A Rigo y Jorge.
Nunca pensé hablarles con las mismas palabras a ambos.
Creo que voy a empezar con Roberto. Nunca había visto un verdadero hombre como tú. Tan fuerte, tan valiente y siempre listo para regalar sonrisas aunque a ti te esté cornando un toro y es lo que más aprecio de ti.
Nunca había imaginado conocer a un hombre que no tuviera una masculinidad frágil y que le diera verguenza llorar.
Nunca imaginé que tras esa personalidad, vendría un precioso ser humano. Muy travieso, juguetón, grosero y llevado, pero eso fue lo que me hizo ser tu amiga y llegar a tomarte cariño en 20 minutos depués de hablar.
Gracias por abrazarme en esos momentos en los que no sabía si estaba perdida o no lograba encontrar mis ganas de seguir. Nuestros corazones tan similares por una u otra razón, gracias por ser mi amigo.
Sin embargo a Jaime, no tengo mucho que pueda decir que no le haya dicho alguna otra vez, siempre me hacías reír con tus cosas, me tratste siempre como si fuera tu hermanita y me defendiste en cosas que no te parecían. Realmente hay muchos recuerdos en los que no estuve presente, pero realmente te agradezco que me contemples para platicarme tus experiencias y burradas.
Y a los dos, muchas gracias por consderarme como uno más.