Un pequeño error

Capítulo 8: El barco

Megan

Al entrar a la habitación una vez más están las rosas aquí, ya no me molesto en buscar a los guardias, simplemente miro estas y suspiro, voy hacia el último ramo, ese que siempre está sobre mi cama y que tiene la nota, un simple felicidades por la boda resalta y arrugo el papel, Alec está jugando conmigo, esa es la única explicación, pero ¿por qué se toma tantas molestias? Me siento en la cama y paso una mano por mi vientre, aún no me hago la idea de que seré madre y en todo el día no he dejado de pensar en ello, aunque sé que es un error seguir adelante con el embarazo, no puedo interrumpir este, seré mamá aunque el problema real será cuando este embarazo se note y Esteban se de cuenta de ello, no tendré sexo con este así que sabrá que el hijo es de otro, me acuesto en la cama mirando el techo, ¿por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Por qué cometí tantos errores cuando pensaba que iba a morir?

Despierto temprano y tomando mi bolso salgo de la habitación, aun mi pie duele, pero ya no voy a usar más las muletas aunque luego deba ponerme hielo todos los días, al salir del ascensor voy directo hacia mi auto y saludo a Leo que abre mi puerta.

—¿A dónde vamos, señorita? —cuestiona cuando sube y sonrío

—Al hospital —él me mira confundido —tengo una consulta —asiente y respiro hondo mirando por la ventanilla.

—Gracias por aceptar verme —le digo al doctor que me atiende, este sonríe

—Nunca le niego nada a una Jones, tu familia es quien mantiene este hospital a flote señorita —él sonríe

—Dime Megan y por favor, no quiero que nadie se entere —él asiente mirando mis ojos.

—No se preocupe —yo me acuesto en la camilla mirando el techo —bueno Megan, comencemos —cierro mis ojos cuando esparce el gel por mi vientre y segundos después comienza con la ecografía, miro al doctor que no dice nada y los nervios me atacan —dices que hiciste un test de embarazo ¿verdad? 

—Así es —sonrío un poco —¿se equivocó? ¿No estoy embarazada? —cuestiono rápido pero él continúa mirando el monitor

—Dos semanas apenas —me sonríe y aunque estaba algo preparada quedo un poco sin palabras —ese es el tiempo de este pequeño Megan —me mira sonriendo, yo asiento cuando él se aleja y limpio mi vientre para luego acomodar mi ropa, sigo algo consternada cuando bajo de la camilla —no pareces feliz —lo miro —tienes poco tiempo, podrías

—Quiero tenerlo —las palabras salen de mi boca sin pensar, el doctor solo asiente

—Bien, te daré entonces algunas indicaciones y vitaminas que debes tomar.

—Gracias doctor —sonrío un poco, ya está confirmado, seré madre, no lo esperaba, no estaba en mis planes, pero aquí está y seguiré adelante, ahora me alegro más que nunca de no tener tres meses de vida, tengo toda una vida para cuidar de mi bebé.

Leticia habla sin parar mientras mi mente está en otro sitio, no sé lo que dice, no le presto atención, jamás pensé en tener hijos, sabía que el momento pasaría, pero no pensaba en ello, no sé que hacer, ¿debería ya comprar algo o debo esperar a saber su sexo? Siendo sinceros prefiero una niña, una pequeña linda que se parezca a mí, más que nada lo prefiero porque no quiero que se parezca a su padre, ese que jamás sabrá nada, solo yo sabré quien es el padre de mi bebé.

—Señorita —miro a Leticia —no me está escuchando

—Perdóname —sonrío —es que estoy en una nube Leticia —suspiro

—¿Es por su embarazo? Ayer estaba mal pero hoy estás distinta

—Estuve pensando —digo moviendo mi silla —y la idea no es tan mala, si ignoro a su padre y a mi familia, pues no, no es mala —río mirándola —eso sí, no digas nada

—No se preocupe —ella sonríe un poco dejando de mirarme —pero le hablaba de un posible cliente que quiere cenar con usted

—Ah —la miro prestándole atención esta vez —¿quién? 

—Fabián Matías —alzo una ceja

—No sé quién es Leti —ladeo el rostro, ella suspira

—Es dueño de una pequeña casa de moda, quiere que usted sea quien diseñe una colección para él, te dará más detalles en la cena —Leticia se queda mirando mis ojos

—¿Por qué no viene a la empresa?

—Sabe que usted ha hecho esto antes, que usted va a ver a sus clientes, por eso quiere ese trato especial y puede pagar bien —ella se acomoda en su silla

—¿Estás nerviosa? —niega rápido y miro mi agenda

—¿Cuándo quiere verme? 

—Esta noche —la miro rápido, ella se encoge de hombros y aunque no quiero hacerlo sé que es una buena oportunidad para la empresa, por lo que asiento

—Le veré —Leticia asiente —que mande el lugar y la hora —ella sale rápido de la oficina y cuando Esteban entra bufo.

Bajo del auto algo sorprendida, ya sabía a donde venía, pero el lugar está precioso, todo está muy iluminado y con algo de nervios camino hacia el muelle mirando todos los barcos que hay aquí, ¡Dios! Nunca he subido a uno y eso estaba en mi lista, algo que quería hacer antes de morir, pero ya que viviré muchos años más, ya no tengo tan claro el querer subir a uno de estos.

—¿Megan Jones? —volteo rápido para ver a un señor con un traje elegante

—¿Es usted Fabián Matías? —él sonríe

—No, pero mi jefe la espera, sígame —comienza a andar, miro hacia todos lados, pero luego lo sigo, tengo miedo, todo es muy raro y cuando el señor se detiene frente a un bote alzo una ceja —suba —él sube y me extiende su mano, la cual tomo y con cuidado subo a este, rápido me siento y él ríe

—¿A dónde iremos? 

—El barco —responde cuando enciende el motor de este, yo miro hacia el frente en donde entonces veo el enorme barco que hay a una pequeña distancia, es hermoso e inmenso que deja mi boca seca y cuando nos acercamos más a este más imponente se ve.

Una vez que mis pies tocan el suelo de madera del barco sonrío mirando hacia el muelle, se ve pequeño desde aquí y me acerco a la baranda donde pongo mis manos en esta sintiendo la brisa que mueve mi cabello de un lado al otro, miro hacia el mar, este barco es enorme y estoy consternada, es precioso y ni siquiera lo he visto completo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.