Narra Brenda
Confundida y enojada, no sabía qué hacer. Fui a un parque y me senté debajo de un árbol con ganas de llorar. Fue entonces cuando Anabela, mi nueva amiga o mejor dicho mi primera amiga, me encontró.
- ¿Te pasa algo? - preguntó preocupada.
- No me pasa nada - respondí cortante.
- Como que no, si estás llorando - dijo sentándose junto a mí.
- ¿Alguna vez te ha pasado que tienes un secreto que te hace feliz, pero que alguien empieza a sospechar y puede arruinar tu vida y la vida de alguien que quieres mucho si se enteran? - pregunté, tratando de explicarle mi situación.
- No, la verdad no - respondió abrazándome - Bueno, tampoco es que me haya enamorado de mi profesor.
- ¿Qué? - dije sorprendida.
- Lo sé desde que te cambiaste de clase... y se te nota el brillo en tus ojos cada vez que lo miras - dijo tomando mi mano.
- No... yo... como... - comencé a tartamudear sin llegar a ningún lado.
- Tranquila, no te preocupes. No voy a decir nada - dijo Anabela abrazándome.
- Bueno, se ve que tienes razón. Mis sentimientos son muy obvios porque Melody me lo acaba de insinuar - dije llorando.
- Tranquila, tranquila... No pasa nada si solo lo insinúa. No le van a creer si no tiene pruebas - trató de consolarme Anabela.
Al otro día, en la escuela, estaba en el receso hablando con Anabela cuando vi que Freeman venía caminando hacia nosotras. Él me vio y yo lo vi... nos vimos. Pero él notó que yo estaba con Anabela y se quería alejar.
- Ve con él, nos vemos después - dijo Anabela con una gran sonrisa.
Caminé un poco más rápido hacia donde estaba Alan.
- Qué gran sonrisa tienes - dijo él al verme.
- Así estoy cuando te veo. ¿Entramos al salón? - respondí, tratando de disimular mi nerviosismo.
Alan rozó mi mano con un poco de discreción.
En el salón
- Extraño tus besos - dijo él.
- Pero aquí no - le recordé.
- Ya lo sé, es solo que no sabes cuánto deseo tenerte en mis brazos - insistió él.
- ¿Mucho, mucho? - bromeé.
- Mucho, mucho, mucho. Te amo, novia mía - dijo Alan con una sonrisa.
- Estamos obsesionados con esto de llamarnos novios, ¿verdad? - reí.
- Es difícil superar algo así teniendo a alguien como tú - respondió él.
Quería besarlo ahí mismo, pero me detuve.
- Te besaría aquí mismo - dije sonriendo.
- Eso me encantaría
- Bueno, profesor, lo dejo para que reciba su clase
- Buen día, alumna
Salí del salón y fui a mis clases. Después de varias horas, la clase optativa se alargó y busqué a Anabela, pero ya había salido.
- La alumna preferida del profesor de Literatura ya se va, ¿no te acompañan, Brenda? - dijo Melody con una sonrisa maliciosa.
Decidí ignorarla y seguir caminando.
- ¿No me escuchaste? ¿Acaso el señor Freeman no te acompañará? - insistió.
Me quedé muda, pero decidí regresar y enfrentarla para evitar que siguiera armando escándalo.
- ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué no me dejas en paz? - dije enojada.
- ¿Cuál es el problema? Yo solo te hice una pregunta - respondió ella.
- Pues no entiendo a qué te refieres. Si tanto quieres saber del profesor, ve y pregúntaselo tú - repliqué.
- Pero yo sé que no voy a obtener una mejor respuesta como la que voy a obtener si tú se lo preguntas - dijo Melody con voz elevada.
- ¿Qué estás insinuando? - pregunté.
- ¡Por favor, Brenda! Deja de hacerte la víctima, deja de ser hipócrita, deja de mentir - dijo ella, cada vez más alterada.
- Insisto, no sé de qué hablas - traté de mantener la calma.
- A ver si esto refresca tu memoria - dijo Melody sacando su celular y poniendo una grabación donde Alan y yo estábamos hablando.
- Extraño tus besos
- Pero aquí no
- Ya lo sé, es solo que no sabes cuánto deseo tenerte en mis brazos
- ¿Mucho, mucho?
- Mucho, mucho, mucho. Te amo, novia mía
- Estamos obsesionados con esto de llamarnos novios, ¿verdad?
- Es difícil superar algo así teniendo a alguien como tú
Terminó la grabación y Melody puso una cara de triunfo. Me sentí atrapada, no sabía cómo negarlo.
- ¿Y... vas a seguir negándolo? - dijo Melody con sarcasmo.
- ¿Qué es lo que quieres? - acepté mi derrota.
- No mucho, de hecho... - dijo ella.
- Entonces... ¿Qué es lo que quieres que haga? - pregunté.
- Primero quiero preguntarte... ¿Cómo es que alguien como tú logró conquistar ese bombón? - dijo Melody con un tono odioso.
- ¿Por qué? ¿Estás celosa porque me eligió a mí y no a ti? - respondí con seguridad.
- La verdad, sí... Tú eres tan insignificante - dijo Melody con desprecio.
- ¿Qué quieres a cambio de que cierres la boca? - pregunté.
- Aléjate de él... aléjate de Alan - exigió Melody.
- ¿Y tú qué ganas con eso? - cuestioné.
- Bueno, de hecho, no gano mucho, más que hacerte sufrir y eso me divierte - dijo Melody con una sonrisa de bruja - Además, evitaría que él arruine su vida con una insignificante como tú
- Eres una perra - dije sin temor.
- Hey, no he terminado. No me ofendas, la que gana eres tú - dijo Melody.