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Han pasado unos días y no he hablado con Yoongi, mi madre me dijo que le diera su espacio para pensarlo bien, así que lo haré, estoy caminando cerca a uno de los lagos del reino, es mi lugar favorito de entre los demás lagos ¿la razón? Es porque es el menos visitado, su tranquilidad y el canto de las aves le da un increíble ambiente, me siento a pensar un poco acerca de lo que está sucediendo, Yoongi que había sido tomado como esclavo se dio cuenta de que realmente es un príncipe y tiene la oportunidad de convertirse en rey, dicho así realmente asusta, creo que no fui lo suficientemente considerada con él, ¿y si lo asusté? ¿Debería ir a hablar con él? Me siento algo extraña al no tener idea de lo que va  pasar, normalmente me gusta tener todo bajo control.

¡Eso es! Iré a hablar con él, me coloco de pie para ir a buscarlo, al darme al vuelta él está al frente mío-Yoongi- susurro, me acerco a él dando cortos pasos –siento mucho el haberte puesto en esa posición- inclino mi cabeza –No seré rey- dice de repente, levanto mi cabeza viéndolo a los ojos –e-eso es entendible- desvío mi mirada, puedo ver con el rabillo del ojo como se aleja, no puedo dejarlo así –Yoongi- digo en alta voz y extendiendo mi mano para alcanzarlo, pero ella lo atraviesa, mis ojos llenos de asombro ven como desaparece ante mí, esto… ¿sólo fue mi imaginación? Me siento nuevamente, me recuesto en el árbol y cubriendo mi rostro con mis manos intento concentrarme y saber qué es lo que debo hacer. –Creo que sí fui demasiado desconsiderada con Yoongi, ¿será que está enojado conmigo?- susurro, siento un peso en mi hombro, elevo mi mirada y veo un rostro familiar –T/N, él no lo está- me dice con una sonrisa, se sienta a mi lado con mi ayuda, -padre… ¿cómo supo que estaría aquí?- él niega con la cabeza –no lo sabía, desde niño me ha gustado estar en este lugar, solo que, luego no pude volver, ya sabes- me da una sonrisa y dirige su mirada al lago –No estés preocupada por Yoongi, él no está enojado, solo… está dividido en dos- lo observo confundida hasta que vuelve a abrir la boca para explicarme –Eres una chica muy decidida, eso lo pone nervioso- okey, estoy aún más confundida –Creo que eso lo tienen que hablar ambos, no hay alguien que sepa mejor cómo se siente Yoongi, que Yoongi mismo- se coloca de pie –Padre, ¿a dónde va?- pregunto acercándome a él –voy por mi hijo, debe de portarse como hombre y tomar una decisión de una vez por todas, espera aquí por favor, asiento en silencio y me quedo en el mismo lugar viendo cómo se aleja el padre de Yoongi.

-Creo que sólo me preocupo  de más- sacudo mi cabello dejándolo algo despeinado –T/N- dice alguien algo lejos de mí, es la voz de Yoongi, no estoy segura de sí es él, me doy la vuelta lentamente y comienzo  caminar con suavidad, temiendo de que desaparezca nuevamente, él me observa en silencio, sus ojos fijos en los míos, él juega con sus manos nerviosamente antes de comenzar a caminar en mi dirección –Yo… siento mucho el haberte hecho preocupar-dice mientras desvía su mirada antes de que sus mejillas se tiñan de un suave carmesí –Me alegra que no estés mal conmigo- digo con un leve suspiro y agachando mi cabeza -¿por qué lo estaría?- levanta mi cabeza con suavidad, me hala de la mano haciendo que me “estrelle” con su pecho, envolviéndome con sus brazos –tenemos que hablar- dice Yoongi con un susurro, niego con la cabeza –quedémonos así otro momento- él lanza una pequeña risita abrazándome con más fuerza.

-¿Cómo  te sientes con todo esto?- pregunto recostándome en su hombro, en ese momento ya estábamos sentados debajo del árbol, un suspiro algo pesado sale de él –creo que tengo miedo- lo miro algo extrañada, es la primera vez que escucho a Yoongi confesar que tiene miedo –miedo… ¿De qué?- él estaba acariciando mi cabello –de no llegar a ser un buen rey, de no ser tan bueno como esperas y que llegues a estar decepcionada de mí- mi corazón late pesadamente, no estaba esperando esa  respuesta –no lo estaría, nunca… lo único que me decepcionaría de ti es que no quisieras estar conmigo, es normal que no sepas cómo dirigir un reino, pero estoy segura de que serás un gran rey, voy a enseñarte- una sonrisa se forma en sus labios -¿me enseñarás a ser un rey?- dice girando su rostro a mi dirección –Sí, mi madre dice que sería capaz de reinar sola si no fuera por esas tontas leyes reales- Yoongi me ve algo sorprendido -¿dijiste tontas?- asiento con la cabeza  -pensé que las princesas no decían malas palabras- lo empujo con suavidad -¿Qué dices Príncipe Min Yoongi? ¿Te gustaría reinar a mi lado?- extiendo la mano para cerrar el trato –Te acepto a ti y a todas las cosas que vienen contigo- una radiante sonrisa se forma en mis labios –ven aquí- digo para depositar un beso en su mejilla, nuevamente su rostro se tiñe de un bello tono de carmesí –así que… ¿Su majestad querría mudarse al castillo e iniciar con su entrenamiento mañana?- asiente cerrando levemente sus ojos y un sonrisa aparece en su rostro, se aproxima para darme un beso en la frente, pero soy más rápida y al levantarla hice que nuestros labios se encontraran, él se muestra un poco sorprendido al comienzo aunque se relaja rápidamente, era hora de mi revancha, él siempre me ha besado de sorpresa, así que es mi turno ¿no?

Al día siguiente

Ya está todo preparándose para la venida de Yoongi, claro está de que estoy supremamente nerviosa de que venga a vivir con nosotros, me refiero a que eso significa que la boda está cada vez más cerca, no puedo con los nervios, estoy demasiado feliz, pero temo de que algo pueda salir mal, que mi madre se demasiado dura con él y decida irse, al final y al cabo es un mundo completamente diferente al que él está acostumbrado. –princesa, las habitaciones en las que estarán los señores Min y el príncipe están terminadas, Le gustaría darle el visto bueno?- pregunta Mireya, un de las criadas, es un poco mayor que yo, pero es muy responsable además es una de las más dedicadas que conozco, asiento con delicadeza y me dirijo seguida por ella a las habitaciones que serán para ellos, todo se encuentra en perfecto estado –Mireya… si en la habitación del príncipe pudiese entrar un poco más de luz sería perfecto, a pesar de eso, todo está muy bien ¡Gran trabajo!- ella responde con un “Gracias princesa” seguida de una reverencia, su sensación de alivio no fue un secreto para mí, reconozco que puedo llegar a ser tan exigente con mi madre, pero con todo lo que sucedió cuando estaba fuera del palacio, puedo comprender el gran trabajo que cada uno de los criados hace, mi trabajo como princesa y futura reina es garantizar el bienestar de todos ¿Cómo voy  a lograr mantener en orden y felicidad un reino cuando no puedo hacer felices a los que están cerca  mí?