Un sueño imposible

Capítulo 6 ✔

Entramos al consultorio y el doctor cordialmente nos invitó a tomar asiento.

-Bueno señorita Estefany, acá están sus resultados —dijo el doctor mientras los extendía, con temor los recibió Estefa— lo único que puedo decir, es que celebre —dijo sonriendo.

Los abrió y lo primero que observamos fue:

Embarazo: no

Enfermedades: no

Lo demás no lo terminamos de ver ya que empezamos a saltar de alegría fue lo más emocionante, tanto así que hasta el doctor soltó una diminuta risa.

-Bueno señoritas no se preocupen y diviértanse, eso sí tengan mucho cuidado —dijo mientras nos abrió la puerta del consultorio, asentí con una sonrisa y Estefa estaba en shock que ni se despidió.

A penas salimos, la invité a comer helado ya que es lo que más me gusta -¡Hey Estefa!, despierta ya —le respondí movía sus hombros ya que no respondía

-Si acá estoy, lo siento estaba pensando —responde  y la cucharada de helado que iba meter a su boca cae a su vestido— rayos —responde y se levanta por una servilleta; al llegar se gira sobre sus propios pies y una chica rubia, alta ropa de Chanel la empuja haciendo que caiga al suelo, se empieza a reír de ella, en ese momento me arrodillo para ayudarla a levantar y me dice Estefa:

-Todo esto es tu culpa —lo dice con mucho enojo, se pone de pie por su cuenta y se va me he quedado observando como se aleja. Yo quedo confundida mientras intento buscar a la rubia que ha empujado a Estefa y no la encuentro me da un escalofrío, no comprendo bien el por qué; pagó la cuenta y salgo a buscar a Estefa no sé, porque me ha culpado si no tuve nada que ver hay.

No la encuentro después de dar muchas vueltas terminó devolviéndome para el dormitorio anhelando encontrarla ahí; llegó a la habitación y todo está oscuro me preocupo, la llamo, pero no responde el celular. Salgo de ahí y me doy un baño me, entró en la tina después de quitarme todas las prendas, me relajo un poco y pienso. Mientras pensaba sentí como mi mente se iba alejando de mi cuerpo, es decir, 70% de la mente en otro mundo y 30% en el cuerpo, seguía pensando y seguía alejándome de mi cuerpo por todo lo que encontraba en el otro mundo.

Me creerán loca, pero son realidades estar al otro lado me hace olvidar de todos mis problemas y es bonito, lo que siento es como si volara dentro de una burbuja con sabor a helado mis mayores fantasía. Hasta que desperté y me di cuenta de que aún seguía en la bañera tomé una toalla y salí sé que no había sido un sueño o ¿sí?, suspiro

-Obvio no porque en ningún momento cerraste los ojos

-Tienes razón —me dije a mi misma— pero entonces qué fue todo eso, esos patines con forma de rombo y la burbuja con sabor a helado.

-Producto de nuestra imaginación no crees, fue como atravesar otro mundo

-Como si fuera paralelo- pregunte

-Algo así, oye despierta te llaman —me dice mi subconsciente 

Volví a la realidad y si era verdad me estaba llamando Esteban -Hola princesa, te he escrito que iba a pasar por tu casa ya estas lista —pregunto cómo no recibió ninguna respuesta volvió a hablar— no has mirado el celular —hice un sonido en negación— bueno, ya casi llegó, alístate te quiero enseñar algo.

-Está bien —colgué y empecé a buscar rápidamente ropa, escogí un pantalón color negro, una camisa ombliguera mostaza en cruz y unos converse, me gustaba vestirme así y agarre un bolso y salí, mientras bajaba llame nuevamente a Estefa y de una vez me mandaba al buzón de mensaje.

Cuando iba llegando vi a Esteban algo estresado así que lo abrace y retoma su postura a una más relajada -Hola ¿Cómo estás?, perdona si te he dejado mucho tiempo esperando —dije sonrojandome un poco ya que tomo mi mejilla

-Adoro eso —dijo— tranquila ya me estoy acostumbrando de eso, estoy bien y tú —preguntó, no sabía si contarle lo de Estefa así que solo me limite a decir

-Bien todo está bien, hasta Estefa —mentí— quiero saber una cosa —dije mientras subía a su coche

-Dime soy todo oídos —respondió

-Bien, ¿tú participaste en la apuesta de Rafa por Estefa?  —pregunte y lo mire en ese momento se tenso

-Si lo siento mucho amor, al final pensé que si se iba a enamorar y pues resulto todo lo contrario cumplió con su palabra y, además me aleje de ese tonto —dijo y note que su mano derecho tenía un nudillo lastimado.




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