MANUEL

Manuel era un joven un poco tímido, gallardo y muy guapo, de expresivos ojos negros, alto delgado, con cabello negro como la noche que contrarrestada con su delicada piel morena, de finos labios y suaves facciones.

Lo que le daba un aire de seduccion y conquistador.

Nada lejos de la realidad.

Manuel era fiel a sus sentimientos y en este momento pertenecían a Lucía.

Cosa que no estaba bien pues ella era una pequeña de apenas once años y el todo un joven de veinte y cinco años.

Aunque la diferencia de edad no era tan relativa pues se trataba de catorce años solamente, pero en sus circustancias si lo era y mucho.

Los sentimientos hacia ella lo hacían alejarse de todo y todos y así evitar confundir a la pequeña Lucía.

Sin saber que ella iba desarrollando los mismoss sentimientos hacia el.

Con un corazón inmenso, lleno de alegría y amor para con los demas especialmente sus padres.

Era un chico introvertido, no sabia que hacer con respecto a sus sentimientos y a Lucía.

No quería dañar a la chica, ni alentar esperanzas e ilusiones que en ese momento no se iban a dar.

Acudió al consejo de su madre la única persona que le escucharía sin emitir juicios y que le entendería todo lo que diria en absoluta confidencialidad.

El consejo que recibió de su madre era que se alejarse un tiempo y haci aclaramente sus sentimientos y pensamientos con respecto a ella.

Manuel decidió viajar a la capital y allí estudiar Administración de negocios con el fin de ayudar a su padre en el negocio familiar.

Una pequeña constructora que se hacía camipno entre tanta multinacional. El sabía que su padre estaba cansado y que deseaba retirarse.

Estudio mucho por un tiempo hasta graduarse como el mejor de su generación.

Esto le daba un sin fin de posibilidades laborales tanto dentro como fuera del país.

Su hermana menor se hizo cargo de la compañía familiar dándole a su padre su merecido descanso y a él la opción de elegir su futuro.

De pronto recordó a Lucía aquella pequeña vecina que lo enamoro con dulzura y cariño.

Los recuerdos agolparon su pensamiento por un rato, pero no se atrevió a preguntar por ella.

Pensaba que en este momento debería ser una jovencita muy hermosa.

Se quedo en este pensamiento por un rato mas.

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