Leah puede escuchar la alarma que hace vibrar su celular sobre la mesita de noche al lado de su cama, lleva algunos minutos sonado y ella la está ignorando deliberadamente. No es como si hubiera tenido muchas horas de sueño la noche anterior. Tuvo una de esas noches y probablemente tendrá uno de esos días.
Leah algunas veces realmente odia su cabeza.
El toque en la puerta de su habitación junto a la insistente alarma hacen que finalmente se levante de la cama y apague la alarma. Espera encontrar a Koralaine al otro lado con un humor de perros dispuesta a gritarle por arruinar su sueño, pero en su lugar se encuentra con una sonriente rubia de ojos chocolate que huele a panqueques recién hechos. Parece que Gennevieve se ha levantado de muy buen humor esa mañana y ha decidido alimentarlas a todas.
—Buenos días, Leh—La rubia la saluda con un tono amoroso y una sonrisa suave.
Leah agradece que no este siendo un particular derroche de entusiasmo esa mañana, probablemente no lo aguantaría muy bien teniendo en cuenta la noche de mierda que tuvo.
—Hola Gen, estas de muy buen humor por lo que veo.
Gennevieve, es una de sus mejores amigas, alguien que conoce desde que era una niña y ha crecido a su lado. Han pasado por mucho juntas y ahora están cumpliendo su pequeño sueño infantil de vivir juntas al graduarse de secundaria. No tiene mucho de infantil estar cumpliendo este sueño si Leah tiene en cuenta como llegaron a esto. No le gusta pensar mucho en ello, eso solo hace que todo el ruido en su cabeza y los malos pensamiento aumenten, así que ella hace el recuerdo a un lado.
—Solo tengo más energía de lo usual esta mañana. De hecho ya he despertado a Mel, se encuentra desayunando. Puedes cambiarte y bajar a desayunar también.
Leah siente, que quiere besar a Gen por lo increíble que es, y la rubia solo le da una sonrisa divertida.
—Vi la luz del estudio encendida hasta muy tarde anoche, y sé que Kor llego casi a la madrugada de su grabación. ¿Tuviste una "mala" noche?—Gen es suave con sus palabras, pero el brillo de preocupación en sus ojos chocolate no pasa desapercibido, es un tema usualmente delicado entre ellas.
Ahora, Leah podría mentir y decir que solo fue un golpe de inspiración para su nuevo libro que llego de repente en la madrugada. Pero sabe por la intensa mirada de Gen que la rubia no se lo creerá por completo, y realmente hoy no tiene muchos ánimos de poner una sonrisa y mantener la mentira por el resto del día, así que solo va con la verdad.
—No fue la mejor, pero mejorara—Leah promete a pesar de que no se sienta así—Ya sabes como es.
Gennevieve lo sabía, había visto a Leah tener incontables noches "malas" y levantarse al otro día como si fuera el mejor de su vida, también había días como hoy donde le costaba más poner una sonrisa en su rostro. Pero, la rubia no era ajena a esas "malas" noches ella misma y Leah había estado allí a su lado para hacerlas más llevaderas, así que Gen solo podía hacer lo mismo.
—De acuerdo, ahora vístete rápido que la comida se va a enfriar y no hice un desayuno de cinco estrellas para que lo comas frío.
Esta vez la sonrisa de Leah es más genuina y mientras observa a la rubia marcharse por el pasillo. Se gira entonces hacia la puerta frente a ella de la que provienen los ronquidos de Kor, su sonrisa se ensancha. Tal vez sea uno de esos días, pero lo puede pasar junto a sus personas favoritas en el mundo y eso es todo lo que importa.
Luego de lavar su rostro Leah se decide a bajar al primer piso del departamento que comparte con sus mejores amigas, guiándose por el olor de los panqueques y las salchichas hasta la mesa donde una pequeña niña rubia de seis años la espera con una gran sonrisa y su rostro untado de mermelada. La castaña de ojos grises siente un familiar calor que se extiende por su pecho cuando escucha a la niña saludarla, por un momento la hace olvidarse de la noche que tuvo el día anterior. Esa pequeña tiene la capacidad de iluminar sus días, de maneras que aun a veces luego de tantos años con ella llegan a sorprenderla.
Hay días en los que Leah, se cuestiona si tomo la mejor decisión con respecto a Melania, si tal vez no debió haber dejado que alguien mas tomara su custodia, tal vez habría sido mejor dejarla crecer en una familia tradicional, que le pudiera dar mas estabilidad. Sabe, que no le falta el amor, nunca lo ha hecho, tanto ella como Noah, con quien comparte su custodia, la aman, Leah sobre todo porque se trata de su sobrina. Pero, Leah y Noah, no son una familia tradicional. El trabajo de Noah Ashworth como actor hace que a veces tenga que irse por largos periodos de tiempo para cumplir con sus filmaciones, y aunque Leah pasa casi todo su tiempo con Mellania, nunca ha enseñado a la pequeña a referirse a ella como su madre. Noah, por el contrario hace todo lo posible por lograr que Melania lo llame papa.
—¡Le-le, la tía Gen ha hecho los panqueques con formas de flores!—Melania, esta extremadamente feliz esta mañana, los panqueques son su desayuno favorito, y le gustan aun mas cuando es su adorada tía Gen quien los hace para ella.
—Lo he visto cariño, ¿están ricos?—Leah toma un servilleta para limpiar el rostro de la pequeña mientras esta asiente con entusiasmo masticando.
—La tía Kor se los esta perdiendo—Melania hace una gesto de tristeza.
Gennevie llega a la mesa en ese momento poniendo una humeante tasa de café con mucha crema frente a Leah, la castaña le hace un gesto de agradecimiento mientras la rubia se dirige a la niña.
—No te preocupes cielo, he guardado algunos para tu tía Kor, cuando decida volver al mundo de los vivos.
—Hace días que no veo a la tía Kor—Melania se lamenta y luego se vuelve hacia Leah—¿Puede recogerme hoy de la escuela?
—Le preguntare, pero sabes que la tía Kor tiene un horario algo apretado por su trabajo, así que si no puede recogerte hoy, lo intentaremos otro día, ¿de acuerdo?