Un Papá Rebelde.

Capítulo 12.

Al abrir mis ojos sentí como todo me daba vueltas, me incorporé poco a poco y me di cuenta que estaba en mi habitación. Miré a Valentina dormida quien apoyaba su cabeza sobre sus brazos a los pies de la cama.

Lleve mi mano a la zona donde había sido lastimado, llevaba un vendaje alrededor de esta. Bajé de la cama causando que Valentina despertara mirándome con sus ojos lleno de preocupación.

Entonces pensé que demonios se le cruzó por la cabeza en ir a ese lugar.

¿Cómo es que supo en donde estaba?

Ella se levanta dejándome ver su blusa manchada de sangre, apenas se acerca la tomo de la muñeca.

—¿Cómo supiste en donde estaba?―Pregunté con la voz débil.

"Debe estar asustada..."

—Eso...―Hizo una pausa.—Eso lo podemos hablar luego, tus padres están aquí.

¿Mis padres?

Solté de su muñeca apenas siento una horrible punzada en mi cabeza, mi madre debe estar vuelta loca con esto pero lo que necesito ahora es escuchar una maldita explicación.

—Valentina.―Insistí.―Dame una maldita explicación...―Fui interrumpido apenas la puerta de la habitación se abre dejándome ver a mis padres entrar.

De inmediato mi madre se acerca para abrazarme y deposita un largo beso en m frente, sus ojos estaban hinchados y rojos.

Había llorado por mi culpa...

—¿Cuánto tiempo más seguirás dándonos problemas, Cameron?―Preguntó mi padre con rabia, mi madre le mira con reproche.—No puedo creer que sigas comportándote como chiquillo rebelde.

—¡Suficiente!―Exclamó mi madre.—Lo importante aquí es que nuestro hijo está bien.―Murmuró, di un gran suspiro.

Mi madre siempre estaba para defenderme de mi padre y eso ha provocado tantas discusiones entre ellos.

—Señor y señora Wells.―Habló la castaña.—Podrían dejarme a solas con su hijo, por favor.

Mi padre no dudo en salir de la habitación, por otro lado mi madre le entregó a Valentina una blusa limpia para que se cambiara y antes de salir me vuelve a dar un beso en la frente.

Supongo que después de este accidente mi papá estará encima de mí pidiendo que demandé al que me ataco y no podré decirle quien es.

Si se entera que es familiar de Eric hará lo posible para hundirlo con tal de no arruinar más "su imagen" y que no hablen de mí.

—Ahora habla.―Inquirí, la castaña se quitó la blusa dejando a la vista su vientre un tanto crecido, se colocó la blusa que mi madre le había dado y se sentó a los pies de la cama sin siquiera mirarme.—¿Me seguiste?

—No.—Contestó, alcé una ceja.—Sólo que yo...―Se quedó callada.

—¿Sólo que?―El dolor me estaba matando.―¿Para qué? No sabes el riesgo que hubieras corrido si ese imbécil te hubiera llegado hacer algo.―Dije exaltado, porque es así como me siento.

"Pero el que salió herido fuiste tú..."

Por fortuna y no ella.

—Iba en camino al departamento de Jonathan.―Comenzó.—Y cuando pase por el taxi cerca de ese lugar logré ver tu auto y tuve un mal presentimiento.―La miré, ¿iba a ver a ese idiota?—Y pues ya ves todo lo que sucedió...―Bajó la voz.

—No lo vuelvas hacer.―Advertí.―No necesito que te preocupes de mí, no lo necesito Valentina ¿entiendes?―Repetí molesto.

No perdonaría jamás si ese hijo de puta le llegara hacer algo a ella...no podría.

"¿Cameron Wells preocupado?"

—¡Pero lo estaba Cameron!—Gritó, levantándose de golpe.—No sabes la maldita angustia que sentí al verte desangrándote.—Soltó con la voz afectada que supuse que eran por los nervios.—Llegue a imaginar lo peor...

Mi corazón se sintió extraño, muy extraño.

―Vete.―Ordené, terminaremos discutiendo y lo menos que quiero ahora es otro dolor de cabeza porque el que ya tengo me es más que suficiente.

Valentina presiono sus labios.—Tienes razón, no tendría por qué preocuparme si tú ni siquiera lo has hecho por nosotros.

Dicho eso ella salé de mi habitación y a los pocos segundos mi madre entra junto al médico de alta confianza de la familia quien rápidamente comienza a explicarme lo que paso.

Me dio las indicaciones que debo seguir al momento de curar la herida. Mi padre se había ido hace un buen rato y la única quien se quedó conmigo como siempre es mi mamá.

"Valentina también, no lo olvides."

Esa chica, me estas volviendo loco.

Mientras mi madre iba a preparar algo para comer aproveché en darme un baño de agua fría, no podía quitar de mi mente el rostro de Valentina llena de miedo, me sentí mal por haberla corrido.

Me coloqué algo mas cómodo y mi madre entra sosteniendo en sus manos una bandeja con comida, la deja sobre la pequeña mesa de centro de la habitación esperando a que me siente y coma algo.

—Valentina acaba de salir.—Avisó, estaba a punto de sentarme.




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