Un plan perfecto (pintado en secretos)

Capitulo 2; Ella.

Quizás el precio por mantener callado a su amigo si que era alto. Porque a ver, Gabriel ya iba en su tercer rollo de canela y un capuccino grande que no duraría mucho. Y claro que no duró.

-Ian, eres guapo, tienes un trabajo estable y tu mejor amigo es aún más increíble, lo cual te hace ganar un millón de puntos extra si me lo preguntas a mi. El problema principal en ti es que eres muy quisquilloso con las personas. Así no vas a encontrar el amor.

De acuerdo, él sí tenía razón en ese punto. Ian era muy guapo, y claro que lo sabía. Media 1,80 de estatura, su cabello natural era castaño, pero el lo teñía de negro azulado por decision propia, hacia ejercicio seguido y sus ojos eran marrón oscuro pero no dejaban de tener su atractivo. Su personalidad era medianamente decente, ya que no interactuaba mucho al ahogarse en sus propios pensamientos constantemente, pero no le iba para nada mal.

¿Tenía pretendientes? Si, pero él sí era quisquilloso como lo describió su amigo, y en definitiva, no era de los que se guiaban por su instinto de atracción tan fácilmente. Quizás ese era el problema principal y en definitiva el más grave.

-Ya lo sé, pero tampoco puedo lanzarme al agua y salir con la primera persona que muestre interés en mí porque eso solo sería una tragedia, y terminarán llamándome un cretino de mal gusto solo por romper un corazón por impulso. -Ian robó la mitad del último rollo de canela de su amigo y le dio un mordisco al sentir frustración creciente, y antes de que Gabriel pudiera quejarse, él habló primero. -Yo lo pagué así que no intentes quejarte.

-Bien, no me quejaré. Pero te voy a seguir molestando hasta que mires las fotos de las amigas de mi hermana y me digas cual es más atractiva. -El chico sacó su celular de inmediato y abrió su cuenta de instagram para mostrarle fotos de varias chicas en el perfil de su hermana. -Hey, presta atención. La vida no te dará un giro dramático para encontrar a la persona ideal de la nada y que te enamores a primera vista.

-Lali te va a colgar vivo si se entera de que estás ofreciendo a sus amigas como si fuera perfil de tinder. -El pelinegro tomó el celular de su amigo para ver las fotos, y no podría negar que habían varias chicas bastante atractivas. -¿Estás seguro de que están solteras? Lali es muy linda, y sus amigas también lo son.

-¡Te lo dije! Y no se va a enojar si te lanzo al agua y le digo que te interesó alguna y que por eso le di tu número. -Gabriel no esperó mucho cuando ya estaba buscando los números de sus amigas. -Ella te ama, sabes que no va a enojarse si eres tu.

-Claro que va a enojarse, es obvio que tu estarás detrás de esto. Y no quiero escribirle a alguna chica de forma impulsiva solo porque tú estás cansado de que yo no tenga pareja. No soy tonto, es obvio que no me voy a enamorar a primera vista de alguna chica random que vea. -Ian iba a seguir, de no ser porque un perfume sutil a vainilla y canela lo hiciera voltear de forma disimulada a la persona que pasó a su lado.

Sintió que su corazón se detuvo, y los ojos de impulso mezclados con un brillo de intriga y emoción decían más mil palabras no escritas ni dichas verbalmente. Y ahí lo sintió, porque si escupes al cielo eventualmente te caerá la saliva en la cara, solo que algunas veces es mucho más rápido de lo que imaginamos.

Gabriel se sintió algo inquieto con su reacción, ya que jamás había visto tantas expresiones en el rostro de su mejor amigo, y todas las alertas de peligro en su cabeza empezaron a encenderse poco a poco. Siguió la mirada perdida de su amigo para tratar de entender qué exactamente le había llamado la atención, y puede ser que su reacción fuera más retardada de costumbre, ya que esto significaba peligro en letras rojas y en mayúscula.




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