Camille
Dicen que el cuerpo recuerda. Que la piel guarda secretos que la mente olvida.
Yo recordé todo en el instante en que sentí la primera contracción.
Era madrugada. Afuera, la primavera empezaba a pelearle espacio al invierno. Julien dormía a mi lado, uno de sus brazos alrededor de mi cintura, como si tuviera miedo de que pudiera escaparme mientras soñaba.
No pude despertarlo al principio. No quise. Me senté en el borde de la cama, respiré lento, intenté convencerme de que era una falsa alarma.
Pero no lo era.
La siguiente contracción me dobló en dos. Y entonces Julien abrió los ojos, su respiración pesada, su instinto alerta.
—Camille…? —su voz rasposa, dormida, asustada.
Lo miré. Intenté sonreír. No pude.
—Es hora —dije, con un susurro tembloroso.
No recuerdo mucho del camino al hospital, solo su mano sujetando la mía, sus palabras en francés, en susurros, intentando calmarme mientras yo luchaba contra oleadas de dolor que parecían querer partirme en dos.
En la sala de parto, el tiempo perdió forma. Las luces eran demasiado blancas. Las voces demasiado lejanas. Todo giraba entre respiraciones y gritos que no sabía que salían de mí.
Pero Julien estaba ahí. Sosteniéndome la frente, diciéndome que podía hacerlo, que estaba orgulloso, que no me soltaría.
—Je suis là, Camille. Je suis là… —me repetía, su voz un ancla en medio del mar.
Apreté su mano tan fuerte que escuché cómo se quejaba, pero no se apartó. Ni cuando le grité, ni cuando lloré, ni cuando temblé.
Y entonces, después de horas que parecieron una vida, escuché el primer llanto.
Un sonido nuevo, quebrado, perfecto.
Me dejaron sostenerlo. Un bultito rojo, caliente, con su llanto como único himno. Miré a Julien. Él tenía lágrimas en las pestañas. No intentó esconderlas.
—Louis… —susurré, mi voz rota de cansancio y alivio. —Bonjour, mon petit.
Julien besó mi frente, luego besó la cabecita húmeda de nuestro hijo.
Sentí su mano sobre mi nuca. Fuerte. Inquebrantable.
Y supe que todo lo roto había empezado a soldarse en ese mismo instante.
***
Traducciones de lo que dice en Francés
Je suis là, Camille. Je suis là - Estoy aquí, Camille. Estoy aquí.
Bonjour, mon petit - Hola mi pequeño
Editado: 30.07.2025