Un Papá Rebelde.

Capítulo 27.

Cameron.

Había tomado la decisión de volver a casa de mi padres por un tiempo ¿por qué? Porque quiero estar más cerca de mi hijo, mi madre era la más feliz de tenerme aquí en casa nuevamente. Se sentía extraño volver luego de tanto tiempo, si estoy debo respetar las reglas de esta casa y una de esas reglas es que esta prohibido fumar.

“Eso te servirá para que dejes un poco el cigarro…”

Supongo que si.

Han pasado varios días de mi ultima conversación con Valentina, digo ultima porque cada vez que iba a su casa para poder ver a mi hijo y también con la intención de hablar con ella estaba su madre presente.

Pero debo confesar que he notado que ha estado muy extraña conmigo…

Acabo de llegar de casa de cas de Eric, me pidió que nos viéramos porque quería pedirme ayuda ya que con la chica con la que estaba saliendo quería pedirle ser algo más que amigos, pero él sabe que yo no soy el indicado para hablar de ello si he actuado como una mierda con todas las chicas en especialmente con Valentina.

Aunque Eric ya hace bastante tiempo de que dejo de involucrarse con distintas mujeres, supongo que por fin se ha enamorado y realmente quiere a esa chica.

Al entrar a casa me encuentro justamente con mi padre salir de su oficina junto con algunos clientes de su trabajo, me acerco a ellos y extiendo mi mano de manera de saludo.

—Señores, les quiero presentar a mi hijo Cameron—Siento la mano de mi padre sobre mi hombro.

—Buenas tardes señores.—Estrecho mi mano con las de ellos.—Un placer en conocerlos.

Siento como mi papá me da un leve apretón en mi hombro, debe estar un poco sorprendido de tanta caballerosidad de mi parte, recuerdo cuando niño y veía algunos clientes o compañeros de trabajo de mi padre yo siempre me comportaba de mala manera e insolente pero ya no soy un niño y claramente debo comportarme y darle un buen ejemplo a mi hijo en el futuro.

—Esperamos algún día verte en la cabeza de la empresa, Cameron.—Finjo una sonrisa y puedo sentir la mirada de mi padre.

No puedo verme en un futuro trabajando en esa empresa que es tan importante para mi familia, tengo demasiados primos y yo que más de uno quiere ser la cabeza de ese lugar pero mi abuelo espera que yo lo sea ya que mi padre es su hijo mayor y por ende quiere que yo sea como él.

Pero no esta en mis planes trabajar horas y horas sentando en una oficina, no gracias.

—Señores me esperan un momento.—Los dos hombres desconocidos para mi me dan una sonrisa y sigo a mi padre hasta su oficina.

Me pide cerrar la puerta y eso hago, toma la botella de whisky para servir un poco en dos vasos y me extiende uno y yo no dudo en tomarlo.

—¿Pasa algo?—Le pregunté.

—Las puertas de la empresa van a estar siempre abiertas para ti.—Dice, le doy un sorbo al whisky y dejo el vaso sobre la pequeña mesita.—No lo dudes.

—Gracias papá, pero sabes que no me interesa…—Me interrumpe y se acerca mi sin antes de darle un largo sorbo a su whisky.

—Puede que ahora no te interese, pero tienes un hijo ahora y necesitas dinero para correr con sus gastos y también para los tuyos ¿no?

Bajo la mirada por un momento, cuando Christopher nació mis padres dejaron de darme dinero aunque mi madre a veces igual me daba a escondidas de él pero sé que tiene razón. He trabajado duro y me ha costado demasiado ganarme ese sueldo que al final la mitad es para mi hijo.

Mi padre de todas maneras me costeaba la bencina del auto y eso se lo agradecía, era un peso menos para mi.

—Tienes razón.—Mi padre deja el vaso ya vacío sobre la mesita.

—Tenlo en mente, hijo.—Al oír esa última palabra siento un apretón en mi pecho, esta vez me llamo de esa mera sin ninguna pizca de molestia.

—Lo haré.—Asiente con la cabeza.—Bueno, ahora debo ir a buscar a Christopher.

Sin añadir nada más salgo de su oficina y voy en busca de mi mochila. Mis abuelos como regalo por el nacimiento de su bisnieto me regalaron un asiento de bebé para el auto.

Otro peso menos ¿no?”

Si…

Hoy traeré a mi hijo conmigo, será la primera vez que estaremos los dos juntos aunque sea por unas cuantas horas.

 

Valentina.

Termino de empacar en el maletín de Christopher su cuarta mamadera con leche materna, unos cuantos pañales y por ultimo ropa limpia por si mi pequeño se llega a pasar a la hora de hacer popo.




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