ALGO LLAMADO AMOR ♥

"Todas mis dudas murieron el día que supe de tu existencia y el enorme giro que le diste a mi vida."
 

Desde un principio siempre supe que mi vida era miserable, las mismas rutinas una y otra vez, el ir y venir al cementerio estaban acabando con lo poco que tenía de vida -suspire- de todas formas ya no deseo vivir.

Las lágrimas siguen su curso a través de mis abultadas mejillas, ya no tengo la fuerza suficiente para poder detenerlas

Está bien si me insultas, incluso si eso no es suficiente, yo solo quiero escuchar tu voz por una vez más.

 

"Una suave melodía que me envuelve y me transporta hacía un mundo sin dolor"

 

Todo parece tan irreal, mientras en mi mente me preguntó, ¿Cómo es que puedo pensar tanto en tí?.

Ya pasó un año y yo aún sigo repitiéndome cada mañana, que esto desaparecerá después de que pase un tiempo.

Pero el tiempo me recuerda a tí

-Soy un tonto.- otro suspiró más.

-Lo sé.- murmuró Mingyu, tan alto para que el castaño lo escuchará.

-¿Quién eres tú? - preguntó,girando el rostro para encarar a la vil persona que osaba molestar su dolor.

-KIM MINGYU. -Respondió sin una pizca de nerviosismo.
Sonriendo cuan niño al ver pasar un enorme bote de helado.

Ahí es donde supe que te podías enamorar con solo una sonrisa.

Mingyu llegó a mi vida como una de las tantas estrellas que llegan a la tierra en invierno cuando el frío de la estación te recuerda lo solo que te encuentras.

Solo le bastó su única sonrisa y la amabilidad con la que me acosó tras el encuentro en el cementerio, para descubrir que era una de las personas más dulces del planeta, pero al igual que yo había perdido a su alma gemela en un abrir y cerrar de ojos.
El tiempo siguió su curso cual tic tac, segundo a segundo anunciando la primavera y con ella un nuevo comienzo.
El sostuvo mi mano y mi corazón para ser mi complemento, los días fueron tan cortos y los meses tan fugazes que pronto anunciaban la llegada de un nuevo integrante a nuestra vida.

Encima de mi mundo que está hecho de garabatos, pensé que un poco de color sería suficiente pero como siempre la desgracia, me arrebato mi felicidad al tener un cuerpo débil.

La noticia y la perdida fueron tan sublimes sentimientos que nos hundieron en ellos, sin permitirnos levantar y luchar nuevamente.

Nuestra unión se rompió.

El amor está marchándose, mis manos no pueden sostenerte, pero aún quiero hacerlo.

Como un tonto, estoy de pie aquí, sin comprender cómo es que todo fue tan fácil para tí.

Yo aún no olvidó tus besos de buenas noches o el despertar con toda la cobija hecha bolita por arrebatartela.

¿Quizás ese fue mi error?

Volví a enamorarme de las cosas que podías darme y que yo más necesitaba, pero ahora solo veo tu reflejo, el que se aleja de mi ser con desprecio.

-¿Sabés el bebé también era mío?- grité.

-Silencio.- Mingyu no respondió, pero pequeñas perlas salían de sus ojos.

Mingyu, tú y yo somos tan diferentes, pero en estos momentos cuando mis ojos se encuentran con los tuyos, sé que no hay preguntas, solo una línea infinita que encontramos para compartir un fragmento de nuestros corazones deshechos.
Desearía que no hubiera amor en tus ojos que me miran,Mingyu ya no llores- mencioné acariciando sus mejilla- Prefiero llorar yo, que verte a ti hacerlo,no quiero que te lastimes ni una sola vez más.

-MINGYU SE FELIZ- Fueron mis últimas palabras antes de devolver su corazón y soltar sus manos.

"Ninguno de los dos ya no nos pertenecemos"