Un papá para Santi

Capítulo: 4

—¿Y tu hijo? —preguntó Elisa mi amiga  mientras tomábamos una copa de vino en la terraza. 

—Se durmió hace un rato...¿Sabes algo? cada día que pasa se parece más a su padre... ¿Has visto sus ojos? Son iguales. 

—¿No lo has vuelto a ver? —cuestionó Elisa. 

—No, ni siquiera por accidente. Es como si la vida no hubiera querido juntarnos nunca más. Solo nos vimos una vez y en una sola vez me dejó embarazada y no he podido olvidarme de ese tipo—explica bebiendo de su copa y mirando hacia las estrellas pues la noche está bastante estrellada. 

—Igual si lo vieras ¿lo reconocerías después de tanto tiempo? 

—No lo sé, quizás haya cambiado, pero no te imaginas cuantas noches he soñado con él. Si pudiera por una vez tener lo que quiero, desearía volvérmelo a encontrar y enseñarle a su hijo. Santi se merece conocer a su papá. 

—Perdona que te lo diga, pero yo creo que deberías pasar página y olvidar a ese hombre, después de todo solo estuvieron juntos una vez, ni siquiera sabes si está vivo o no. Deberías dejar de esperar que regrese, él no va a volver. 

—No lo estoy esperando —respondí mirándola con seriedad. 

—Sonia eres mi mejor amiga, pero te has cerrado a los sentimientos, no sales con nadie, no sales a divertirte, solo te dedicas a trabajar y a tu hijo, deberías darte una oportunidad en el amor. 

—Estoy bien así, y si estoy sola no es porque esté esperando por Artemis es solo—pronuncié suspirando—porque nunca nadie me ha besado como él lo hizo, nunca nadie me ha hecho sentir como él me hizo sentir. 

—He y ¿crees que yo me enamoro perdidamente de todos los hombres con los que salgo? , no—se autorrespondió—pero al menos no estoy sola—negué con la cabeza y sonreí ante sus palabras y opté por el silencio porque era mi mejor amiga y si le decía lo que pensaba de eso que acababa de decirme iba a terminar llorando. 
********************* 
Estoy  en mi habitación acostada y Santi está acostado en mi regazo mientras le leo un cuento antes de dormir tocan la puerta.

—Adelanté—respondí pues solo estaba junta. 

—Necesito tu ayuda. —dijo mi hermano exaltado. 

—¿Qué sucede? —pregunté sorprendida sentándome en la cama y el pequeño hace lo mismo y ambos lo miramos con curiosidad. 

—Necesito 5 millones de dólares—soltó de a golpe y  enarqué ambas cejas quedando absolutamente sorprendida. Qué habrá hecho mi hermano para necesitar esa cantidad tan exagerada de dinero, la verdad incluso me había asustado al escucharlo. 

—¿Qué hiciste Jhan? ¿Estuviste apostando? ¿Estás en problemas? —le reclamé poniéndome de pie y sujetándolo por los hombros, tiempo antes Jhan había estado apostando en las carreras ilegales de autos, pero hasta donde sabía había dejado esa vida. 

—No, es para pagárselos a papá.—respondió
—¿A papá? —cuestioné más sorprendida aún. 

—Recuerdas que papá me prestó el dinero para pagar el rescate por el secuestro de Alicia —explicó, Alicia es la chica con la que mi hermano se casó hace poco y estuvo secuestrada, creí que mi padre le había dado ese dinero pues se trataba de la mujer de mi hermano, de su hijo, su heredero—Resulta que me hizo firmar un préstamo el cuál decía que debía pagarle el dinero con 5 años de trabajo o de entregárselo en dinero pagarle el 20 por ciento cada mes de esos cinco millones... 

—Que hijo de su madre—respondí cubriéndome los labios al ver que el pequeño me miraba. La verdad el sueño de mi hermano era ser actor, pero ahora que había conseguido el papel protagónico en una película importante mi padre lo presionaba para que continuara con el negocio familiar, la verdad que consideraba el sueño de mi hermano una tontería, algo ridículo y siempre encontraba una forma de sabotearlo —no digas eso nunca cariño, es que mamá se alteró un poco. No tengo esa cantidad. 

—Lo imaginaba, no sé que haré. 

—Pero tengo 500 mil dólares en el banco y podría vender un collar muy caro que tengo y algunas joyas, quizás con eso pueda llegar a un millón—respondí pensando en qué podía hacer para ayudarlo. 

—Venderé mis autos y las joyas que tengo. Igual faltarían como 3 millones de dólares. —agregó y lo abracé, sabía que en ese momento me necesitaba. 

—No te desesperes, no es que papá te vaya a matar por eso. —dije intentando hacer que se calmara 

—Pero justo ahora que iba a cumplir mis sueños y tenía un papel importante en una película, se viene todo abajo, es la única buena oportunidad que he tenido en mi vida de ser quien realmente quiero ser, de lograr mis sueños frustrados. —respondió con tristeza. 

—Intenta hacer ambas cosas a la vez. Al menos hasta que consigamos el dinero. —sugerí acariciando su rostro. 

—Pero cómo, mañana tenía una reunión importante como actor y papá le confirmó una reunión importante a un magnate petrolero y estará fuera del país. No puedo dividirme en dos. Voy a renunciar a la película, creo que ya no tengo más alternativas. 

—Noo—exclamé—como vas a renunciar a tus sueños ante el primer inconveniente. Yo iré por ti a esa reunión. 

—¿En serio lo harás? —cuestionó entusiasmado. 

—Por supuesto. Además he trabajado en la empresa de nuestro padre tanto tiempo como tú. Y sabes que amo vestirme de gala y fingir ser una mujer empoderada—agregué sonriendo. 

—¿Fingir? Eres una mujer fuerte y empoderada y te adoro—dijo abrazándome—no sé que haría sin ti hermanita—agrego y Santi sale corriendo de la cama y se abraza de mis piernas. 

—Tampoco sé que haría sin ti campeón—pronunció mi hermano  agachándose frente a él y abrazándolo. 

—También te quiero mucho—dijo el pequeño haciéndome sonreír. La verdad yo si amaba mi trabajo en la empresa de mi padre y me encantaban ese tipo de eventos. 

—¿Y cómo se llama nuestro futuro socio? 

—Es un magnate petrolero, no sé que trato va a ofrecernos, pero viniendo de él cualquier proyecto incluye mucho dinero, el tipo es un haz en los negocios, no tiene un proyecto que no lo haya hecho mucho más rico de lo que ya es. Tan solo trabajar con él sería una promoción inmensa a nuestro negocio en toda la región pues este hombre es bien renombrado entre los grandes, se llama Artemis Londek—

—¿Artemis Londek? —cuestioné tragando en seco. De tan solo escuchar ese nombre se me aceleraba el corazón. 

—¿Lo conoces? 

—No—dije quedándome pensativa. Vamos Sonia reacciona, hay miles de hombres con ese nombre, me dije mentalmente y me quedé pensando en que Elisa tenía razón debía dejar de pensar en el papá de Santi o de lo contrario iba a enloquecer, pero de todas formas no evité sentir curiosidad por el sujeto del que hablaba mi hermano, rico, inteligente y con ese nombre: Artemis, Artemis Londek. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.