Un sacrificio inesperado

Capítulo 6.

Chicago, Illinois.

Ambos padres se encontraban sentados en el consultorio del doctor principal de Daniel, listos para recibir los resultados de los análisis realizados por los laboratorios del hospital y los nervios los tenían casi a punto de un ataque de ansiedad, principalmente a la madre, quien se encontraba al borde del colapso.

Sin que nadie se diera cuenta, se tomaron de las manos para escuchar la noticia que tanto habían esperado y después pensarían qué iban a hacer para resolver la problemática, así fuera buena o mala, estaban dispuestos a aceptar el resultado contundente.

—Doctor Patrick, usted se queda el completo silencio y su actitud me tiene a punto de la locura, todo mi mundo depende de su declaración, por favor, no me haga esperar ni un minuto más —exigió Zuri, a quien le temblaba hasta el cuerpo sin control.

—Cierto, diga los resultados y que sea lo que Dios quiera—pidió Darren.

—Lo siento, veo que siguen muy ansiosos y entiendo la sensación, vamos a ver qué nos dicen estos documentos sellados.

Abrió dos sobres que les fueron entregados en el área de laboratorio y luego sacó las hojas para leer el contenido de las mismas. Por unos segundos siguió interpretando lo que decía, hasta que levantó la mirada para comenzar a hablar.

—¿Y bien?—averiguó Zuri.

—El primer documento trata sobre la prueba de paternidad que pidió el señor Snox y según los resultados… Hay una compatibilidad de 99.99%, dejando claro que es el padre del niño, Daniel James —declaró.

Darren abrió los ojos como dos lunas, debido a la sorpresa que se llevó, y después volteó a ver el rostro de la mujer a su lado, que le regalaba una sonrisa sincera, comprobando que la historia que le contó era cierta, por lo que se sentía horrible, gracias a todos los años en que no pudo asumir su paternidad como era debido, dejando que se hiciera a cargo de su primogénito sin su ayuda.

Además, sentía que debía discutir el tema con su familia y no iba a aceptar excusas baratas del motivo por el que le ocultaron su pasado antes del accidente. Entendió que por fin se abría una caja de pandora que desconocía.

—¡Wao! Me deja completamente perplejo y sorprendido, estoy sin palabras —susurró Darren.

—Te dije que nunca me inventaría semejante mentira, que podías confiar en mi historia y ahora que sabes la verdad sobre tu paternidad, escuchemos la otra parte que es vital para que mi hijo siga viviendo —dijo ella.

—Correcto, es lo más importante en este instante y, según los estudios realizados como posible donante, el padre, Darren Snox, es compatible con Daniel James para trasplante de riñón —reveló el doctor Patrick.

Ambos se abrazaron con fuerza, soltando una carcajada y la emoción era tan palpable, que el médico sonrió por la satisfacción que le causaba la noticia, realmente eran muy excelentes noticias.

—¡¿En serio?! —exclamó la madre, pasándose las manos por la cara y se abanicaba, tratando de aguantar tanta alegría.

—Sí, señora James, por lo tanto, es cuestión de tiempo para comenzar el proceso ambulatorio antes de la cirugía y prepararnos para lo que viene.

Zuri soltó una gran carcajada de felicidad y no se contuvo. Abrazó de nuevo a su amor platónico con las lágrimas rodando por sus mejillas, y un aire de esperanza invadió sus pulmones. Nunca había perdido la fe en una solución efectiva, por eso estaba siendo recompensada de la mejor manera.

—Aún me cuesta creer todo lo que estoy escuchando y me siento sin aire, necesito procesar tantos descubrimientos que surgieron de repente, tanta información que permaneció oculta por tanto tiempo…

—¡Claro! Y te pido perdón, quizás debí buscarte antes para hablarte de lo ocurrido entre nosotros en esa fiesta. Debido a mi terquedad, es posible que mi hijo se haya perdido de una mejor vida que podías ofrecerle, sabiendo claramente quién es su papá —interrumpió la mujer que seguía llorando a moco tendido.

—No tienes la culpa de nada, quizás la manera en que nos conocimos no fue la mejor para que surgiera algo más entre nosotros y eso llevó a que no supiéramos nada, uno del otro, después de tantos años, pero vamos a lo primordial que nos interesa ahora mismo —pidió Darren.

—Exacto, necesitamos realizar otros análisis profundos sobre su cuerpo para comprobar que todos los niveles químicos son normales y así obtener el visto bueno para la operación —explicó el doctor.

—¿Cuánto tiempo se lleva todo el procedimiento médico?

—Después de que realicemos los estudios, procedemos a la cirugía y luego viene el descanso postoperatorio… Estaríamos hablando de una semana, aproximadamente, si todo sale muy bien —detalló el médico.

—¿Y si hay complicaciones?—siguió el interrogatorio.

—El tiempo se alargaría unas dos o tres semanas, es posible que hasta un mes.

—De acuerdo—respondió.

—Si no tienen más preguntas, podemos empezar a hacerle los demás análisis y luego viene su internamiento —sugirió el galeno.

—Sí, creo que es correcto lo que pide, aunque primero necesito hablar afuera con la madre de mi hijo —pidió.

—Como deseen.

Agarró a Zuri de la mano para abandonar el consultorio y se fueron caminando hacia el pasillo donde pudieran conversar a solas. Era necesario dejar todo claro con la madre de su hijo, por lo que su reacción dejó a la chica bastante perpleja.

—Escucha, tengo que regresar a New York, una semana después de que se haga el trasplante y te enviaré dinero para los cuidados médicos de Daniel en postcirugía, si es posible, trabaja desde casa, deja que acomode todo para que puedan mudarse ambos en una propiedad que tengo en la gran manzana, donde ambos estará muy cómodos—detalló.

—Tengo entendido que no se puede mover al niño luego de que reciba el riñón, ya que necesita mucho tiempo de reposo —refutó.




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