En el edificio central de la multinacional Angelical ubicado en la avenida principal, George Bursh el CEO de la firma desde hace más de 22 años, esta sentado en su puesto habitual de trabajo con sus dos manos sujetando su abundante cabellera gris. El simple hecho de pensar que hoy seria el ultimo dia que veria aquel lugar lo ha hecho regresar a este antiguo habito suyo que posee para liberar el estres; por alguna razon que desconoce la junta directiva ha decidido removerlo de su cargo y por si fuera poco lo han echado de la firma en el proceso. Muchos pensarian que un hombre con su basta experiencia en el negocio inmoviliario no tendria problemas en encontrar un puesto de trabajo similar en alguna de las empresas rivales de la industria, pero por alguna razon inexplicable en el momento en el cual mando su curriculum las demás compañias lo rechazaron rapidamente. Estaba atado de manos, por una politica interna de la empresa , que el mismo diseño, no recibiria su compensacion economica por ser despedido hasta entro de un año y medio, mientras que todos sus ahorros estaban invertidos en bonos del estado cupón cero intrasferibles que vencian dentro de diez años, tampoco podia pedir creditos, es decir, dentro de un año y medio no tendria dinero para costear sus gastos basicos ni mucho menos mantener el costoso estilo de vida de su familia. Nunca penso que llegaria el dia en el cual seria despedido, por un lado durante su rol de CEO la empresa habia crecido casi un 6000% en los ultimos diez años, entregando siempre resultados operacionales positivos. Por el otro extremo conocia a la mayoria de los grandes accionistas de la firma y tenia una buena relacion tanto personal como profesional con ellos, logrando tener casi al 68% de la participacion total de la compañia apoyandolo, no habia razon alguna para que lo echaran de esta manera
-Susan...- dijo el hombre con un tono ahogado a su secretaria, una mujer mayor de 50 años que lo habia acompañado en su trabajo desde hace más de 23 años
-digame señor...- pregunto la mujer con una mirada tierna, que facilmente podria ser confundida con la mirada de una mujer a su amante. Sino fuera por que ella era una mujer felizmente casada y George un hombre estrictamente religioso que respetaba los limites sagrados del matrimonio, casi como un credo; seguramente ella y él habrian terminado en la tipica aventura del jefe y su secretaria luego de tantos años trabajando juntos, pero ahora la unica forma en la cual ella podia mirarlo era como la de una madre que ve con tristeza como su hijo se tropezo, aun cuando él es dos años mayor que ella
-Dime por favor...¿en que me equivoque...?- pregunto el hombre sin entender aun la razón de su despido
....
Eleodoro veia con una mirada feroz a Bartolome, su mente de adolescente aun no podia entender la forma por la cual aquel chico pobre habia conseguido que despidieran a su padre; desde su punto de vista aquello era algo imposible de conseguir.
-¿¡que clase de sucio truco usaste para hacerlo...!?- volvio a preguntar al no encontrar una respuesta logica a su pregunta por más que lo pensaba
- Vamos mi querido Eleodoro, no tienes por que ser tan hostil conmigo. Cuando me miras asi con esa mirada de odio lo unico que consigues es que se me parta el corazon- indico Bartolome finguiendo tristeza- Lo unico que hice fue dar de baja a un trabajor de la compañia que iba en contra de los objetivos que tengo planeado para la empresa. Sonara dificil, pero un hombre de negocios como yo debe de asegurarse de que su inversion rinda lo maximo posible- respondio acomodandose en su pupitre nuevamente
-¿de que diablos estas hablando...?- pregunto Eleodoro confundido
- digamos que compre unas cuantas acciones de la multinacional Angelical - respondio con calma Bartolome
- ¡No juegues conmigo...!- grito Eleodoro molesto al escuchar tales palabras- mi padre es el CEO de la empresa, no hay manera de que un persona como tú con unas cuantas acciones pueda echarlo- indico
- en circuntancias normales eso seria correcto, pero si esas cuantas acciones suman el 50% +1 del total emitido por la empresa me convertiria automaticamente en el accionista mayoritario y me daria derecho a elegir a la directiva de la empresa- contesto con calma Bartolome
- eso es imposible, la multinacional Angelical vale por lo menos tres mil millones de dolares, no hay manera de que una sucia rata como tu haya podido comprar el 50%+1 de sus acciones- indico Eleodoro incredulo
- para ser exacto compre el 70% de las acciones, tambien queria el derecho de enajenar bienes de la firma sin tener que preguntar al resto de la junta de accionistas- contesto Bartolome con una sonrisa juguetona- tengo que que reconocer que no fue una tarea sencilla, primero tuve que localizar a los accionistas minoritarios de la firma y comprarles sus derechos por un precio mayor al de mercado, cuando adquiri el 20% las cosas se hicieron mas dificiles y tuve que entrar a negociar con los grandes accionistas, incluso hubo un tipo que deseo comprarme el 20% que con esfuerzo gane, pero cambio de parecer cuando le ofreci el triple por el porcentaje que el tenia. Al llegar al 40% empezaron los problemas legales de los mercados financieros y tuve que contratar personal que se encargara de los tramites legales, cuando supere el 50% y quise el 20% que me faltaba para lograr mi objetivo tuve que negociar con el estado ¿sabias que era el dueño del 25% de participacion? Eso es algo que ni siquiera yo sabia. Si te he de ser sincero me siento estafado con esa compra, el estado es mucho más avaro que cualquier otro inversionista, me exigio diez veces más por sus acciones que el resto para adquirir apenas el 20%...
-¡Dejate de decir tonterias...!- dijo Eleodoro enojado de tanta palabreria- no hay manera en la cual una sucia rata como tu tenga el dinero necesario para comprar el 70% de las acciones de una multinacional, incluso el 1% seria algo dificil de creer- indico