Un sueño imposible

Capítulo 5 ✔

Desperté y me aliste para ir a clases, Estefa aún dormía me bañe y pensé en todo lo que había pasado ayer y concluí que soy una pésima amiga, aunque me encanta estar con Esteban me frustro tantas cosas en la mente y sobre todo una que me dejó pensando era trabajar en el bar, esto me limita para hacer muchas cosas como compartir tiempo con mi mejor amiga y  mi prometido. Me pregunto ahora cómo voy hacer si tengo clases de teatro tengo muchas cosas por hacer y el tiempo no esta a mi favor debo planificar mis metas a corto y mediano plazo para no tener ningún error.

Me di una corta ducha y salgo del baño,  para mi sorpresa Estefa ya no estaba; sonó mi celular era Esteban sonreí me gusta que me llame

-Hola ¿Cómo estás el día de hoy? mi querida prometida —me emocione mucho cuando menciono la palabra prometida, ya me imagino una vida junto a él con tres hijos y una casa cerca de un lago. Suspiro

-Hola mi futuro esposo —sonreí, qué bien se siente llamarlo así pensé— amanecí muy contenta y me alegra escucharte de nuevo y tú- pregunté

-Bien princesa —respondió me lo imagine con su sonrisa coqueta— ¿qué clase escogiste? hablo de las obligatorias

-Escogí teatro y tu —pregunté

-Deporte nena voy a jugar en el equipo —respondió

-¡Wow! Me encanta eso de que seas deportista- respondí y miré la hora se me iba hacer tarde- que tal si hablamos luego me tengo que alistar bueno

-Dale princesa cuídate nos vemos en el break —preguntó y respondí con un ajam y cuelgo la llamada

A veces me fastidiaba atrasarme en las clases por despertarme tarde. Me puso un Jean color claro, unas zapatillas, una camisa de tiras y encima un saco que eras más grande me llegaba hasta la cola, me encantaba vestirme así no soy de las que exhibe su cuerpo me da miedo que dice la sociedad de mí y por los psicópatas.

Llegue a clases me senté en un puesto que estaba totalmente solo ya que en la universidad son para dos por eso amaba sentarme sola sentía que mis compañeros no eran más que unos hipócritas que solo buscan obtener fam cueste lo que le cueste quien iba a pensar que en las universidades la popularidad también es un problema; la juventud invade la universidad y entre más conocido seas más importante eres.

Llega la profesora y comienza hablar:

-Buenos días para todos, mi nombre es Luisa, soy su profesora de teatro y el día de hoy nos acompaña un nuevo estudiante —señaló la puerta haciendo señas de que entrara— siga señor Tomás —entró un chico que era familiar, recordé que él me salvó la vida y la última frase de nuestro encuentro algún día me dirás tu nombre— Tomás por favor asiento al lado de ¿cuál es tu nombre? —me pregunto mientras me miro y se acercaba con paso intimidante todos posaron su mirada en mí, una ola de calor me abordó y los colores en mis mejillas se presenciaron.

-Me llamó Natalia —respondí en voz baja me dio mucha pena

-Señorita no le escuche puede repetirlo otra vez —la profesora Luisa ya me empezó a caer mal 

-Me llamó Natalia —repetí controlando el mal genio no me gusta ser el centro de atracción de nadie y ver como el curso me mira incluso Tomás con una sonrisa me hace enojar

-Gracias señorita, puede sentarse —me dijo con una mirada intimidante; en ese momento me di cuenta que inconscientemente había hecho las siguientes cosas: 1. me dijo señorita en vez de usar mi nombre 2. me había levantado del puesto inconscientemente con una mano apoyada en el puesto como una persona con mucho poder y por último 3. era la primera vez que yo le alzaba la voz a un profesor todos susurraban ante mi comportamiento— les recuerdo a todos los alumnos de la clase— prosigue su discurso Luisa— a los profesores como yo no deben faltarnos el respeto para que haya más fluidez en la clase —termina de hablar yo vuelvo a mi lugar y notó una nueva presencia Tomás se ha sentado a mi lado.

A partir de ese momento el tiempo paso muy lento y me sentía incómoda  Tomás intentó decir algo hablar , pero yo hice gestos de que guardara silencio, al finalizar la clase yo me levanté muy rápido ya quería salir del aula y la persona que me caía tan mal hablo:

-Natalia, tú te quedas —me habló con un tono amable y puedo notar la falsedad . Me dirigí hacia ella con una hermosa sonrisa tan falsa y mi trato hacia ella es el mismo

-Señora

-No me gusto ese tono de voz que usaste el día de hoy así que para perdonarte tú vas a hacer la protagonista de la presentación teatral más adelante te diré cuál es la obra ya que debo pensarlo muy bien —respondió y me miró de pies a cabeza




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