Capítulo 9

  1

Calix

  Bueno, ejem, me recibí. Soy nutricionista, oficialmente. Estoy algo más de buen humor que de costumbre, pero no porque soy nutricionista, sino porque al fin soy libre, al fin voy a poder dormir hasta bien tarde sin que nadie me diga nada.

  Volvimos a reunirnos en el garage de Hades, ¿les dije que nos reunimos todos los días? A mi lado, Hades no deja de echarme ojeadas con expresión de extrañeza, hasta que me harto (milésimas de segundo después) y lo miro con mala cara.

  - ¿Qué? -suelto.

  - ¿Por qué estás menos irritante que de costumbre? -pregunta.

  - Vaya, gracias -ironizo.

  - No me malentiendas, es que...estás de un singular buen humor -se explica.

  - ¿Yo de buen humor? Yo nunca estoy de buen humor.

  - Entendés a lo que me refiero, no lo hagas tan difícil -pide.

  Bueno, a ver, si le digo que estudié nutrición, va a empezar a burlarse...nah, me importa un carajo.

  - Mhm -murmuro.

  - ¿O ya encontraste a la chica o chico de tus sueños? -bromea.

  - ¿Te digo algo? Es algo difícil encontrar algo que no buscás.

  - Dale, decí qué es, dudo que el hecho de haber pasado tiempo con Josh te haga tan feliz.

  - No estoy-

  - A nadie le importa, hablá.

  Suspiro- Yo...me...recibí.

  Se me queda mirando unos segundos antes de sonreír ampliamente y ponerme una mano en el hombro- Felicidades, hermano. ¿Qué estudiabas?

  - Nutrición.

  La sonrisa orgullosa de El Dios del Inframundo se transforma en una sonrisa burlona y él empieza a reírse escandalosamente.

  Que hijo de mil.

  - Si en 5 segundos no dejás de reírte, voy a empezar a reírme yo porque te golpeé en la cara -amenazo.

  - P-pero…¿no deberías...cu-cuidar...de mi salud? -pregunta sin dejar de reírse.

  ¿Eh?

  - ¿Por qué debería? -consulto.

  - No-no sé...tal vez p-porque...sos...nutricionista -y sigue riéndose.

  Una vez que se tranquiliza, vuelve a hablar, limpiándose las falsas lágrimas.

  - Te juro que nunca pensé que vos, un asesino serial...un jodido sociópata, estudiaría nutrición.

  - ¿Y qué esperabas que estudiara? ¿La materia inexistente llamada ‘’Ocultamiento de cadáveres’’?

  - No sé, psicología, criminología, una wea por el estilo.

   - ¡Es que no había nada que me guste! -justifico.

-   ¿Y por qué, simplemente, no estudiaste nada?

-   ¡Me hubiera sentido muy inútil!

  El Dios Del Inframundo niega con la cabeza- Sos un caso perdido, hermano.

  Eso duele mucho más de lo planeado ya que sé perfectamente que es verdad aunque El Dios Del Inframundo no lo haya hecho con mala intención.

  Mi expresión decae y él lo nota, rodea mis hombros con un brazo.

  - Perdón, Calix, fue...fue una broma -se disculpa.

  - Ya-ya sé, no...no te preocupes.

  - ¿Estás bien? -él sabe perfectamente la respuesta pero al menos tiene la decencia de preguntar ya que sabe que no me gusta mostrarme vulnerable.

  - Yo..sí.

  ¿Por qué estoy dudando tanto?

  El Dios Del Inframundo abre la boca para replicar justo cuando Athan entra y saluda, antes de mirarme.

  - ¿Qué descubrieron, Zwei?

  Salvado por la campana.

  Saco mi teléfono y reproduzco toda la conversación con Sapphira, que había sido grabada. Cuando la grabación termina, me acerco a Athan con los sobres negros en la mano, que resultaron ser 6, para después volver a mi lugar.

  Athan saca una invitación de un sobre y lo lee.

  - Mhm...sí...ajá -me mira-. ¿Qué te pasó en el brazo?

  Carajo, pensé que no se iba a dar cuenta.

  No trates de darle una bomba a quien las inventó.

  - Nada -miento.

  - Zwei -me reprende.

  - Me rozó una bala -sigo como si fuera lo más normal del mundo.

  Veo a mi alrededor y los únicos que no están sorprendidos son Thompson y Gael.

  - ¿Por qué lo decís como si fuera lo más normal del mundo? -pregunta Aaron.

  - Porque tampoco es la gran cosa.

  Claro, que te roce una bala es la cosa más normal del mundo, de todos los días.

  - ¿Cómo te la hiciste? -interpela Athan.

  - Trataron de dispararme pero me moví más o menos a tiempo -miento, y parece que Athan se la cree hasta que el jodido idiota de Thompson se mete.

  - Trataron de dispararme, Zwei me empujó para que la bala no me toque pero lo rozó a él.

  Ahora sí, el único que no parece sorprendido es Thompson.

  Bro, eso ofende.

  Miro con mala cara a todos.

  - ¿Saben? Ofende que me miren tan sorprendidos ¿por qué iba a dejarlo morir?

  Hades parece salir de su ensoñación con mis palabras, por lo que habla.

  - Porque es...Josh, es...la persona más irritante después de vos.

  - Wow, gracias -ironizamos al unísono.

  - Al punto -intercede Athan-, muy bien, Calix -asiento una vez con la cabeza-. Ahora, ¿quién va a ir a la gala?

  - Yo digo que vos te quedes -recomiendo-, así quienes vayan cuentan todo lo que ven y vos podés controlar todo desde acá, sin lugar a fallas.

  Asiente- Y justo por eso, vas a ir vos en mi lugar.

  ¿¿¿¿QUÉ????

  Miro a Athan con una mueca de horror absoluto, mientras que él esboza una sonrisa maliciosa.

  - No pienso ir a ningún lado -declaro.

  - Zwei…

  - No, no me gusta usar traje.

  - ¿Usaste alguna vez traje?

  - ¡No! Y prefiero que se quede así.

  - Siempre hay una primera vez para todo.

  - Dame una buena razón por la cual ir.

  - Porque yo lo digo.

  - ¡Parecés mi mamá! Bueno, la perra nunca nos prestaba atención, ¡pero si lo hubiera hecho serías como ella!