Julien
Provenza nos recibe con olor a lavanda y promesas viejas.
Es irónico —o tal vez perfecto— que estemos de vuelta justo aquí, donde empezó todo.
La familia, los pocos amigos cercanos, un viñedo alquilado para nosotros solos. Camille camina hacia mí bajo la pérgola de madera adornada con peonías y lilas. Lleva a Louis en brazos. Él también viste de blanco, dormido contra su pecho.
Cuando la veo llegar, todo se detiene.
Ella sonríe. Esa sonrisa que conocí cuando apenas era “la hermana pequeña de Théo”. Ahora es Camille. La madre de mi hijo. La mujer que decidió que mi cobardía no sería más fuerte que nosotros.
Cuando llega a mi lado, me susurra algo al oído.
—¿Lista? —le pregunto.
—Lista —responde, ajustando a Louis entre nosotros.
El oficiante dice palabras que casi no escucho. Solo oigo su respiración. El viento que juega con su velo. El peso cálido de nuestro hijo contra mi brazo.
Cuando nos piden promesas, no necesito mirar ningún papel.
Solo la miro a ella.
—Maintenant, tu es ma maison —le digo.
Y ella sonríe, con los ojos brillando.
—Et toi, la mienne.
Nos besamos cuando pronuncian nuestros nombres juntos. Louis hace un leve gemido, como si supiera que este secreto que empezó como un error ya no es un secreto.
Es una promesa.
Nuestra promesa.
Cuando abro los ojos, todo lo que alguna vez temí perder está aquí. Entre campos de lavanda, bajo un cielo limpio, con flores y risas.
Y Camille, mi sol, mi amor.
Ahora, siempre.
***
Traducciones de lo que dice en Francés
Maintenant, tu es ma maison - Ahora eres mi hogar
Et toi, la mienne. - Y tú, mía.
Editado: 30.07.2025