Un Papá Rebelde.

Capítulo 19.

Cameron.

 

Al terminar mi encuentro con Mery me vine de inmediato a casa de Elías donde supuestamente habría una junta de nuestro círculo de amigos pero al parecer se había divulgado de que el chico este haría algo, no me sorprende, Elías aparte de ser un buen DJ hacia muy buenas fiestas así que ahora habían mas de cuarenta personas bailando, bebiendo y fumando marihuana como locos.

Me tomó la segunda lata de cerveza y lo tiro al basurero, la música estaba bastante fuerte y así que decidí salir de aquí a tomar un poco de aire pero me detuve al encontrarme a Eric bajando de las escaleras junto a una chica tomados de las manos.

--¿Ya te vas?―Me pregunta, mis ojos se desviaron a la chica por un momento.

Eric no suele acostarse con la misma chica dos veces, pero ahora que lo reuerdo ha salido mas de una vez con ella.

Supongo que se gustan”.

--No, iré a fumarme un cigarro al balcón.—Le informe, este me da una palmadita en el hombro diciéndome bien nos vemos en un rato y ambos pasan por mi lado dirigiéndose a quien sabe dónde.

Subo hasta a la segunda plata y avancé hasta al balcón, agradecí que no había nadie. Saco un cigarro de la cajetilla y lo llevo a mi boca para encenderlo, me inclino un poco hacia adelante apoyando mis codos a las barandas del balcón. Me dedique a mirar a las personas que estaban bailando y unas dos chicas me pedían que bajara con ellas pero me negué.

Necesitaba estar solo un momento, ni siquiera estando con Mery pude olvidarme de toda esa mierda con lo de mi padre y mucho menos, mucho menos deje de pensar en ella.

Cierro mis ojos por un momento recordando una noche que Valentina y yo discutimos, sus hermosos ojos derramando lágrimas por mi culpa, ya no quiero seguir lastimándola, no quiero y lo que me dijo después de ello hizo que todos mis pensamientos cambiaran.

“Quiero que solo tu tome mi mano y me de las fuerzas en el día en que nuestro hijo nazca…”

Esas palabras retumban en mi cabeza, puede que sienta miedo ahora porque un bebé es mucha responsabilidad, admito que al principio me comporte como un idiota con ella y la trate de la peor manera pero el tiempo en que llevamos viviendo juntos logré conocerla un poco más pero aun así siempre acaba haciéndola llorar.

Yo quiero cambiar, realmente quiero ser un buen papá para mi hijo y que se sienta orgulloso de mi en el día de mañana.

Salgo de mis pensamientos al momento en que alguien se detiene justo a mi lado y me arrebata mi cigarrillo de la mano.

Me le quedé mirando a la chica que llevo el cigarro a su boca, ella exhaló el humo y se voltea a mirarme con una sonrisa.

--Tiempo sin vernos, Cameron.—Dice, guiándome un ojo y me devuelve mi cigarro.

Alzo la comisura de mis labios al darme cuenta quien era la chica que se atrevió arruinar mi momento de soledad.

--Sofía.—La miro esta vez y ella sonríe.—Creí que estabas en España.—Le doy una última calada al cigarro y lo apago.

--Vine a resolver algunos asuntitos.—Se da la vuelta y se sienta en una de las sillas de la terraza.—Por cierto felicidades, nunca imagine que Cameron Wells iba  convertirse en padre.—Ella se ríe.—Y era lo que menos deseabas, recuerdo que me dijiste que nunca querías tener hijos.

Créeme que yo tampoco esperaba esto pero ya me hice la idea.

--También lo recuerdo.—Dije.—Pero en pocos meses mi hijo va a estar conmigo y voy cambiar por el, porque al final ese niño será mi mundo, será todo para mi.—Su expresión de burla desaparece.

--Me sorprende escucharte, pero lo que más me sorprende es que de tantas mujeres con las que te has acostado, una si logro amarrarte.—Suelto una risa sin ninguna pizca de diversión.—Pero lo más divertido es que Valentina vaya a ser la mamá de tu pequeño hijo, esa chica fue realmente inteligente.—Vuelve a reír.

--No hables de Valentina como si la conocieras, Sofía.—Le advertí, ella se cruza de brazos alzando una de sus cejas.

--La conozco, recuerda que es la mejor amiga de mi ex novio.—Me da una sonrisa de medio lado.—Bueno no sé si tan amigos ahora.

Esta vez la mire con el ceño fruncido sin entender a qué se refiere con lo último, ella noto mi cara de confusión y se levanta dando un paso hacia a mi.

--¿A qué te refieres con eso de que no tan amigos?—Le pregunté un tanto serio.

--Lo digo porque esta tarde cuando me dirigía a buscar a Jonathan ¿Qué crees?—Mi mirada era fría.—Los vi a él y a ella besándose.—Finalizó.

Aprieto mis puños e intento controlar los malditos celos de tan sólo imaginar a ese idiota besar los labios de mi chica.

“¿Cómo dices que dijiste?

--No te has puesto a pensar que...—Sofía se para frente a mi y siento como una de sus manos se mete debajo de mi camiseta.—Ese bebé no es hijo tuyo y si de Jonathan, digo, Valentina no es muy santa que digamos.

Aparto su mano y le tomo del mentón, obligándola a que me mirara a la cara.

--No vuelvas a decir una estupidez como esa.—Le advierto.—Ese hijo es mío le guste a quien le guste y no voy a permitir que tu ni nadie hable mal de Valentina, ¿me oíste?—Noto la rabia en sus ojos y aleja mi mano de un manotazo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.