Cuando llego al hotel me dirijo enseguida a la habitaciòn que habìa solicitado.
Aquella hermosa dama no sale de mi cabeza, las imàgenes de ella pasan por mi mente una tras otra; su rostro, sus ojos, su cabello, su sonrisa, esa sonrisa burlona que me dedicò en todo momento, pero me encantò.
Entre imàgenes e imàgenes me llegan algunas preguntas còmo, ¿Cuàl es su nombre?, ¿Què edad tendrà?, ¿Dònde vivirà?, ¿De dònde es? Porque teniendo en cuenta sus rasgos faciales, no creo que sea de aquì. Pero la pregunta que màs corre por mi mente es, ¿tendrà novio?
Soltando un suspiro me dirijo hacia la pequeña nevera que se encuentra a un lado del enorme televisor que se encuentra en la habitaciòn, guardo las cosas excepto la "Natilla".
-Veamos què tal eres. - Digo en voz baja mientras observo detenidamente el empaque, tomo una cuchara y empiezo a destapar la Natilla. Cuando me encuentro recostado en la cama saboreo la primera cucharada de aquella Natilla. - Mmmm... - Observo de nuevo el empaque de aquel postre que a simple vista me parece muy familiar, pero mi seño se frunce un poco al detectar bien el sabor de aquel alimento. De nuevo llevo una cucharada a mi boca y saboreo. - ¿Què pasa? No es lo mismo. - Digo observando bien el postre. - Creo que ya estoy exttrañando mi tierra.
Resignado tomo el control del televisor y lo enciendo, aun con la Natilla en mano y saboreando cada cucharada que dirijo ha mi boca, busco entre canales y canales algo interesante; pero de nuevo las imàgenes de aquella hermosa muchacha se proyectan en mi mente, aquel roce delicado y suave, tan càlido y tan profundo, lo cual causò una sensaciòn de erizamiento en mi mano, justo en el lugar que tuvimos contacto. ¿Tendrè suerte de ver de nuevo aquel hermoso rostro algùn dìa? ¿Podrè saber sobre ella en algùn momento?
Mi vista se dirige hacia el enorme ventanal que se encuentra a mi derecha, mientras sigo pensando en aquella hermosa joven; desde mi lugar puedeo admirar las luces que iluminan aquella enorme ciudad.
Despuès de unos minutos de tanto pensar e ignorar los programas del televisor, opto por tomar mi portàtil y revisar el correo, ya que recuerdo que debo estar pendiente de que en cualquier momento se comunicarìan conmigo de parte de la universidad y, sin omisiòn alguna, allì estaba el comunicado que esperaba. Èste me indica el nombre de la universidad, fecha y hora de la entrevista, el lugar y el nombre de la persona que me atenderà.
Verificando la informaciòn con la fecha actual, puedo reconocer que la entrevista la tengo el dìa de mañana a las 8:30AM, en la universidad Keio; èsta està ubicada en Manito-Ku de Tokio.
Sin pensarlo dos veces tomo el telèfono que se encuentra en la habitaciòn y me comunico con la persona que atiende en recepciòn, èsta vez contesta una mujer.
-Buenas noches recepciòn. - Escucho la amable voz de aquella mujer.
-Buenas noches dama, ¿còmo està? - Contesto amablemente, se puede oir en el fondo voces de otras personas; tal vez se encuentra algo ocupada.
-Muy bien caballero, muchas gracias. Dìgame ¿en què le puedo colaborar?
-Gracias, ¿Usted podrìa informarme còmo puedo llegar a la Universidad Keio? y, ¿en cuanto tiempo podrìa llegar allì desde aquì?
-Claro. - La dama de la recepciòn amablemente me da la informaciòn que necesito.
Al terminar mi comunicaciòn con ella, me dedico a investigar sobre aquella universidad. Impresionàndome por la informaciòn que adquiero, me siento afortunado de poder ser un estudiante de aquella predigiosa universidad y lo que me enorgullese màs, es el hecho de que voy a prepararme para la carrera de mis sueños.
Me encuentro en la entrada de aquella antigua y elegante universidad, con mis nervios a no màs dar. Siento un leve hormigueo en mis manos, siento hambre y hace nada comì dos platos de Tamago Kake Gohan.
-Debo tranquilizarme. - Me digo en medio de un susurro mientras me acerco lentamente a la puerta de entrada de la universidad.
Mientras camino por los pasillos buscando la sala en que tendrè la entrevista, observo cada detalle del lugar. Sus decoraciones asiàticas, sus jardines, sus estudiantes, su hermosa estructura. Todo es hermoso allì.
Estoy encantado con lo que veo y empiezo a emocionarme por la entrevista, quiero que todo salga realmente bien, quiero estudiar aquì, quiero tener un buen aprendizaje, conocimiento y ser un excelente profesional en Medicina, quiero aprovechar todo conocimiento y preparaciòn que me daràn en èste lugar. Lo quiero todo aquì.
Encuentro la sala que buscaba y, al parecer es una sala de espera. Allì hay varios jòvenes, algunos conversando enttre sì, otros simplemente esperando y otros como yo, observando todo y a todos. Dirijo mi vista hacia uno de los costados de la sala y visualizo una puerta totalmente abierta, al lado izquierdo de èsta hay un letrero que dice "Direcciòn" en japonès.
Al releer aquel letrero, me acerco a la puerta, allì puedo ver a una señora muy elegante frente a un computador tecleando sin parar y en el fondo se puede visulizar una estanterìa de carpetas, allì se encuentra otra señora buscando algunos documentos.
La dama que se encuentra en el escritorio nota mi presencia y me observa detenidamente, conecta su vista con la mìa y ella opta por hablar.