Un Sociópata Dentro De Él

Capítulo 3

1

Calix

  No puedo creerlo.

  Ese tipo...él fue quién asesinó a mi hermana.

  Les explico, cuando yo tenía 10 años (mi hermana tenía 8 en ese entonces), mis padres murieron en un accidente, nunca me dolió a decir verdad, ellos no estaban para nosotros nunca, por lo que yo me solía encargar de ella cuando mis atentos -sarcasmo- tíos no lo hacían. Yo le dediqué gran parte de mi vida a esa chica, ya que era muy irresponsable, y amaba meterse en problemas. Muchas veces sospeché que ella podía tener TPA (trastorno de personalidad antisocial) pero nunca pude comprobarlo ya que...ella...había muerto el día antes de la visita al psiquiatra que yo había organizado.

  Ella se había ido a una fiesta a mis espaldas, a los 16, y yo estaba que hervía. La llamé -y contadas- 50 veces, ninguna me respondió. Cuando llegó la mañana, empecé a preocuparme en serio porque no había llegado así que decidí llamar a la policía (aunque la idea de llamar a la policía me desagradara al cien, era por mi hermana). Les di descripción y toda esa pavada de ella. No recibí nada de información, lo que hizo que mi preocupación creciera considerablemente, sino hasta 7 días después de reportada como desaparecida. Me dijeron que...encontraron su cuerpo...tirado en medio de un bosque.

  La impotencia que sentí fue abrumadora. Yo me había jurado cuidarla, arriesgar mi vida si era necesario, pero le fallé, que es lo que hago siempre, con todos. No sé si es posible que alguien como yo lo haga pero, yo la amaba, siempre la amé. Después de eso, me juré encontrar al asesino de Ailani, mi hermana. Busqué por meses al tipo pero nunca lo encontré, me rendí, y decidí olvidar por completo a Ailani y todo lo que tenga que ver con ella, no hablar sobre ella, no pensar en ella, no ver nada referido a ella, pero ahora que veo la foto, todo mi rencor emerge contra él, contra Toresano.

  Tengo los puños completamente apretados cuando escucho la voz de Santiago.

  — No hagas nada de lo que te puedas arrepentir.

  Él era de los pocos que sabían mi verdadera historia.

  — Te aseguro que no me voy a arrepentir de lo que planeo hacer —mascullo.

  Y es cierto. No me arrepentiría si lo mataba. Con todo el sufrimiento del mundo. Y lo iba a hacer parecer un suicidio, huellas fuera.

  Me doy la vuelta para irme de la casa pero Santiago me agarra de la muñeca.

  Imbécil, ¿qué carajos hacés?

  Soy demasiado impulsivo, puedo lastimarlo. Inhalo profundamente antes de mirar a Santiago por encima de mi hombro

  — Soltame —mascullo.

  — Hablemos primero con Athan, o ¿preferís que te suspenda durante tiempo indefinido por andar de impulsivo?

  Vuelvo la vista a frente, analizando mis posibilidades.

  — Me importa un carajo que me suspendan, que me maten si quieren, yo quiero muerto a ese hijo de...—explico.

  — Perdón, Calix —me interrumpe Santiago, y no entiendo a qué se refiere hasta que...

  — ¿Qué...? —intento preguntar, pero caigo al piso.

  Llegué a sentir que Santiago me hacía una llave y me tiraba al piso antes de golpearme en el punto justo donde debe hacerlo para dejarme inconsciente.

Santiago

  Arrastro a Calix hasta una habitación completamente vacía y desolada que suelo usar para trabajar cuando quiero silencio absoluto.

  No quería noquearlo, pero no podía permitir que mate al tipo tampoco. Cuando salgo, cierro la puerta con llave y saco mi teléfono para llamar a Athan. Al tercer tono responde.

  —Santiago.

  — Hay un problema.

  Trago saliva.

  —¿Qué pasó? Mas bien, ¿quién es?

  — Calix.

  Se escucha un suspiro del otro lado de la línea.

  —¿Dónde?

  — Mi casa.

  Cuelga. En 2 minutos él está aporreando mi puerta. Voy hacia ella y la abro, dejando lugar a un Athan que entra atropelladamente en la casa.

  — Explicá rápido —ladra.

  Señalo la laptop— Me trajo el correo de Emma Turner para hackearlo y el primer email eran unas fotos donde aparecía un tipo con barba matando gente y drogándose. Estábamos mirando tranquilamente las fotos cuando...aparece una foto...del tipo matando a Ailani.

  La tensa expresión de Athan cambia a una que parece indicar que entendió todo.

  — Calix...se descontroló y estaba dispuesto a ir a matar al tipo cuando lo agarré de la muñeca para que no se vaya y traté de convencerlo de que tenía que hablar primero con vos, pero él no iba a dar el brazo a torcer, por lo que tuve que noquearlo y encerrarlo para que no haga una estupidez.

  — ¿Dónde está? —pregunta una vez termino.

  Le señalo la habitación con la cabeza. Él se da vuelta, para dirigirse a la habitación y abrir la puerta, ya que la llave estaba puesta. Calix está desplomado boca arriba en el piso con los ojos cerrados. Athan suspira y cierra la puerta de la habitación, yendo hacia mi laptop. Se sienta en mi silla y pide permiso para usar mi laptop, yo se lo cedo. Empieza a revisar las fotos con una sonrisa triunfante.

  — Muy bien, Calix —susurra para sí mismo.

  Sigue pasando las fotos con la misma sonrisa triunfante, hasta que aparece la foto de Ailani siendo asesinada por el tipo, a Athan se le borra completamente la sonrisa.

  — ¿Vas a dejar que lo mate aunque no sea nuestro objetivo? —consulto llamando la atención de Athan, quien me sonríe cuando se gira hacia mí.

  — Calix estaba en busca de ese tipo por sospechas de asesinato, tráfico de drogas y robo. Solamente él lo sabía porque solamente a él se lo dije. Pensé que, para no generar problemas con los otros idiotas del grupo, iba a ser mejor que se lo encargue en privado. Él aceptó sin problemas, se lo dije ayer, y hoy ya está con las pruebas suficientes para poder matarlo. Sabía que era bueno, pero nunca llegué a pensar que tanto. Calix es increíblemente bueno en su trabajo, la verdad que me impresiona.



#6368 en Thriller
#3500 en Misterio

En el texto hay: droga, accion, muerte

Editado: 19.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.