En la mañana las caras de amargura de mis padres no mejoraron hasta puedo asegurar que han empeorado.
Cada uno está concentrado en su comida sin dar señales de querer entablar una conversación con alguno de los presentes.
Cuando termine deje todo en el fregadero y me voy a la sala a esperar que Lucas pase por mi, Bianca es la primera en entrar con un periódico en la mano y a unos cuantos pasos Zaid con unos documentos que deja en la mesa de centro.
Juntos revisan a detalle lo que ven, están absortos en su lectura sin emitir una sola sílaba sólo con el rostro contraído de ¿angustia?.
El claxon del auto de Lucas por fin suena haciendo que sonría, lo pienso un momento antes de acercarme y darle un beso en la mejilla a mis padres a modo de despedida,lo único que notó es como cierran de golpe el periódico evitando que lea el titular que tanto los ha conmocionado, no pregunto nada pues lo más probable es que se trate de trabajo así que sin más me marchó dando una última mirada a los documentos en la mesita.
La sonrisa de oreja a oreja que caracteriza a Alice es lo que me recibe al estar dentro del coche al igual que la calefacción, Billmurth tiene un clima particularmente húmedo con lluvias frecuentes por lo que la calefacción se vuelve tu mejor aliado.
Antes de que Lucas arranque el auto distingo al oficial Jones hablar con mis padres en la espaciosa entrada y no sólo eso también como ellos le entregan el sobre de hace unos minutos, quiero curiosear más pero con una leve sacudida salimos rumbo a la escuela.
Los siguientes minutos escuchamos y cantamos las canciones de la radio hasta que son interrumpidas por algo llama mi atención de inmediato.
"Lamentables noticias para todo el pueblo de Billmurth, la temporada de tranquilidad se terminó, tras la desaparición de una joven no mayor a los diecisiete años, que se encontraba paseando en el centro del pueblo alrededor de las nueve de la noche, sus familiares piden ayuda para dar con su paradero, la información más detallada se encuentra en el periódico local.
Agradecemos su atención.”
Un silencio se apoderó del coche al finalizar el anuncio en la radio, las canciones siguieron reproduciéndose pero ya ninguno las canta o siquiera les presta atención.
Hace meses que nadie se preocupaba por incidentes como este, por un tiempo fuimos un pueblo feliz y volvimos a la monotonía pero los osos decidieron acabar con eso.
Mis padres tenían el periódico está mañana, ellos leían la trágica noticia mientras yo esperaba a mis amigos.
Pudieron decirlo, mamá pudo echarme en cara mi terquedad por querer ir al bosque sin embargo ambos guardaron silencio.
En las calles las personas volvían andar con temor, la mirada baja y los pasos más rápidos que ví hasta el momento, temiendo ser las siguientes víctimas.
Los más valientes se mantenían serenos con la mirada helada y en ella un poco de tristeza por aquella familia.
No quiero ni imaginar cómo estará el pueblo cuando se encuentre a la víctima de los depredadores que acechan lo profundo del bosque, nunca he visto como quedan sus cuerpos pero si he escuchado dos o tres descripciones que solo me generan náuseas y perturban mi mente al ser tan sangrientas.
A los minutos retomamos la charla de la noche anterior para dejar las malas noticias a un lado.
—¿Cuanto creen que la pubertad los haya cambiado? —preguntó pensativa mirando la ventana
—¿En verdad vamos a hablar de esto?
—Tampoco serán de otra dimensión esos tres hermanos —respondí aún mirando como habla tan concentrada— además no son los únicos chicos en la escuela, ¿lo sabes Alice,no?
—Ningún Santorini cumplirá el prototipo de hombre perfecto —cruzó miradas con Alice por el espejo retrovisor
—En general ningún hombre lo hará - lo contradije con obviedad
La palabra "perfecto" es una fantasía, nadie va a cumplir tus expectativas al pie de la letra.
—Eso no importa, debemos ser amables con ellos —el nerviosismo se nota demasiado al no dejar las manos quietas en ningún instante— no conocen a nadie del pueblo, por ser nuevos tal vez los ignoren y los podrían hacer sentir mal o simplemente se aburriran...
Espero una respuesta que llegó con un poco más de rudeza de la necesaria.
—No los quiero aquí, suficiente con que todos estén hablando de ellos como para que ahora intentes ser amable o más bien ligar con uno de ellos Alice y tengamos que soportarlo— freno en medio del estacionamiento
Ella solo bajo la mirada, desanimada salió del coche sin despedirse y salió casi corriendo hacia la entrada.
—¿Se puede saber qué diablos te pasa? —cuando desapareció de mi vista me gire para verlo a él— ella solo estaba comentando algo
—Nada que tenga relación con esa familia va a terminar bien...
—Eso no te da el derecho a gritarle
—Entiendo tu desagrado por esa familia, creeme a mi tampoco me dan buena espina pero ese no es motivo para tratarla así, en ella no va a ser el blanco de tu ataques de irá
Baje sin dejar que se excusara, la busque en los pasillos y en los primeros baños sin dar con su paradero.
La conocía tan bien como para saber que esa respuesta tan hostil de Lucas la pudo lastimar un poco, suele ser sensible y demasiado retraída para dar su punto de vista.
Cómo último recurso me marche a la primera clase que compartimos, los pasillos tan vacíos y silenciosos me confirman que llegó tarde a clase del señor Coleman.
Golpeé la puerta con suavidad esperando que el maestro me dejara pasar, cuando abrió puse mi mejor sonrisa de amabilidad e inocencia y él solo me miró con una ceja encargada esperando una explicación.
Muchos piensan que los maestros son jóvenes llenos de vitalidad con un físico envidiable, Coleman rompe con eso siendo un viejo amargado de apariencia regordeta, con poco cabello y a mi parecer un poco descuidado y grasoso, en los años pasados ese viejo se encargó demostrar de todas las maneras posibles su desagrado hacia mí, algo que era mutuo Coleman nunca sería de mi agrado.
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Editado: 22.09.2024