lo haré, además de que para ese entonces ya tenía 23 años y sufragaba mis propios gastos pues trabajaba junto a mi padre en su empresa. A Artemis no volví a verlo, eso sí aun cuando cerraba los ojos su rostro quedaba dibujado en mi memoria y estaba segura de que algún día la vida nos volvería a cruzar.
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Editado: 04.01.2024