Después de la muerte de mis padres, Mónica, sus padres y yo nos mudamos. Dejamos nuestra vieja casa en el barrio de East End, después de habitarla durante 35 años. Nuestro hijo menor, Mohammed, que tenía por entonces 19 años, se había ido a vivir con su novia por aparte, ahora que estudiaban en la misma universidad.
Ahora estamos viviendo una adultez madura de forma tranquila. Estamos felices por nuestra historia, que empezó a escribirse hace más de 40 años, y aún hoy, con menos páginas por delante que en un comienzo, nos quedan cosas por escribir juntos.
Te amo, Mónica. Gracias por todos estos años junto a ti.
Esta novela se terminó de escribir el 23 de mayo de 2013, justo el día en que Tyler cumplió 61 años