Un regalo inesperado para el Alfa

Una luz en la oscuridad


 

 

Elian

 

 

Hace ya un rato que llegué a la casa. Luego de salir de la tienda de Jasper y Madeline, me fui al río a nadar un rato después de haber corrido por casi una hora por el bosque. Saludé a todos los que ya estaban allí antes de subir a mi cuarto. Pero aún así todavía faltan algunos invitados por llegar. 
 

 

Mi nana y algunos empleados de la casa ya han preparado los mejores bocadillos. Unas galletas navideñas para decorar en forma de renos y otras de lobos. Un pastel gigante esta en la mesa principal. Alrededor de la mesa hay otros pasteles un poco más pequeños. Sin mencionar el banquete y las carnes a la leña que impregnan los alrededores con el mejor de los olores.  

 

 

El agua que corre ahora por mi cuerpo esta bastante fría. Necesitaba una ducha después del ejercicio de esta tarde. Mis padres están abajo como anfitriones de la fiesta y mi hermano me llamó hace una hora para darme las felicitaciones. Cierro la llave del paso de agua y me seco lo mejor que puedo. Un traje de gala esta ya encima de mi cama. 

 

 

Opté por un pantalón negro ajustado, una camisa de vestir gris y un gaban negro a juego. Mi intención era colocarme un lazo, pero lo cambio por una corbata de rayas horizontales negras y grises. Tampoco quiero verme como si fuera a mi propia boda. De igual modo todo se ve muy elegante.  


 

Me cepillo el cabello, me coloco mi desodorante, mi perfume, unos gemelos a juego y un reloj que solía ser de mi abuelo. Antes de salir me coloco mis zapatos de vestir negro y me observo al espejo. Bueno, ya estoy listo. Ahora solo me falta respirar y dejar que las horas pasen.  

 

 

Cuando voy bajando las escaleras, me percato que ya hay varias chicas abajo cerca esperando. ¡No puede ser! Mi nana me observa con una sonrisa enorme en su rostro. Posiblemente recordando nuestra conversación de esta mañana. Mis padres están bailando y me observan emocionados por el mismo tema. Ya hay muchos invitados y los que faltan por llegar. Esta noche será larga. 


 

 — Buenas noches, Alfa Elian. Esta usted muy guapo esta noche. 

 

 

 — Gracias… ¿Kimberly? 

 

 

 — Si, así es. Ya veo que se acuerda de mí. 

 

 

 — Tú también estas muy guapa. 

 

 

La chica se ríe como una loca emocionada solo por eso. ¿Y como no me voy a acordar? Es la hija de un miembro del consejo. Esta presente en todas las reuniones tratando de acercarse. Inesperadamente esta en cada lugar que visito. No falta a ninguna actividad que organizo. Ella es como mi hostigadora personal.  

 

 — Muchas gracias, Alfa Elian. ¿Le gustaría bailar conmigo? 

 

 

 — Yo…pues la verdad, si, de acuerdo. 

 

 

 — ¿Luego puede bailar también conmigo si quiere Alfa? 

 

 

 — Si, pero eso será después porque ahora él estará conmigo. Y tampoco es seguro que sea solo una pieza lo que bailemos Jacky. 

 

Kim le suelta todo esto a Jackeline. A ella también la conozco. Salimos a comer un día y casi me da un infarto de lo vulgar que es. Recuerdo que la dejé en su casa y me aseguré de no encontrarme nuevamente con ella. Paso una de mis manos por mi cara tratando de buscar paciencia antes que esto se salga de control.  

 

 — ¿Alfa Elian, le gusta el ajedrez? 
 

 

 — ¿Qué?  

 

 —  Pregunté que si le gustaba el ajedrez. Es que hay un grupo que estaremos en la mesa que está cerca del árbol de cerezos. Quería invitarlo a jugar como mi pareja.  

 

 

¿Acaso Leslie se cree que soy estúpido? Obviamente todos saben que me gusta el ajedrez y que soy muy bueno en ello. Me molesta que lo use de excusa para tenerme cerca. ¿Por qué no simplemente puede venir a donde mi y decirme algo sincero? Como que le gusto ó que le interesaría conocerme mejor.  

 

 

Lo que más me molesta es que ya conozco a todas las mujeres solteras de esta manada. No porque me haya involucrado con ellas sentimental ni sexualmente. Más bien porque hemos conversado de alguna forma. Son hijas de algún conocido o simplemente porque nos hemos cruzado en algún momento. Lo peor de todo es saber que ninguna de ellas será mi pareja y por ninguna de ellas he sentido nada.  

 

 

Me siento muy molesto ahora mismo. Esta no era mi idea de festejar nochebuena ni mi cumpleaños. El año próximo no quiero nada de esto. Ni una celebración ni la otra. Hablaré con mis padres mañana en la mañana y se los dejaré muy claro.  

 

 

 — Buenas noches, Alfa Elian. Feliz cumpleaños antes que nada. Yo quería saber si más adelante, bueno, usted… 

 

 

¡Maldición! No puede ser que otra chica más está preguntando lo mismo. Me volteo rápidamente porque ella está a mis espaldas. La encararé y le dejaré todo muy claro. 

 

 

 — ¿Qué? ¿Me vas a pedir si quiero bailar contigo ó jugar al pocker? Está bien, no hay problema. Ve al fondo de la fila. Ya solo quiero terminar con todo esto.  


 

 — No, no es eso. Yo solo quería… 

 

 

 — Ven

 

 

Agarro a Kimberly de la mano para ir a bailar. Ella fue la primera en preguntar y yo acepté. Me molesta tener que hacerlo, pero soy un hombre de palabra. Dejo a la otra chica con la palabra en la boca. No quiero escuchar nada más. De ninguna de ellas. De todas formas, ya acepté bailar con todas. Ahora que esperen.  

 

 

Atraigo a Kimberly hacia mi manteniendo una distancia razonable, pero ella busca la forma de abrazarse a mí cuerpo. Respiro hondo una vez más y trato de fluir. Mis padres y mi nana miran esperanzados. No sé ni por qué. Conozco a esta mujer de años y si fuese a ocurrir algo, ya hubiera ocurrido. No hay sentimiento alguno, no hay deseo, no hay amor.  




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