Un profesor como regalo de Navidad [kaisoo]

Capítulo Ocho

Kyungsoo todavía trataba de verle sentido a la postura que tenía. Y por novena vez, no le encontraba lógica.

De nuevo su mente trató de razonar. Kai le había dicho que quería comer su postre. Hasta ahí bien. Después le dijo que el postre era él y, bien, por cómo lo besó se podía decir que eso se calificaría como comerse a uno.

Pero, ¿en dónde entraba estar tumbado en la alfombra frente a la chimenea cubierto de chantilly en varias partes con frutas confitadas y dulces navideños? Porque eso era lo único que no entendía. Y por más que le preguntaba a Kai éste solo lo miraba con irritación y sus ojos lo mandaban callar.

―Listo. Ya está mi postre preparado ―dijo él levantándose y poniendo el plato en la mesa.

Recorrió con la mirada toda su obra y sonrió. ―Todo para mí.

―¿Y yo no cuento?

―¿Quieres comer?

―Me pones cosas tentadoras... ―acusó él. Se había dado cuenta que él miraba la fruta confitada de manera diferente a los otros alimentos.

Se puso de rodillas y lamió un poco de chantilly del vientre de él provocando que se arqueara. Se incorporó un poco para mirarlo a la cara.

―No te muevas o se caerá todo.

―No es fácil... ―gruñó él.

―Tendrás tu recompensa.

Kai volvió a bajar la cabeza para lamerle el chantilly del cuello y cogió con los dientes una de las frutas confitadas. Se acercó con ella a los labios de Kyungsoo y le acarició el contorno dejándole con el dulce sabor, pero sin darle aún el premio.

―¿Lo quieres?

―Si... ―contestó con una voz más grave signo de su excitación.

―Abre la boca.

Él así lo hizo y él metió lentamente esa pieza de fruta como si de otra cosa se tratara. Unió los labios con los de ella mientras deslizaba por su boca la fruta ayudándose de su lengua. La sentía masticar mientras él se retiraba. Finalmente tragó y apartó sus labios.

―¿Más?

―Si es como esta, sin dudarlo ―dijo con diversión.

Kai se rió por ese comentario, pero se dedicó a degustar él primero ese postre tan rico que le esperaba tumbado sobre su alfombra.

Siguió lamiéndole el chantilly por entre sus pechos y después lamió el contorno inferior del pecho derecho y fue dándole vueltas mientras él temblaba debajo. Hizo lo mismo con el izquierdo. Iba comiendo el chantilly, las frutas y los dulces que encontraba, pero no dejaba que él volviera a probar. Era su placer.

Cuando llegó a los pezones, donde había untado una capa de sirope de fresa, lamió y succionó con fuerza hasta que consiguió que los mismos se tornaran de ese color sin necesidad del sirope.

Cogió otra de las frutas del vientre y se acercó a su boca para dársela de la misma forma mientras él gemía en su boca por tal placer.

―¿Quieres más fruta?

―Sí, por favor.

Kai le sonrió de forma enigmática.

―¿Y te gustaría chantilly?

―Sí...

Se levantó y fue a por el bote de chantilly. Cuando lo cogió se puso delante de él y se quitó los pantalones y sus boxers. La camisa se la había quitado ya antes de empezar con esa degustación. Ahora estaba completamente desnudo y Kyungsoo lo observaba con deseo. Sus ojos iban de su pene a sus ojos, como si pensara que no podía ser. De estrechas caderas, un vello negro protegía su parte más sensible, ahora elevada y lista para una sesión de placeres inimaginables. Era la primera vez que lo veía desnudo y no podía apartar la mirada de él.

Movió con fuerza el bote y esparció una pequeña cantidad de chantilly a lo largo de su pene. Se puso a horcajadas sobre él por encima del pecho y le acercó la cabeza de su miembro donde había dejado caer el chantilly.

―¿Esta es la fruta que me decías?

―Es una fruta especial ―contestó él siguiendo su humor.

―Hm... Supongo que tendré que probarla para saber si me gusta...

―Sí, Kyungsoo. Pruébala ―convino él moviéndola más cerca de él.

Kyungsoo se relamió los labios antes de sacar la lengua y tentarle con ella a la vez que le robaba el chantilly mezclado con algo de presemen.

―Parece bueno.

―No lo sabrás hasta que la pruebes bien ―replicó él mientras acechaba su boca con el pene. ―Abre esa boca y te daré un gran pedazo para que la degustes.

―Añadió y se echó chantilly a lo largo de su falo.

Él abrió la boca y, cuando sintió la cabeza de su pene penetrándolo en la boca, fue abriendo más para abarcar todo lo que podía. La postura no era la más adecuada pero no quería moverse pues aún tenía chantilly y frutas en las piernas. Kai notó su malestar y se movió para coger uno de los cojines que había cerca y ponérselo en la nuca para que pudiera elevarse sin que tensara el cuerpo. Se echó hacia atrás un poco saliendo de su boca para ayudarlo a incorporarse y, cuando la posición mejoró, le cogió el mentón y metió su pene de una estocada hasta su garganta.



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En el texto hay: kpop, academico

Editado: 02.05.2022

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