Pov. Yoongi…
-Príncipe Min, T/N me ha pedido que lo guíe en la siguiente lección- dice la reina mientras me lleva a una sala a la que no había entrado antes, asiento levemente y me detengo al mismo tiempo que lo hace ella -¿T/N le ha hablado del orden de las lecciones?- niego con la cabeza –A mí tampoco me ha dicho nada, es difícil comprender los planes de T/N, es demasiado impredecible, ha sido así desde niña- sonrío ante su comentario –es cierto, su majestad, la manera en la que la conocí fue algo poco convencional- digo rascando mi nuca -¿cómo se conocieron? ¿Cuál fue su primera impresión de T/N?- pregunta mirándome amablemente a los ojos, aunque su mirada es igual a la de T/N en algunas ocasiones, ellas pueden observarte con amor, pero sus ojos son como un escáner que analiza hasta tu más sutil movimiento –En esa ocasión, estaba a punto de ser castigado, pero ella salió de la nada y se interpuso, ella fue la que recibió el golpe en mi lugar, al principio pensé que era muy valiente y me disculpará majestad, pero también me pareció algo torpe, hasta que pude hablar bien con ella y pude ver como realmente era- la reina sonríe –me parece que acertarte, ella es demasiado valiente, pero algunas veces olvida que es un ser humano y se lleva hasta el límite para demostrar la certeza que tiene sobre algo, ella es capaz de dar su vida por aquello que cree correcto- suena exactamente a T/N, asiento en silencio –bueno, volviendo a la clase ¡Ya pueden entrar!- grita la reina, ordenando que dos personas con espadas y uniformes de esgrima se pusieran uno frente al otro –pueden comenzar- ordenó la reina, estos hicieron una reverencia y comenzaron a luchar, el de la derecha era bastante ágil, pero el de la izquierda, solo se defendía, el de la derecha se cansa con rapidez por sus muchos ataques, el de la izquierda aprovecha para atacar a su debilitado oponente, lo logra, por un momento veo a la reina y ella sonríe como si fuese ella la que está luchando ¿ella habrá practicado esgrima en el pasado? El de la izquierda gana con demasiada facilidad y yo que pensé que era algo lento, tengo mucho que aprender.
-vengan aquí- ordena la reina y ambos lo hacen así –pueden quitarse las máscaras –ambos obedecen, se giran para quedar uno frente al otro y después de hacerse una reverencia ambos se quitan la máscara –T/N…- digo y ella sonríe para acercarse a nosotros -¿Qué tal?- pregunta acomodando su cabello –nos has dejado sin palabras- dice la reina a lo que asiento levemente y con asombro aún en mi rostro –iniciaremos con las clases de esgrima- dice en un tono muy dulce, la reina se despide y da por terminada su participación en la clase –lo primero que veremos es la posición, seré estricta en ese aspecto hasta que hayas perfeccionado tu técnica, mira la posición que yo tomo y la imitas- su florete está levemente inclinada hacía arribe, su pie derecho, más delante que el izquierdo, la distancia entre ambos es casi igual a la de sus hombros y sus rodillas están levemente flexionadas, intento hacerlo, su mirada llena de seriedad, analizando cada uno de mis movimientos y corrigiendo mis malas posiciones, es una gran maestra –me está doliendo- me quejo y ella ríe levemente –está bien, puedes descansar un poco- al oír esto, me dejo caer al suelo y ella se sienta a mi lado –oye…- digo y ella me observa –tú lo hacías ver más fácil- me quejo mientras me recuesto en su hombro –llevo más de quince años practicando, es normal que haya adquirido algo de habilidad, de hecho, en uno de los viajes que hice para conocer a los príncipes terminé en un torneo de esgrima junto al príncipe Jungkook- dice con una sonrisa en los labios -¿quién ganó?- pregunto instintivamente, pero me siento algo molesto ¿por qué es? –ninguno, terminamos en empate- es un gran esgrimista- responde con gran ánimo, no me siento muy bien, esto… ¿son celos? ¡Es imposible! Nunca he estado celoso en mi vida, siento que se recuesta en mi hombro, pero es la primera vez que llego a amar a alguien –T/N…- susurro sin darme cuenta, sino, cuando ya había abierto la boca -¿realmente te casarías con alguien como yo?- ella se gira y me ve a los ojos en silencio, por unos largos segundos –no- dice de repente -no me casaría con alguien como tú, me casaré contigo, no con otro parecido a ti- una sonrisa se asoma por mi rostro –te amo- digo para abrazarla –yo también, pero debemos seguir con las clases- dice soltándose de mi agarre para ponerse de pie -¿qué sigue?- pregunto tomando la mano que ella me había extendido –danza, es importante para cuando sea la boda, lo que más esperan es el primer baile como esposos, así que no es por presionarte pero debe salir perfecto- dice esto haciendo un guiño con sus ojos y asiento tragando grueso.
Pov. T/N…
La clase de danza con Yoongi ha comenzado, pero tuve que dejarlo con mi maestra de baile, es muy buena en lo que hace y nunca se ha rendido, además de eso tuve que salir para terminar otra de las actividades que tenía pendientes, no quiero que mamá se ponga furiosa, no hemos discutido desde que estaba en mi “tiempo de rebeldía” aunque ese tiempo no fue porque quise, simplemente, estaba dejando que los comentarios que en el palacio se hacían, me definieran, he cambiado demasiado, si miro hacia atrás, he dejado a la T/N débil y he renacido así como una mariposa. Al llegar a la puerta de la sala, veo como la instructora sale caminando algo extraño, al verme se acerca con dificultad y hace un reverencia –princesa, lo siento… pero no puedo con él, es el peor bailarín que he visto en toda mi vida ¡y he entrenado al príncipe Namjoon! Siento mucho lo sucedido- al terminar de hablar, se aleja algo renca –pobre maestra- susurro de manera que no me escuche.
Entro a la sala y puedo escuchar la música que aún está tocándose, me acerco un poco más y veo a Yoongi, aún está practicando, muy torpemente pero lo está haciendo -¿cómo te fue Yoon?- pregunto acercándome a él, al girarse me da una leve sonrisa –vamos a practicar, juntos- tomo su mano y lo acerco a mí, él asiente –escucha la música- cierra sus ojos, tomo suavemente sus manos y las coloco en su respectiva posición -¿por qué uves tus manos?- pregunto después de haberlas bajado ya más de tres veces –es que tu madre podría venir y…- dirige su mirada a la puerta, no podía parar de reír –no te preocupes, no pasará nada, es un baile- coloco mis manos en su cuello y comenzamos a movernos al ritmo de la música, creo que terminaré igual a la maestra, pero no importa, lentamente se hace más fácil para él moverse, suavemente empieza a dejar sus pies fluir al compás, su tacto es tan agradable, cuando logra relajarse lo suficiente me acerca más a él –no tenía idea de lo agradable que es esto- dice mirándome a los ojos -¿te parece?- pregunto y él asiente con seguridad –aunque… todo lo que comparto contigo es agradable- toma un mechón de mi cabello y lo esconde detrás de mi oreja –siento igual, el palacio se siente más lleno contigo en él- sonríe ante mi comentario –es curiosa la manera en la que nos conocimos- susurra –y aún más extraña, la conexión que hemos tenido- completo –no creo en esa cosas como el destino, pero es asombrosa la manera en la que nos hemos vuelto cómplices- dice acercándose a mi rostro, no sé si soy yo, o la música se ha puesto en un tono más suave, más delicado… más ¿romántico?