Un salto de fe

Capítulo 10

-Leah-

 

—Linda gorra —dice con una sonrisa sarcástica

—¿Qué haces aquí?

—Nada, solo vine a tener una buena comida para el día de hoy, ¿me la puedes traer, pequeña?

—Ni siquiera te gustan las hamburguesas —una duda me invade por lo que la suelto —¿Cómo sabes que trabajo aquí?

—No me gustan las hamburguesas que venden en otros restaurantes, estas son mis favoritas. Y sobre quien me dijo que aquí trabajas, bueno, tengo mis contactos —sigo su mirada hasta la barra y veo a Alexa que nos observa atenta

—Agh, bien. Ya vuelvo con tus cosas. Esta conversación no ha acabado —me voy a la cocina y le entrego la orden al chico encargado de ahí

Mientras espero a que me den la comida voy a hablar con Alexa

—¿Por qué se lo dijiste? —la miro con los ojos entrecerrados

—¿Por qué lo pidió amablemente? —me dice con una sonrisa mostrando dientes

—Aja, claro —cruzo los brazos sobre mi pecho—.  Dime la verdad

—Bien, Max fue a nuestra casa para saber si alguno de nosotros sabía en donde vivías, le dije que nadie sabía pero que yo sabía el lugar en el trabajabas. Y aquí estamos —me sonríe

—¿Así de fácil le dijiste?

—Es que me sonrió, ¿Lo has visto sonreír? Es muy atractivo cuando sonríe de verdad —suelta un suspiro, supongo que esta recordando esa sonrisa que menciona, la cual nunca he visto

—Para ti Max siempre es atractivo —volteo los ojos

—Eso es cierto. El punto es que dijo que quería hablar contigo, por eso le dije en donde trabajabas

Antes de que pueda decir algo más me llaman de la cocina

—Orden lista —gritan

—Hablamos luego —le digo a Alexa antes de recoger el plato y dirigirme a la mesa en donde esta Max— aquí esta su orden señor

—Gracias —prueba una papa y señala la silla frente a él— siéntate

—No me puedo sentar, estoy trabajando

—No te dirán nada. Solo siéntate y hablemos —dice insistente y termino sentándome

—Bien, ¿De qué quieres que hablemos?

—Hagamos tu proyecto, ¿Traes tu cámara cierto?

—Sí, si la tengo, —entonces empiezo a atar cabos en mi cabeza— espera ¿planeaste todo esto con Alexa? —junto mis cejas en señal de confusión

—Tal vez, pero ese no es el punto. Necesitas hacer ese trabajo y solo tienes el día de hoy para hacerlo. Así que hagámoslo, ahora si estoy dispuesto a que cumplas tus fantasías con mi cuerpo desnudo

—Muy gracioso. Pero, aunque quisiera hacerlo, no puedo porque no tengo nada de lo que tenía planeado —le digo por lo bajo

—Alexa me conto todo y tenemos todos los materiales en mi auto. ¿Algún otro pero? —toma otra papa y se la mete a la boca

—Eso es... impresionante, gracias —le doy una sonrisa sincera—. Bien entonces vayamos luego de que termine mi turno

—¿No podemos irnos ahora? —pregunta Max

—No, no podemos. No puedo simplemente dejar mi trabajo botado así como si nada —le digo con obviedad—. Mi turno no tarda en terminar, en lo mientras tú puedes comer y yo haré mi trabajo

—Pero Leah…

—Pero nada Max —interrumpo antes de que pueda decir algo más—. Nos vemos en un rato

Camino hacia la cocina para seguir entregando pedidos. No mentí cuando le dije a Max que no faltaba mucho para que mi turno terminará porque poco después de que veo él termina de comer, junto con Alexa terminamos nuestro turno.

—Al fin —dice Max viéndonos salir del restaurante— vámonos

—Sí, aquí tengo mi cámara y tú tienes todo. Podemos irnos —comento con una sonrisas. Estoy entusiasmada porque al final si podré hacer mi proyecto

—¿Puedo ir? —pregunta Alexa— no los estorbare y puedo ser de ayuda

—Como sea, solo vámonos— y aquí está el Max que conozco

—Vamos Alexa, supongo que tu irás de copiloto, yo iré en la parte de atrás

Los tres nos subimos al auto y comenzamos el recorrido hacia el parque donde planeamos desde el principio que tomaríamos las fotos. En el camino me quedo entra una duda y decido expresarla

—Alexa, a todo esto ¿en dónde está tu hermano?

—Uy, alguien está interesada por él —voltea hacia donde estoy yo y sonríe—. Mi hermano está en entrenamientos, por eso no pudo venir hoy. Lo que me recuerda que me dijo que te mandaba saludar y que ojalá se vieran pronto

—Vamos, invéntate algo más convincente —le digo riendo

—Es cierto, Max lo escucho ¿verdad? —voltea a verlo esperando una respuesta

—Sí, es verdad —dice cortante.

 Su respuesta me sorprende un poco pues no esperaba que alguien como Alex se acordará de mi como para mandarme saludar y todo, por lo que sonrió inconscientemente

—Oh por dios, sonreíste —anuncia emocionada Alexa—. Si te gusta pequeña mentirosa

—Alexa, no empecemos con el mismo tema

—¿Podrían callarse? Sus voces son molestas — dice Max en un intento de regaño

—Dios, pero que cambios de humor. Relájate —comento fastidiada por su comentario

—Solo cállense y ya. Entiendo que para las mujeres es difícil lograr algo como eso, pero creo que con un poquito de esfuerzo lo logran

—Eso es de las cosas más tontas que he escuchado y eso que han salido muchas tonterías de tu boca. Tu machismo no es gracioso, solo da lástima —le digo molesta, tipos como él son la razón por la que escogí el tema del feminismo

—Chicos, dejen de pelear —nos dice Alexa y podemos notar el enojo en su tono de voz— solo hagan ese proyecto y luego sigan con sus peleas. Leah, este proyecto no vale cualquier cosa, esfuércense en hacerlo y dejen de comportarse como unos niños pequeños

—Lo sentimos —decimos por lo bajo ambos

Realmente no lo siento, no me gusta quedarme callada cuando las personas ofenden mi forma de pensar o en su defecto que tengan actitudes tan insoportables como las de Max. Sin embargo, decido no pelear más para no poner en una situación incómoda a Alexa.

Como aún falta un poco comienzo a hacer desde mi celular la parte escrita del proyecto, para lo que necesito algunos datos de mi modelo




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