Un pequeño error

Capítulo 2: La venganza que quiero

Alec

Cuando escucho la puerta cerrarse abro los ojos, al fin se ha ido, salgo de esa cama lo más rápido que puedo y comienzo a vestirme, mis planes han salido mejor de lo que pensaba, no sabía que iba a ser tan fácil, pero hay algo que no cuadra en todo esto, por qué ella dijo que no, salió huyendo y se emborrachó? No tengo ni idea, pero un buen motivo tuvo y a mí me vino de maravilla, una vez que estoy listo salgo de esa habitación mirando mi reloj, todo va saliendo de maravilla y ahora solo me queda esperar a ver que ella hará. Al llegar a mi casa voy directo a mi habitación, necesito quitarme de encima el olor a ella y a sexo que traigo, apesto y quiero que el agua se lleve eso, principalmente su olor, pero todo es por una buena causa, mi venganza empezó ayer y no voy a parar hasta ver a toda esa familia destruida así como hicieron con la mía.

—Señor —no miro a Antoni cuando entra, es el encargado de mi seguridad y un buen amigo, sigo arreglando mi cabello —aún no entendemos qué pudo pasar —respiro hondo.

—Ya da igual, de todas formas las cosas salieron y —lo miro —mejor que lo que teníamos planeado —agrego pensando, la idea era interrumpir esa boda y raptar a la novia, pero no, la misma novia cayó en mis brazos como regalo del cielo rogando casi por sexo, tengo que reír al pensar en eso.

—¿Y ahora? ¿Cuál es el siguiente paso? 

—Esperar Antoni, esperar —lo miro —tendremos un pequeño descanso, quiero ver antes lo que ella hará.

—¿Y los planes? 

—Cambiarán, tengo mejores ideas luego de lo sucedido —sonrío caminando hacia la puerta —solo debemos esperar a ver que paso da Megan, eso sí, mantenla vigilada, quiero saber cada cosa que haga.

—¿Cree que vuelva con su ex? —suspiro al abrir una puerta

—Eso espero Antoni —entro a la habitación dejándolo a él fuera y voy hacia ella, la pequeña de 5 meses que duerme muy tranquila en su cuna, sonrío embobado, cada día se parece más a su madre y eso me alegra, ella era bella, perfecta, no me importará tener una linda copia de mi amada corriendo por mi casa, las ganas de tomarla en mis brazos son fuertes, pero me aguanto, no voy a interrumpirle su sueño, el cual debe ser bonito por los gestos que hace.

Detrás de una familia amante de la moda, se esconde la peor escoria del universo, personas que usan su dinero para dañar a otros, personas que solo buscan su bienestar y que salen en público haciéndose los perfectos cuando en realidad están de mierda hasta el cuello, mis padres no eran muy distintos, yo no soy tampoco tan distinto, admito que heredé los negocios de mi padre así como sus enemigos, los Jones, esos son nuestros peores enemigos, cada miembro de su familia odia a cada miembro de la mía y viceversa, una guerra que lleva años, muchos años, una que yo quería acabar porque nunca me han gustado los negocios de mi familia, pero ahora ya no puedo salir de ella, no sin antes conseguir la venganza que quiero porque solo así estaré feliz, ellos acabaron con todo lo que yo tenía, yo quitare cada cosa de su mano, poco a poco, uno a uno, todos van a caer y una de ellos me ayudará en eso, Megan Jones, la hija menor, la principal heredera de todo, la favorita de sus padres, ¿qué mayor venganza que esa? 

★★★

Megan

Ya hace dos días de la estupidez que hice y aun eso no sale de mi cabeza, ¿se puede ser más tonta? Como se me ocurre tener sexo con él, no lo reconocí, eso es claro, hace generaciones que nuestras familias se odian a muerte, no sé por qué empezó todo, pero así es, su apellido en mi casa está prohibido, mi padre lo aborrece y ahora yo voy y me lo tiro, no recuerdo nada, pero es claro que lo hice, aún no puedo sentarme bien sin sentir dolor en todos lados. Respiro hondo y miro mi teléfono

El pobre Esteban es abandonado en el altar.

Megan Jones huye sin importarle nada.

Novia a la fuga, al parecer nuestra chica ha visto muchas películas. 

Esteban llora en el altar. 

Ruedo los ojos leyendo los titulares en Internet junto a las fotos mías cuando salí corriendo, sigo pasando.

Virginia manda todo a la mierda, así lo hizo saber.

Ese si me causa gracia y sonrío, dejo mi teléfono de lado, todos están flipando mientras yo permanezco escondida en mi hotel sin poder salir de mi habitación por causa de todos los reporteros, ¿Pobre Esteban? Ja, ellos no saben nada, seguro tuvo que echar limón en sus ojos para llorar frente a todos, ridículo.

El timbre suena y voy hacia la puerta, sé bien ya quien está llamando, así que solo abro, la dejo entrar y cierro rápido.

—¡Por Dios! —exclama mi secretaria —casi me dejan sin cabeza allá fuera todos esos periodistas —ríe —creo que me llevaron la mitad de mi cabello —vuelve a reír, pero deja de hacerlo al verme seria, luego suelto una carcajada que la deja estupefacta, claro, jamás he reído así frente a nadie, pero es que en verdad, tiene horrible el cabello, parece que salió de una lavadora, ella ríe entonces sin parar.

—Perdón —digo aun sin poder dejar de reír —pero de verdad, pagaré el arreglo del cabello —la chica asiente sonriendo, voy hacia mi cama y me siento sobre esta —¿trajiste lo que pedí? —pregunto ahora un poco más seria, asiente, eficaz como siempre.

—Si, señorita, todo está aquí —me entrega una carpeta, la dejo a mi lado —Lamento lo ocurrido.

—No lo lamentes, seré feliz.

—No lo parece —suspiro, tiene razón —perdón.

—Deja de pedir perdón Leticia —la miro —dime, ¿si fueras a morir mañana que harías hoy? —se impresiona por mi pregunta, aunque más porque esté hablando con ella.

—Pues iría con el amor de mi vida, me declararía y le haría el amor aunque tuviera que violarlo —yo río, no tengo esa clase de amor

—¿Y si no amas a nadie? —ella suspira pensativa

—Pues iría a una fiesta, me emborracharía, bailaría como loca y me follaría al primero que me invitara un trago —enarco una ceja, no sabía que mi secretaria y yo pensáramos tan parecido, fue justo lo que hice aunque nadie me invitó a un trago, yo misma lo hice y tampoco bailé.




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