Narra Brenda
- ¡Y la ganadora del primer concurso literario internacional es... Brenda Brown! - gritó el presentador con entusiasmo. La cámara se enfocó en mí en primer plano y solo pude sonreír mientras sonaba una música triunfante y comenzaban a caer globos, confetis y serpentinas del techo.
El presentador se acercó a mí y me preguntó:
- ¿Cómo se siente con esta victoria, señorita Brown? - Bajé la mirada y respondí tímidamente:
- Bien... Feliz. ¡No me esperaba esto!
De repente, el presentador se llevó la mano al oído derecho, donde tenía un pequeño dispositivo, y dijo:
- Me informan que le harán la entrega de su premio
Me felicitaron, me entregaron un cheque y un trofeo, y me tomaron fotos. Luego, el presentador cerró el programa con emoción:
- ¡Qué emoción! Gracias a todos por acompañarnos en este hermoso concurso literario. ¡Hasta la próxima!
La melodía de cierre comenzó a sonar y el programa llegó a su fin. Aún estaba en shock por haber ganado, pero me sentía emocionada y agradecida por la experiencia.
- Felicitaciones, cariño - dijo mi mamá abrazándome.
No supe qué decir, solo correspondí al abrazo.
- Felicitaciones, Brenda - dijo Alan, tomando mi mano.
No pude resistirme y le di un abrazo, él me correspondió. Nadie sospechaba nada, todos pensaban que era por la emoción del momento.
Luego, vi cómo los demás concursantes y profesores se acercaron a felicitarme y abrazarme.
Después, me llevaron a un lugar donde me hicieron una sesión de fotos primero sola, luego con mi profesor y mi mamá juntos y por separado, y con cada uno de mis compañeros del concurso.
- Bueno... Felicitaciones, señorita Brown - dijo el señor Escalante.
Nos entregaron una invitación a todos.
- Los espero a todos esta noche... organizaremos un baile - anunció.
Nos despedimos y todos salimos. Luego, mi mamá, Alan y yo fuimos al hotel, comimos algo, descansamos y después fuimos a comprar un vestido para el baile y al salón de belleza para prepararme.
Una vez que estuvimos listos, fuimos al baile. Me llevaron con los otros concursantes a la planta alta, donde nos presentaban uno por uno por orden alfabético. Pero a mí me presentaron al final.
- Y ahora, con ustedes... la ganadora, la señorita Brenda Brown - anunció el señor Escalante con entusiasmo.
Mi corazón latía con fuerza y sentía que todo mi cuerpo temblaba de emoción. Salí de la habitación con paso firme, pero mi mente estaba en un torbellino de pensamientos. No podía creer que había ganado el concurso, había trabajado tan duro para llegar hasta aquí, y ahora, finalmente, lo había logrado.
Mientras bajaba las escaleras, pude sentir las miradas de todos los presentes en mí. Los aplausos y vítores llenaban el salón y me daban la fuerza para seguir adelante.
Por un momento me detuve un momento para tomar aliento y mirar a mí alrededor todo parecía tan irreal, como si estuviera en un sueño. Pero la emoción que sentía era real como el aire que respiro.
Narra Brenda
Cuando escuché el anuncio del señor Escalante, levanté la mirada y ahí estaba ella, Brenda. Estaba en la escalera, luciendo hermosa en su vestido rosado largo e inflado, con una tiara en la cabeza y su cabello rizado. Nunca había visto tanta belleza en una sola mujer.
Vi cómo comenzó a bajar la escalera, escalón por escalón, y sentí cómo mi corazón comenzaba a latir cada vez más rápido. Me acerqué a la escalera con cautela y le ofrecí mi mano para ayudarla a bajar el último escalón. Brenda sonrió y tomó mi mano, y juntos bajamos hacia el último escalón.
Narra Brenda
Estando arriba en medio de la escalera, solo buscaba a Alan con la mirada, y cuando lo vi, no pude evitar sonreír. Ahí estaba, con un esmoquin y una corbata de moño, parecía un príncipe y me derretía verlo así.
Deseaba que se acercara a mí, y cuando comencé a bajar la escalera, vi cómo él se me acercaba con cautela. Y cuando llegué al anteúltimo escalón, él estaba ahí, y cuando me ofreció su mano, no pude borrar la sonrisa de mi rostro y tomé su mano.
Escuché cómo comenzó a sonar una música romántica, y escuché una voz en los altoparlantes que decía:
- Cuando quieran, pueden buscar una pareja de baile y dirigirse a la pista de baile
Alan me llevó hasta el centro de la pista de baile, se puso en frente de mí, me ofreció su mano y dijo:
- ¿Me concederías esta pieza? - sonriendo.
- Con mucho placer -dije tomando su mano.
Él puso sus manos en mi cintura y me apretó hacia él mientras comenzábamos a bailar al ritmo de la melodía. Yo puse mis brazos alrededor de su cuello y cerré los ojos, dejándome llevar por la música.
- Te ves hermosa, Brenda - susurró en mi oído, haciéndome estremecer. Apoyé mi cabeza en su hombro y seguí bailando, sintiéndome completamente a gusto en sus brazos.
Por un momento, todo lo demás desapareció. No había nadie más en el salón, solo él y yo. Me sentía tan bien que hundí mi rostro en su pecho y él acarició mi cabello. Levanté mi cabeza y le sonreí, y él me devolvió la sonrisa.
Lentamente, comenzó a acercarse a mi rostro, y mi corazón empezó a latir con fuerza. Sentía que me iba a ahogar con mi propio aire, y me ruboricé cuando él miró a mis ojos. Pero no importaba, porque en ese momento solo existíamos él y yo, bailando juntos en una burbuja de felicidad y amor.