Un Profesor Encantador

Capítulo 19: Decepción

Narra Brenda

 

Alan me rodeó con sus brazos, y me sentí tan segura con él que no quería que me soltara.

 

- Me dirás, ¿qué te pasa? - dijo sin dejar de abrazarme.

 

- Tengo problemas en casa - dije casi con lágrimas en los ojos.

 

- ¿Qué tipo de problemas? ¿Qué es lo que te tiene tan angustiada? - dijo acariciando mi cabello.

 

- Bueno... - dije tartamudeando nerviosa.

 

- Cuéntame - dijo, tomándome de las manos y tranquilizándome.

 

- Vi a mi padre en su oficina con una estudiante - dije llorando - temo que esto ocasione que mis padres se divorcien.

 

- Te entiendo el dolor que estás pasando... mis padres se divorciaron cuando era niño, pero ahora están juntos de nuevo - dijo.

 

- Pero si se divorcian... mi padre nos abandonará, mi madre no sabe lo que yo vi y no sé cómo actuar ¿entiendes?

 

- Hey, no te preocupes, no es para tanto - dijo sin importancia.

 

Me separé de él bruscamente.

 

- ¿No es para tanto? ¿De qué hablas, Alan?

 

- Bueno, tienes que entender que esos son sus problemas. Esto no es tu culpa, Brenda.

 

- Eso lo sé, pero me siento responsable.

 

- Ya va, no te preocupes más. Estos son problemas de adultos que no entenderías. Algún día te darás cuenta de que no es tu culpa.

 

En ese momento, reaccioné y dije:

 

- ¿Cómo puedes decir eso? ¡Es mi familia! ¡No puedo simplemente ignorar lo que vi y esperar que todo se arregle solo!

 

No pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta de que Alan me había llamado inmadura. Sus palabras resonaron en mi cabeza, haciéndome sentir incómoda y molesta.

 

- ¿Mm, me estás diciendo inmadura? - dije, molesta.

 

- No, yo no dije eso, pero con esa reacción es lo que estás demostrando - dijo Alan.

 

- Ok, Ok, tienes razón. Fue un error contarte mis problemas. Y sabes algo, quizás ahora deberías estar viendo películas con alguien más maduro - dije, enojada.

 

- Brenda, no hagamos de esto una discusión, ¿sí?

 

- Tienes razón - dije - No quiero pelear, así que mejor me voy. Nos vemos en la escuela, profesor.

 

Cada vez que me enojaba con él, le recalcaba la palabra "profesor".

 

- ¿Te vas? - dijo Alan.

 

- Ya me estoy yendo - tomé mi bolso y salí.

 

Cuando salí, no tardé en darme cuenta de que había cometido un error. Me había peleado con Alan por haberme llamado inmadura. Creo que había hecho un lío de algo pequeño. Quería arreglar las cosas, así que regresé al departamento de Alan. Pero cuando estaba por tocar, me llamó mi mamá.

 

- ¿Mamá? - dije, hablando por teléfono.

 

- Hija, ¿dónde estás? Ya es tarde - dijo preocupada.

 

- Ya estoy yendo para la casa.

 

- ¿Estás bien? - dijo preocupada - Te escucho rara.

 

- Estoy bien... ya voy para allá - dije y corté.

 

Me quedé mirando la puerta de Alan un momento, y luego me di la media vuelta y me fui del edificio. Llegué a mi casa y mis padres estaban esperándome.

 

- Hola, mamá, hola papá - dije, bajando la mirada.

 

Mi madre se levantó rápidamente del sillón, preocupada.

 

- Hija, ¿dónde estabas? - preguntó - Nunca llegas tan tarde.

 

- Estoy bien, mamá... solo estaba leyendo en el parque y me distraje - dije, evitando sus preguntas.

 

- Siento que te pasa algo... y parece que estuviste llorando - dijo, mirándome a los ojos.

 

- Estoy bien... no te preocupes, sabes que siempre me pongo sensible cuando leo - dije, evadiendo sus preguntas.

 

- Está bien - dijo, no muy convencida de mi respuesta - Te traeré tu cena.

 

Mi mamá salió y me quedé a solas con mi papá. Estaba molesta, pero acepté platicar con él. Me explicó que la estudiante solía acosarlo, que acosa a todos los maestros para tener buenas calificaciones, que mamá no sabía nada aún y me pidió tiempo para decírselo él. Sus palabras me confundían aún más.

 

Mi papá me abrazó y luego llegó mi mamá. Me quedé pensando en lo que dijo Alan: quizás sí estaba reaccionando como una niña inmadura. Y si mi padre decía la verdad y esa chica solo lo acosaba, él era quien debería decirle a mi mamá, no yo. Cené y me fui a dormir.

 

Al día siguiente, tenía que ir temprano a la escuela como de costumbre. Me desperté más temprano de lo usual, me bañé, busqué qué ponerme, terminé de cambiarme, tendí mi cama, limpié mi pieza y bajé para hacer el desayuno. Me fui a las 6:30 am como de costumbre.

 

Cuando salí a mi auto, me encontré con Ian que iba camino a la universidad, pero iba caminando.

 

- Hola Ian, ¿qué haces caminando? ¿Y tu auto? - dije besando su mejilla.

 

- Mi auto está en el taller... hoy me toca caminar - dijo sonriendo.

 

- Sube, te llevo - dije abriendo la puerta del copiloto.

 

Los dos subimos y nos fuimos.

 

- ¿Qué tal te va en la escuela? - preguntó Ian.

 

- Bien... tengo que ir por una solicitud de transferencia - dije.

 

- ¿Por qué? ¿A qué te cambiarás? - preguntó Ian.

 

- Dejaré Literatura y me cambiaré a Diseño Gráfico - dije sin titubeos.

 

- Mujer, estás loca, tú amas la Literatura... ¿Por qué? - preguntó Ian.

 

- Bueno, por cosas que algún día tendré el valor de explicar - dije.

 

- Está comprobado, no entiendo a las mujeres... te veo a la salida, Brenda - dijo Ian antes de bajarse del auto.

 

Una vez que conseguí la solicitud de transferencia de clases, tenía que enfrentar a Alan para pedirle que la firmara.




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