Comencé a caminar y mientras más caminaba el paisaje cambiaba a mi alrededor, un cielo de un celeste tan claro ni una sola nube lo opacaba, había un césped tan verde y frondoso era una auténtica maravilla, un poco a lo lejos un árbol solitario se levantaba en la cima de una colina y ahí estaban los dos ángeles, él ángel de cabello dorado jugaba alrededor del árbol, mientras él ángel de cabello negro estaba volando cerca de la copa del árbol, con cada paso que daba podia sentir como mi cuerpo volvia a ser mio otra vez, sentia que otra vez estaba en mis popios zapatos, cuando llegue ala sima de la colina no habia rastro de la otra persona solo estaba yo, los ángeles no parecian verme pero cuando llegue a su lado dejaron de jugar y comenzaron a caminar entrando más profundo en el prado, mientras más caminabamos encontramos un prado lleno de flores de distintos colores muy vivos era todo tan hermoso y daba una sensacion de paz, solo los segui no se por cuanto tiempo caminamos pero en ningun momento me senti cansada, al final de lo que parecio una larga caminata llegamos hasta una construcción antigua un muro de piedra con una puerta pequeña de madera clara, la empuje y pase hacia un patio grande lleno de plantas y algunos arboles lo adornaban todo, a un costado habia un pilar alto, en el habia una imagen de una mujer joven a finales de sus veinte, tenia el cabello castaño claro y largo, semi recogido era de contextura delgada y alta, tenia los ojos verdes y en esa fotografia parecia estar feliz como si la hubieran tomado despues de haberse reido demaciado, era la primera vez que la veia, habia estado en su cuerpo, había visto su vida pero hasta ese momento no habia visto su rostro era una lastima que se ubiera ido tan joven, en la parte de abajo habia un grabado que decia ¨AMADA ESPOSA Y MADRE¨.
Más allá en medio del patio había una enorme casa, era muy extraña una mitad de la casa era tradicional con enormes ventanales y techo de tejos, pero el otro lado era una enorme tienda de juguetes con una pared de completa de cristal, no podía ver nada del interior de la casa pero sabía que ella estaba allí y no estaba sola podía escuchar risas que provenían de la casa y eran risas felices, todo estaba bien.
Una voz incorpórea dijo ¨le tomó siete años olvidarse de quién era, a Jenny Vermand¨ .
Esa mañana me desperté sobresaltada con un enorme nudo en la garganta , mis mejillas manchadas por las lágrimas y temblaba tanto que no podía sostener con firmeza el esfero que alcance para poder anotar la última frase del sueño, esa frase se repetían en mi cabeza una y otra vez, como si fuera algo muy importante y no debiera olvidarlo, me tomo un mes entero para no pensar en ese sueño antes de dormir y cinco meses más hasta casi logre olvidarlo, pero hace unas noches atrás volví a esa casa pero aunque estaba igual que la última vez ya no se oían risas, no se oía nada, de alguna forma sabía que no había nadie allí.
Una parte de mi cree más que solo fue un sueño que no fue más que eso un sueño, que fue por algo que vi o escuché durante el día mientras hacía mis cosas y que no puse atención y mi cerebro solo lo almaceno y lo desarrolle en un sueño muy vivido, pero otra parte de mi espera que no, que al igual que en esa película de Robin Williams ¨What Dreams May Come¨, Jenny Vermand también haya podido reencarnar y ser feliz porque merecía ser feliz.
Al escribir esto recuerdo todo lo que ella sintió y vivió y mi garganta se cierra y mis ojos se llenan de lágrimas, no se cuanto debe doler el despedirse de las personas que amamos, por las que lo daríamos todo.
Si es real o no ya no importa solo debo recordar aprovechar cada momento con las personas que amamos porque nuestro tiempo es limitado y no sabemos si los veremos en el más allá.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Esero que les guste este pequeño relato, nos vemos en otra historia.