Un simple deseo

Peleas

Suena mi alarma para hacerme levantar para otro tortuoso día en donde hay que estudiar, prestar atención a muchas personas y socializar. El esfuerzo que conlleva hacerlo es enorme sumada la flojera que siento cada minuto empeora la situación. Lo que si la curiosidad por saber que paso con John me va a mantener alerta y despierta por ahora.

-Buenos días –me dice mi madre desde la cocina.

-Buenos días, ¿Qué hay de desayuno?

-Pues comida como siempre –me sonríe como si su respuesta hubiera sido de lo más normal.

-Ah ya veo, bueno saberlo.

No iba a discutir con mi madre, pues significaría perder el tiempo y encima por algo tan trivial que la verdad no importa mucho. Cogí 4 tostadas, las puse en una bolsa y con eso en mano corrí hacia la escuela.

- ¿Por qué esta tan lejos? –quejándome una vez más de la vida.

-Exagerada, nada aguantas –reconocí su voz al instante.

- ¿Qué haces aquí? –le pregunto a Sebas.

-Visitando a la mejor de todas –ay que lindo- Melissa dijo que estaría aquí temprano para poder vernos ya que me voy a Italia por una semana –ósea ella ya lo sabía y yo ni puta idea, bonito su detalle de no tomarme en cuenta nótese el sarcasmo.

-Ah mira no sabía que viajabas, ten buen viaje –me despido de el con la mano y me alejo- Bye.

-No te vayas así, lo siento ¿sí? –me agarra del brazo para hacerme estar cara a cara- Me olvide de decirte porque tenía un montón de cosas de que ocuparme y lo sabes.

-Tranquilo no te he pedido explicaciones, con sinceridad no tienes por qué ponerte hacer esto, tu y yo no somos pareja solo amigos –en sus ojos noto que le dolió mi comentario pues era más que eso casi como hermanos, pero sin poder respetar ese grado de familia.

-Lo que intento decir es que estas molesta y lo entiendo –me sujeta de ambos brazos para darme un beso en la frente- Somos más que amigos, te quiero demasiado como para herirte solo perdoname esta vez.

-No es la gran cosa puedes irte, te aseguro que solo estoy un poco incomoda por esta situación- lo abrazo sin ganas- yo te espero aquí como siempre aparte no sería la primera vez que te vas sin decir nada.

-Ángela, estas siendo injusta –suspira- los dos sabemos que los trabajos de mi padre me mantienen ocupado y por eso es que no te he podido avisar.

-Te diría que te entiendo, pero no es el caso, Melissa sabía que te ibas a ir quiere decir que te detuviste 5 minutos para avisarle cosa que no lo hiciste conmigo. Realmente me cuestiono que tan importante soy para ti y –me calle porque iba a decir una tontería- no hagamos esto, resolvamos este problema cuando vuelvas ahora suéltame que me desagrada tu cercanía.

-Decirte que lo siento no bastara por lo que veo –me suelta- nos vemos en una semana así que solo te pido que te cuides, ¿sí?

-Aja, bye –me voy, lo dejo ahí viendo como Melissa viene por detrás de el para sorprenderlo y me sonríe como si me hubiera ganado en algo.

-No le voy a dar el gusto, a la esta –estaba hablando en voz alta, no iba insultarla en frente de alguien.

- ¿A quién? –ay porque todos tienen que aparecerse cuando hablo en voz alta.

- ¿Qué? ¿Cómo? No sé de qué hablas –más nerviosa yo no pude responder, bueno ahí viene nuestra charla para ser mejor persona.

-No te hagas la loca, se bien lo que escuche –se ríe John como si me conociera de toda la vida, lo cual agrada- y creo saber quién es la susodicha.

-Uy no, ya me descubriste –me rio- ¿Quién crees que es?

-La chica que está en una relación con tu mejor amigo.

-Saliste inteligente, nah mentira, sé que es obvio ya que hablamos de eso la vez pasada.

-Solo que esta vez ha pasado algo más, ¿cierto?

-Okey, va te voy a explicar que paso –le relato todo sin exagerar porque si no me va a decir dramática- A que, si tengo derecho, aunque sea a cachetearla suavemente.

-Me sorprendo cada vez que hablo contigo, nunca he visto una cachetada suave.

-Pues si se presentara la oportunidad de cachetear a la fulana esa, te lo mostraría con mucho gusto –tan solo de imaginarlo soy feliz.

-Agresiva me saliste –se burla- aunque a si me gustas.

-Ay no … espera ¿Qué dijiste?

- ¿Yo? –estaba nervioso pues recién se daba cuenta de lo que había dicho.

-No, yo –me paro frente a él y le pongo mi mano en su brazo izquierdo- tranquilo, no lo voy a malinterpretar solo te estoy molestando.

-Ni que hubiera dicho que te quiero.

-Hey, me lastima tu comentario –hago drama para bajar este ambiente medio tenso- quiere decir que no me quieres y yo aquí contándote mis cosas.

-Y la drama Queen volvió, me sorprende lo rápido que cambias de actitud pareces camaleón.

-He aprendido que adaptarte al ambiente siempre es mejor, te aseguro que a veces lo haces sin darte cuenta, pero se empieza con cosas pequeñas.

-No lo creo aparte es cambiar por los demás no por ti –me lo dice molesto y respiro antes de responderle, una pelea más a mi día no lo necesito.

-Entiendo tu punto, solo que no concuerdo contigo eso es todo –camino rápido y volteo a decirle- apurate que van empezar las clases ya.

Las clases fueron por un momento muy lentas por ser clase de Ciencia, ya luego se hicieron rápidas con Religión. Explicare el porqué, la profe no hace mucho y todos los años aprendo lo mismo sobre la religión católica que es la única que explican. La verdad esto debería cambiar por religiones o enseñar cualquiera de los siguientes cursos como psicología y filosofía.

-Ángela –grita alguien mi nombre – espera, soy yo Alex.

-Hola, este me tengo que ir rápido a mi casa ¿necesitas algo? –estoy nerviosa ya que recién me doy cuenta que es más alto que John y pues venia corriendo como si su vida dependiera de ello.

-Pues si la verdad, ¿me concedes un favor y te compro un helado?

-No lo sé, tengo que recoger a mi hermanita en un rato.




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