Elian
Me fui a dormir temprano porque ya lo que quedaba de la fiesta no tenía mucho sentido para mi. Andreina se había ido a descansar con nana. Los invitados que permanecían aún en el jardín se quedaron hasta tarde platicando y cantando sus cánticos navideños. Incluyendo a mis padres que se quedaron extrañados por haberme ido temprano.
Antes de irme a mi habitación, le agradecí a la Diosa por terminar la noche tan maravillosa para mí. Me di un baño con agua fría e intenté dormir algo. Se me hizo casi imposible conciliar el sueño. El recuerdo de Andreina no me dejaba tranquilo. Quería verla y me contuve de levantarme a altas horas de la madrugada para tener que hacerlo.
Cuando llega la hora de levantarse, comienzo con mi rutina matutina como todas las mañanas. Luego de casi una hora ya estoy vestido y listo para bajar para irme a correr un poco. De seguro muchos de los invitados que están hospedándose en la casa ya están desayunando y entregando sus regalos a sus seres queridos.
El único regalo que quiero ahora es volver a ver la cara de Andreina. Una idea ronda mi cabeza desde anoche. De alguna forma tengo que saber esa respuesta. ¿Ella me ama a mí ó no? Porque por más que lo pienso y quiera creerle, creo que hubo una mentira piadosa en sus palabras.
Yo por el contrario siento que no puedo sacarla de mi cabeza ni de mi corazón. Eso es extraño porque jamás lo había sentido con nadie. Así que me aseguraré de comprender bien ese sentimiento y ver qué significa.
Mis padres irrumpen en mi habitación de momento, esfumando cualquier pensamiento que tengo de Andreina. Me sorprendo al instante pero sé que acostumbran a hacer algo como esto en este día. Los veo entrando muy emocionados con un pedazo de pastel de vainilla y una vela en el centro. Ellos no cambian, pero no quiero que lo hagan. Siempre hacen lo mismo.
— ¡Feliz Navicumple!
Ellos tienen gorros de cumpleaños puestos con camisas a juego de navidad. Me río por el disparate que acaban de decir ambos. ¿Qué demonios significa eso?
— ¿Qué ocurrencia es esa?
— A tu madre se le acaba de ocurrir.
— Es más fácil que decir Feliz Navidad y Feliz Cumpleaños.
— Por la Diosa mamá. Ya no soy un pequeño niño. Soy un hombre y bastante adulto.
— Tú y tu hermano siempre serán mis bebés. Independientemente de las edades que ambos tengan.
— Te recomiendo que no le lleves la contraria a tu madre hijo. Yo jamás he podido hacerlo.
— Lo tendré en cuenta papá. Gracias por el pastel.
— Me sorprende que ya estés listo hijo. Te levantaste muy temprano.
— Si papá, es que tengo ganas de correr un poco. Y ahora con ese pastel tendré que agregar una hora más a mi entrenamiento.
— Lo resistirás, eres muy fuerte. Pero esto no dejes de comerlo. Lo preparé yo misma especialmente para ti.
— No lo haré madre. Gracias por el pastel otra vez. Los amo a ambos.
— Y nosotros a ti hijo.
Le doy un beso a mi madre y un abrazo a mi padre, mientras abandonó la casa y salgo a correr por el bosque. En todo el camino su imagen no sale de mi mente. Estoy loco por verte de nuevo Andreina. Lo bueno es que este es tu último semestre y no solo pasarás toda la temporada navideña en casa. Si no que ya pronto regresarás luego que te gradúes. Te veré todos los días.
Al cabo de unas horas de correr llego al río. Intento nadar un largo rato para relajarme, pero solo estoy como veinte minutos en el agua. La tentación de llegar a esa roca donde estaba Andreina ayer sentada me supera. Salgo del agua y me siento a pensar en ella. De alguna forma su olor está impregnado en esta parte del bosque.
A estas horas ella ya debe estar levantada y posiblemente ayudando a nana en la cocina. El solo pensar en eso me disgusta un poco. Quiero a nana como parte de la familia. Me aseguraré de darle su casa muy pronto. Ahora ya tengo la información gracias a su hija. Ella va a tener su hogar propio. Eso lo aseguro.
Las ganas de ir a su encuentro son muchas. Algo me dice que Andreina no me dirá tan fácil si siente ó no algo por mí. Ella es muy tímida y algo orgullosa. Me di cuenta de eso anoche. Pero yo sé que ella está enamorada y conozco una forma de sacar esas palabras.
Incluso siento que después de lo que voy hacer, ella se arrepentirá de no haberme dicho la verdad anoche. Además, será un castigo por su mentira. Ella me dijo que no sentía nada cuando le pregunté, pero igual no le creo. ¿Si no porque se tomó esta molestia de darme algo tan importante? No me creo ese cuento de que sea solo por agradecimiento.
Llego a la casa como de costumbre y lo primero que hago es ir a la cocina por un vaso de agua. No soy estúpido, sé que ella esta ahí esperando. Y yo por mi parte solo vine hasta aquí porque quiero verla. Aunque igual lo hago todas las mañanas. No se verá sospechoso.
Paso de largo cuando la veo sentada en la mesa terminado su desayuno. Nana está colocando unas flores en aguas y terminado de planchar un vestido. Me percato de que el vestido es usado y demasiado sencillo. Sé que es para Andreina porque es corto y de color rosa pálido. Es bonito pero no elegante. Se que se verá hermosa en él, pero quiero que ella brille más que todas.
Haré una llamada a la modista de mi madre. Sé que ella tendrá algo listo para esta noche y deseo que sea perfecto para Andreina. Lo dejaré como un obsequio de parte de mi madre. Ella normalmente hace esas cosas con el miembro del personal. Así que ella no sospechará nada.