I
Había una vez un hombre llamado John que vivía en un pequeño pueblo en el bosque. John siempre había sido un hombre solitario y misterioso, y la gente del pueblo siempre había tenido miedo de él. Un día, John decidió abrir su casa a los niños del pueblo y les contó una historia aterradora que había escuchado de su abuelo.
La historia trataba sobre un espíritu maligno que vivía en el bosque y se alimentaba de la sangre de los niños. John les dijo que si alguna vez escuchaban un susurro en la noche, debían correr lo más rápido que pudieran a casa y cerrar las puertas y ventanas.
Los niños regresaron a sus casas asustados y les contaron a sus padres la historia de John. Pero los padres les dijeron que era solo un cuento de hadas y que no debían preocuparse. Sin embargo, esa noche, los niños escucharon un susurro en la oscuridad y corrieron a casa, cerraron las puertas y ventanas, y se escondieron debajo de sus camas.
A la mañana siguiente, los padres encontraron a varios niños desaparecidos y su sangre derramada por todas partes. El pueblo enteró se dio cuenta de que la historia de John era real y que el espíritu maligno del bosque había tomado a los niños.