Han pasado dos días desde que Ji-Woon está aquí, no he hablado con ella y la evito lo más que puedo, no estoy siendo cobarde, simplemente no quiero distraerme ni darle chance de que me meta en problemas… estoy caminando cerca de la fuente, la suave brisa me arropa, la noche es iluminada por muchas luciérnagas ¿ya les he dicho que son mi animal favorito? Me gusta que puedan brillar con su propia luz, una suave melodía comienza a sonar junto a la brisa, unos susurros interfieren con la armoniosa melodía del silencio, escucho la voz de Yoongi y la de Ji-Woon, ella ha hecho todo lo posible por estar al lado de Yoongi, lo peor es que él también la busca, no sé de qué están hablando, lo mejor es que me vaya, ¿por qué me siento así?
Lo peor es que no fue solo aquella vez, sino también los días siguientes y semanas después de la misma manera, si interfiero en algo sé que las cosas serán mucho peor, no quiero ganarme problemas, además… él tiene que aprender a confiar en las personas correctas, lo dejaré, que haga lo que quiera, que aprenda por sí mismo, que todos lo hagan, aunque me duela este proceso es necesario ¿no? Esto será parte de su entrenamiento de rey, si es que después de esto quiere serlo.
-T/N- me dice Yoongi sentándose a mi lado, lo observo a los ojos y comienza a hablar -¿hemos terminado con las clases?- asiento en silencio y continúo leyendo el libro que tengo en la mano -¿tantas ansias tienes por terminar?- una pequeña sonrisa se forma en sus labios –Ji-Woo me enseñará a pescar, la reina dice que es muy buena en eso, estoy ansioso por aprender- un simple “oh” sale de mi boca, Yoongi parece querer decir algo pero queda en silencio –Ve, no querrás dejar esperando a la hipo… a mi prima, tengo cosas que hacer- me levanto y salgo del lugar dejándolo con la palabra en la boca, si tanto quiere estar con ella, que vaya. Últimamente no me he sentido bien, quizá es el cansancio de las muchas tareas, he ayudado en la construcción de la nueva casa para niños y le ayudo a la abuela con su restaurante, no he tenido mucho tiempo libre, pero es algo normal en el reino, y he gozado de demasiadas vacaciones, debo llevar este paquete de medicinas a Stephan, de seguro que lo necesitan allá.
-Stephan…- entro a la sala del hospital, él se gira con una radiante sonrisa en el rostro –Ah, T/N, has llegado- respondo con una sonrisa, se acerca a mí y toma la caja que está en mis manos –gracias por trabajar aquí Stephan, los niños de seguro te lo agradecerán- doy un par de golpecitos en su hombro –pondré esto aquí e iremos por la señora Choi, ¿okey?- asiento y me dirijo a la puerta, de un momento a otro todo se pone borroso y me cuesta trabajo mantenerme de pie, siento como Stephan lo nota y me sostiene, después de eso todo se vuelve oscuro a mi alrededor.
-T/N… T/N… ¿estás bien?- lo primero que veo al abrir nuevamente los ojos es a Stephan algo preocupado, bueno, muy preocupado, es la primera vez que algo así me pasa, -Ven pequeña- me examina para saber el motivo por el cual me había desmayado, no puedo enfermarme ahora -¿has comido bien últimamente?- niego con la cabeza -¿has dormido bien?- con mi mano hago una seña de “sólo un poquito” suspira algo pensativo y se pone de pie, -al parecer estás desarrollando un estado de anemia, espera aquí- dice y sale sin esperar respuesta de mi parte.
Pov. Stephan…
Niña tonta, ¿por qué se pone en esas situaciones? Primero viaja sola y ahora deja de alimentarse, tendré que cuidar mejor de ella, lo siento padre, creo que no estoy haciendo lo suficiente para cumplir la promesa que le hice. Lo primero que debo hacer es prepararle algo para que beba, debe estar con vitaminas, pero no tanto para que no vaya a desmayarse otra vez, tendré que estar al tanto de su alimentación, no creo que ella quiera que su familia se dé cuenta de lo que tiene, así que lo mantendré en secreto hasta que lo vea necesario, además, así tendré una manera de amenazarla para que coma adecuadamente.
Las mejores frutas y verduras están en la cocina del palacio, debo sacar algo sin que los demás lo noten –Stephan- dice una de las criadas, me giro a su dirección y observa las cosas que llevo en la mano -¿hay alguien enfermo?- pregunta después de examinar con la vista las cosas, niego con la cabeza –estoy ensayando una receta llena de nutrientes para la familia real, es bueno que incluyan en sus comidas cosas saludables—ella me observa confundida pero con la excusa de que me esperan, me zafo de ella fácilmente.
T/N aún estaba en la sala, se ve un poco más pálida, oh pobre niña –aquí está, bébelo todo y descansa ¿entendido?- ella asiente y toma un descanso, si continúas a este paso vas a colapsar de una peor manera, soy tu médico pero no me alegra verte en estas condiciones y como tu amigo, estaré pendiente de que te alimentes bien, cada día cenarás conmigo y no estoy preguntando- es la primera vez que le hablo a T/N de esta manera, pero es tan cabezota que no tengo otra opción –está bien- responde con una sonrisa y añade –gracias por preocuparte por mí, eres un gran amigo, pero… no puedo dejar a los niños solos, quiero ayudar en el orfanato- y aquí vamos –si no haces lo que te diga para cuidarte, les diré a todos que estás anémica y así no te dejarán hacer nada- sonrío victorioso ante la reacción de mi pequeña amiga, está acostumbrada a hacer todo ella sola, se sobre carga de tareas en lugar de pedir ayuda, es una trabajadora obsesiva –Puedes ayudar con los niños, puede estar con ellos, pero evita las tareas que exijan mucho esfuerzo, te estaré vigilando- “¡Sí capitán!” responde como una niña pequeña, la despeino un poco y después de asegurarme que se encuentra mejor, me dirijo al orfanato.