P.O.V Natalia
-Hola Nata como has estado quería…— pregunta Esteban, pero lo interrumpo
-Hola ummm que pena por interrumpir, pero tengo que entrar a clase hablamos luego —cogí mis cosas para irme me levante y ahí fue cuando me tomo del brazo y me dijo susurrando.
-No te vayas escúchame solo por un minuto por favor Nata —se escuchaba arrepentido
-Bueno solo un minuto 60, 59 —dije seria, aunque por dentro quería reírme.
-Basta Nata solo quiero disculparme de cómo me comporté ayer; solo que no te puedo contar en que trabajo aún no tengo la confianza para decírtelo es muy delicado — hizo una pausa— así que te ofrezco que después de clases vayamos a comer donde tú quieras, por mi mal comportamiento en verdad yo no alzó la voz solo que estaba poco estresado y distraído.
-Ummm se acabó tu tiempo nos hablamos luego, adiós — respondí muy seria
-Nata significa que si te dejas invitar o no —dijo en voz baja
Guardé silencio seguí caminando y sentí unos pasos acercándose a mí así que respondí:
-Espero que no cojas eso de costumbre porque estás equivocado, sí, pero yo escojo el lugar.
-Por supuesto tendremos una cita —lo grito tan fuerte que me miraban sorprendidos mis compañeros.
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En clase de cálculo no me pude concentrar por tener en mi mente la imagen de su rostro él es muy simpático también estaba pensando en cómo me había alzado la voz, aunque me gusto que hoy me buscara para pedirme disculpas,su voz es tan gruesa y combina con su cuerpo muy bien.
Entonces fue ahí cuando sonó la campana no tomé apuntes y ya se viene el pre examen no sé porque me quede pensando en él si solo lo había distinguido en un día; recogí mis cosas las guarde en la mochila y salí del salón para poder encontrarme con Estefa.
-Hola Estefa ¿cómo estás? , te tengo que contar algo — le digo un poco preocupada por todo lo que he sentido
-Que pasa Nati te veo angustiada —me pregunta sorprendida Estefa ya me conoce
-Imagínate que tú y Rafa me dejaron con Esteban y me dijo que si en verdad yo era una aguafiestas yo le dije que obviamente no, luego me preguntó mi nombre y nos quedamos sin tema de conversación y el silencio se hizo presente —hice una pausa para respirar— hasta que recibió una llamada y miro para todos los lados un poco sospechoso, se alejó un poco de mi lado y sude de los nervios esa llamada no me traía buena espina trate de disimular que lo estaba vigilando y mi camuflaje fue el libro solo que él se dio cuenta de eso.
-Nati en serio es raro no —exclama— porque no entraste a la cafetería buscarme para que no te hubieses quedado con él — me dijo muy tranquila, changos no pensé en eso
-No sé él se me hace muy atractivo si mentir su voz me lleva a otro lugar y no sé porqué me está pasando esto a mí nunca me había pasado esto y me preocupo un poco —le dije suspirando
-Tranquila amiga lo que veo es que te gusta Esteban y sabes porque lo digo suspiras no más al mencionar su nombre —dijo Estefa emocionada
-Bueno —la ignoro porque es mentira— para terminar el muy bobo me alzó la voz ayer y hoy cuando estaba detrás mío me pidió disculpas y me invitó a comer, pero yo escojo el lugar después de clases- dije
-¡Amiga! y te vas a ir así de fea —me miró de arriba hacia abajo, tenía puesto unas botas con una chaqueta grande porque me daba mucho frío y una coleta alta ese es mi vestuario normalmente, sacos grandes para no mostrar mi cuerpo
-Sí qué pasa, hay no estoy fea —le saco la lengua— me siento cómoda —me mira Estefa y niega con la cabeza—bueno que me pongo ya que dices que no me veo bien.
-Esos trapos tan viejos ¡no! qué te pasa vamos al dormitorio y te cambias —responde tomando de mi mano y jalando para llegar al dormitorio lo más rápido.
Me escogió un jean y un saco ombliguero para que no me pusiera ninguna camisa, ni nada de eso solo algo que resalte mi ‘maravilloso cuerpo’, unas zapatillas y el cabello suelto. Recibí una llamada de una persona desconocida al celular conteste era Esteban
-Hola Nata como estas —me dijo serio
-Hola bien y tu —respondí
-Bien, bueno te parece si te espero en la fuente por cierto ya decidiste a donde vamos a ir a cenar—dijo
-Si en la fuente está perfecto, pero —hice una pausa— no sé a dónde vamos a cenar no me decidí a ningún lugar