Un salto de fe

Capítulo 6

-Leah-

 

Estoy bloqueada y eso es una basura. Es miércoles y aun no tengo claro el concepto para mi proyecto, se supone que para este punto ya estaría viendo locaciones para tomar las fotografías, pero aún no se me ocurre nada lo suficientemente bueno como para presentarlo como proyecto y el que todos en clase hablen sobre el concepto tan claro que tienen hace que todo empeore

—Muy bien chicos, estoy segura de que todos o al menos la mayoría tienen claro lo que presentarán el próximo lunes – nos dice la maestra –así que, hablando con el director decidimos una cosa, las mejores fotografías serán expuestas durante una semana en el comedor de la escuela, para que sus demás compañeros se enteren del talento que ustedes tienen.

—Eso es genial – escucho a uno de mis compañeros decir.

—Pero eso no es todo, adicional a eso, si tiene una buena aceptación entre sus compañeros tendrán la oportunidad de presentar sus fotografías en el auditorio, durante la asamblea que la escuela realiza siempre a final de mes, se les darán puntos extras dependiendo como les vaya. Mucho éxito.

Después de que la maestra termina de decir eso la mayoría empiezan a salir del salón para reunirse con sus modelos pues algunos ya empezaran a fotografiar y yo sigo sin poder tener una idea buena.

Estoy segura de que puedo conseguir un buen concepto, solo necesito concentrarme, por eso me dirijo hacia la biblioteca para buscar inspiración en algunos movimientos artísticos y tal vez pueda encontrar uno que me haga sentir algo.

Después de tres horas en la biblioteca, no he encontrado nada que me inspire, así que decido tomar mis cosas para seguir buscando en casa ya que es tarde y no puedo seguir en la escuela, pero cuando estoy por salir me encuentro con Max.

—Pero miren a quien acabo de encontrar–me dice sentándose en frente de la silla que acabo de desocupar, del otro lado de la mesa —¿Qué haces aquí?

—Lo mismo podría preguntarte.

—Pero yo lo hice primero, ¿Qué haces aquí a esta hora?

—Agh. Nada, solo buscaba algo de inspiración para mi proyecto, no se me ha ocurrido nada —digo mientras me vuelvo a sentar en el lugar que ocupaba hace unos momentos.

—Cierto, me preguntaba porque no me habías contactado aun.

—Bueno, ahora sabes el por qué, supongo que ya no ocupas nada más, así que paso a retirarme.

—Espera, ¿Es en serio que aún no tienes nada? – me pregunta burlesco – según sé hasta Alexa tiene algo.

—No, no tengo nada, pero ya se me ocurrirá algo

—Si, claro – dice mientras se ríe

—Dios, ni siquiera es gracioso – pero al voltearlo a ver, logro observar algo que me llama la atención justo detrás de su cabeza

Rodeo la mesa para ir a ese lado de la estantería y encontrar justo lo que necesitaba

—Pero claro, ¿Cómo no se me ocurrió antes? —digo emocionada

—¿Qué? ¿Ya se te ocurrió algo? —pregunta Max volteando hacia donde estoy

—Sí, lo tengo bastante claro —anuncio con una sonrisa de entusiasmo

—Muy bien, ¿Qué haremos? – cuestiona interesado

—Hum, te lo diré el viernes —guardo el libro en mi mochila y me la cuelgo en un hombro— nos veremos en el parque que esta por aquí cerca, te mandaré la hora por mensaje

—Esta bien —dice antes de que comience mi recorrido hacia afuera de la biblioteca

Por fin encontré el tema perfecto para mi proyecto. Es genial porque es algo que me representa y de lo que llevo estudiando desde hace ya mucho tiempo, lo cual hará más sencillo el cómo tomaré las fotografías, estoy segura de que todo saldrá genial.

En cuanto llego a mi casa, le cuento entusiasmada a mi mamá todo lo que tengo planeado para la sesión fotográfica.

—Todo suena fantástico hija – comenta mi mamá – pero ¿No me habías dicho que no te llevabas del todo bien con el chico que será tu modelo?

—Sí, pero estoy segura de que ambos podemos poner un esfuerzo para esto, creo que puede salir genial – la tranquilizo sin perder la sonrisa

—Bueno, entonces yo también creo que saldrá bien todo tu proyecto. Ahora comamos, saltamontes

Mi mamá me ha dicho saltamontes desde que soy muy pequeña, pues según ella, siempre que estoy muy emocionada suelo dar pequeños saltos, yo no lo sabía y creo que nadie más ha notado eso de mí.

Luego de comer, en mi habitación comienzo a dibujar un poco el cómo creo que sería bueno acomodar a Max, que ropa usará y como sería bueno que posará. Estoy emocionada con esta tarea y me resulta demasiado interesante el proceso que estoy llevando para preparar todo para el viernes.

Al día siguiente, en la escuela me encuentro sentada frente a mi casillero escribiendo las ideas que se me vienen a la mente acerca de la explicación que podría dar sobre mis fotografías que tomaré, pero entonces alguien me interrumpe sentándose a mi lado

—Hola Leah – me saluda con una sonrisa encantadora

—Hola Alex

—¿Qué haces? – pregunta señalando con su cabeza mi libreta en donde he estado escribiendo




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