Al siguiente día tenía clase de teatro, me prepare para hablar con la profesora para que me cambiara el castigo ya que hay un beso y con ese idiota de Tomás no lo toleraría. Me senté en la segunda fila de sillas contra la pared me gusta estar sola, mientras esperaba a que todos mis compañeros y la profesora llegara decidí pensar cómo presentarme ante mi nuevo jefe, como saludar que ropa llevar así sea un bar la presentación es lo principal; en ese momento el aula se llenó y nadie se sentaba a mi lado ya que no era muy sociable con todos, yo llegue a la universidad con la mentalidad de no hacer amigos y mira todo lo que ha pasado salgo de todos mis pensamientos en cuanto la profesora dice:
-Buenos días a todos
-Buenos días- respondimos todos a la vez, tocaron la puerta y la profesora responde
-Pase —entra nada más y nada menos que Tomás— tome asiento, no vuelva atrasarse por favor, así sea por un minuto es valioso la responsabilidad y el respeto hacia todos tus compañeros es indispensable— término en decir la profesora
—Por supuesto, discúlpenme por mi irresponsabilidad —dice Tomás, rodeó los ojos finge ser un excelente compañero, lo aborrezco. Camino hasta el puesto que tengo al lado me sonríe y se sienta.
Esto no puede ser peor- pensé
-Dentro de un mes se va a llevar a cabo una presentación para la comunidad, es decir, las presentaciones que se van a realizar en la Universidad van a ir dirigido a la comunidad para que observen el esfuerzo, inteligencia y dedicación de cada uno de ustedes —suspira— la obra de teatro que vamos a hacer es Romeo y Julieta, ya tengo a los dos personajes principales son: la señorita Natalia y el señor Tomás...- interrumpí
-Objeción —dije como si fuese una corte— yo no quiero ser la protagonista de esa obra, si tiene algún castigo mucho mejor, además hay muchas chicas que se mueren por ser la Julieta de Romeo- dije mientras todos me observaban, pude ver como las chicas botaban la baba por Tomás y él tenía una sonrisa burlona.
-Lo siento Natalia, pero ya di una orden y no retracto mi palabra —dice la profesora y otra alumna levanta la mano
-Profe lo que dice Ella es verdad, a mí me gustaría ser Julieta y se actuar muy bien —dijo guiñandole un ojo a Tomas, este solo sonreía y yo rodee los ojos
-No y punto —dijo la profesora alzando la voz— hoy vamos a hacer expresión corporal, se van a hacer en parejas, con la persona que tienen a lado —dijo y yo suspire me iba tocar con Tomás y sonreía de forma burlona— vamos a hacer espejismo. Síganme por favor —se levantó llevándonos a la sala de teatro, no sabía que existía una.
-La actividad es la siguiente tu compañero va a realizar un movimiento y tú le respondes como si fueras un espejo, hasta el mínimo movimiento cuenta —dijo poniendo sus manos en las caderas— ya pueden comenzar.
Di unos pasos para quedar cara a cara con Tomás, observe su cara y tenía una cortada en labio inferior, la ceja izquierda también y un pequeño moretón en el ojo izquierdo, no sé porque no lo note en el aula.
-¿Qué te pasó? —pregunte, la curiosidad mata al gato.
-Mi cara —dijo y yo asentí— me golpeo unos chicos, para ser más específicos en una bóveda y fue...—lo interrumpe la profesora
-He dicho que ya podían comenzar —dice y yo ruedo los ojos, ella lo nota y terminó mostrando mi sonrisa.. Hago una mueca para que Esteban me arremede, seguimos así sin cruzar ninguna palabra. El abre la boca y creo que hable muy rápido
-Hoy practicamos lo de la obra —habla Tomás
-Está bien, ¿en dónde? —preguntó, a mi dormitorio no lo llevaré, así que mejor él pone el lugar.
-Que tal a mi oficina —dice arqueando una ceja, no la lastimada.
-Si por supuesto, después de clases —digo y él asiente. Acaba la clase y marcó al número de Esteban
Dos tonos y contesta- Hola amor ¿Cómo estás? —digo nunca, pero NUNCA pensé que iba llamar Amor a una persona.
-Eres tú Nata —dice un poco incrédulo, hice un sonido con mi boca afirmando— ¡Wow! el fin del mundo se acerca.
-Oye —respondo haciéndome la brava
-Pero es verdad tu llamándome amor; en fin, qué haces —pregunta
-Nada extraordinario, hable con la profesora de que me cambiara el castigo y no lo hizo así que voy a practicar con Tomas la obra —dije
-A bueno futura prometida —dice como si fuese un narrador, pienso que se lo ha tomado muy bien— Nos vemos en la noche te quiero invitar a comer, hoy hay Luna esta Gibosa menguante, mientras pasó por el negocio —Dice y yo me sorprendo, él es un misterio ya que no sabía que le importara la luna.