Un salto de fe

Capítulo 11

-Leah-

 

Debo lucir fatal luego de no haber dormido lo suficiente por estar editando las fotos, pero al ver el resultado creo que valió totalmente la pena y estoy muy emocionada por mostrárselo a la maestra. Decido arreglarme un poco para lucir impecable para la presentación, así que optó por ponerme un vestido negro sencillo que queda pegado al cuerpo y unos converse blancos para darle el toque casual que necesito debido a que es un día de escuela.

Camino a la escuela decido pararme en una cafetería para comprar un par de cafés para Alexa y Max, en agradecimiento por haberme ayudado tanto haciendo esto. Aún sigo un tanto confundida por la amabilidad que tuvo Max, pero realmente no me quejo ya que gracias a eso tengo un proyecto terminado y digno de ser entregado. No sé cómo les guste el café por lo que decido comprarle un americano a Max y un latte a Alexa.

Al llegar a la escuela logro visualizar a algunos de mis compañeros de clase con sus proyectos y debo admitir que se ven realmente bien, pero sé que mi trabajo también luce espectacular por lo que continuo por mi camino en busca de Alexa y Max para entregarles los cafés y agradecerles por enésima vez lo que hicieron por mí. No tardó mucho en ver a Alexa que se encuentra rodeada de algunos chicos que quieren su atención, siento lástima por ellos porque sé que solo hay una persona que le interesa a mi amiga, y esa persona es Maximiliano Ferrer. Por la cara que tiene ella puedo adivinar lo incómoda que se siente así que me decido por acercarme a ella

—Hola, Alexa —saludo sonriente a mi amiga

—Leah, gracias a Dios —alcanzó a escuchar que dice mi amiga mientras quita de su vista a un chico que se encuentra invadiendo su espacio personal—. Lo siento chicos, mi amiga me necesita, así que en este momento no puedo darles más de mi tiempo

—Oh, vamos. A Leah no le molestará si te quedas un poco más con nosotros —comenta uno de los chicos— ¿Cierto?

—De hecho, sí. La necesito para algo urgente así que no puedo dejar que siga desperdiciando tiempo —respondo

—Pero no está perdiendo tiempo, sabemos que está disfrutando de estos momentos con nosotros —dice el chico, insistiendo

—De hecho no, ni bien llegué ya los tenía a mi alrededor y no he podido respirar. Así que por favor, vayan a buscar otra cosa que hacer —les exigió mi amiga con una seguridad en su voz que incluso yo quedé sorprendida

—Agh, bien. Ustedes se lo pierden —comenta indiferente uno de ellos y se aleja, siendo seguido por los demás

Cuando ya se han alejado lo suficiente, escucho a Alexa decir

—Ya me tenían harta. No mentí cuando dije que no podía respirar, apenas estaba llegando y ya había tres chicos esperando en mi casillero

—Eso debe ser horrible, pero al menos les pusiste un alto 

—Trate de ser lo más amable posible porque realmente no me gusta hacer sentir mal a las demás personas

—Los chicos se estaban comportando como unos idiotas, no merecían que te comportaras buena con ellos

—Puede ser, pero mis padres siempre me han dicho que debo tratar a las personas como quisiera que me trataran a mí. Además, creo en el karma

—Bueno, entonces esperemos que el karma haga el trabajo —sonrió y recuerdo el café—. Oh, toma, este café es para ti en agradecimiento por la ayuda en mi proyecto

—Leah, muchas gracias sabes que no era necesario —lo recibe con una sonrisa

—Si lo era y valió la pena porque quedó fantástico. Ya quiero que lo veas en clase

—Estoy segura de que me va a encantar —mira su reloj y me dice—, hablando de clases, mi primera clase está por comenzar. Nos vemos en fotografía

—Nos vemos —le digo antes de perderla entre la gente que también está por entrar a clase

Aún tengo que entregarle el café a Max, pero decido primero ir a mi casillero y guardar mi proyecto hasta que sea hora de presentarlo. Cuando terminó de guardar todo, estoy por cerrar la puerta del casillero cuando alguien se me adelanta y la cierra primero, ocasionando que dé un paso hacia atrás

—¿Cuál es tu problema? —pregunto enojada volteando a ver a la persona que cerró mi casillero

—No tengo ningún problema, solo te ayudo a cerrar tu locker —se burló el imbécil frente a mi

—Pues no necesito tu ayuda en nada, así que vete —demandé molesta

—Vamos, no te pongas así. Somos amigos

—Tú y yo estamos muy lejos de ser amigos Adam. Así que déjame en paz —me acomodo mi mochila en mi hombro para comenzar a caminar, pero me detiene—. Ya basta, te estás comportando como un niño

—Pero yo solo quiero hablar. Mira, supe del incidente del otro día en la cafetería, todo se solucionará si Max y Alex se van a disculpar con mis chicos —presiona su mano en mi brazo haciendo que comience a doler, pero no digo nada para no darle satisfacción

—No sabía que tus chicos necesitaran representante para sus asuntos, si quieres solucionar algo, háblalo con ellos y deja de molestarme —intento zafarme pero hace su agarre más fuerte logrando que está vez me queje en voz alta— me estás lastimando, imbécil

—Ese es el punto. Mira, lo que vas a hacer es ... —intenta decir Adam antes de que lo interrumpan

—Ella no va a hacer nada y tú vas a soltarla en este instante —se escuchó a lo lejos una voz reconocible para mí pero tal vez no para Adam, por lo que dijo

—¿Y tú quien demonios te crees para darme órdenes?

—Soy uno de los chicos que le dio una paliza a tu sequito de imbéciles —contesto Max acercándose más a nosotros

—Pues perfecto. Es contigo con quién quería hablar —al verlo me empuja con tanta fuerza que me hice caer haciendo que el café se derrame sobre mi vestido—. Me dijiste que la soltará y eso hice

—De verdad que eres un patán —Max comenzó a acercarse a paso apresurado y por la cara que tenía pude intuir que intención tenía al acercarse de esa forma por lo que me pare lo más rápido que pude para interponerme en su camino —Leah, quítate —era raro escucharlo llamándome por mi nombre, pero aun así no me quite




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