Ya era de noche me la pase pensando en todo lo que me ha ocurrido que ni note que el cielo había oscurecido, hasta que recibí una llamada de Esteban y contesto
—Hola amor ¿Cómo estás? Te extraño- respondí ya que no nos vemos desde la cena
—Hola Nata, bien gracias por preguntar y tú, yo te extraño aún más- dice y ya me lo imagino con su bella sonrisa
—Bien y no yo te extraño más y punto, ya que llamas yo te voy a contar algo- carraspeo un poco y camino directo a los dormitorios- esta noche las chicas planearon una despedida de soltera
—Enserio y los chicos a mi también- dice y ambos soltamos la risa, nuestras amistades definitivamente quieren hacernos pecar antes del matrimonio- pero eso si tranquila que yo con nadie me voy a acostar, virgen hasta el matrimonio- ahora si me hice reír
—Si no eres virgen como quieres llegar a ese propósito- dije y ahora quien ríe es él
—Yo que sepa tú me dijiste en la primera cita que ya no eras virgen así que no solo yo incumplí con mi palabra
—¡Eh!, creo que me llaman adiós- dije y escuché un ¡espera! y colgué, se que le mentí respecto a si era señorita o no, pero era la primera cita y estaba tenía mal genio con el en ese momento, era todo un caso. Llegué al dormitorio y ahí se encontraba Estefa acostada, me senté en su cama y le dije en susurro:
—A despertarse, nos vamos a una despedida o lo olvidas- solo basto decir eso para que se despertara
—Es cierto, mierda, mierda- dice rascando su cabeza- nos ha cogido la noche
—Que pasa- dije
—Pues que te tenemos una sorpresa, por cierto, quítate esa ropa tan espantosa- me dijo con tanta sinceridad y me di cuenta de que por fin estaba la Estefa que conocía no la irónica
—Bueno, bueno que me recomiendas- digo y sonríe con cara de maldad
—Pues…- me tiende una falda muy corta color uva, unos tacones y un crop-top color negro, negué con la cabeza- de ninguna manera Nati ya dijiste que si no hay otra opción- en ese momento hace cara de perrito y esa es una gran debilidad para mí y respondo:
—Este bien, pero deja de hacer esa cara
—Sí- dijo
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Salimos del dormitorio y al bajar me sorprendo ya que mi mamá estaba en el auto y con Katherine, valla sí que lo planearon, mi madre tenía un vestido rojo pegado al cuerpo y con escote, Katherine una falda tubo color beige y una blusa cuello bandeja se veían muy lindas y Estefa, una falda negra con un crop-top y zapatos negros, ella ama ese color por eso no lo cambia.
—Hola chicas- dijo Estefa- ¡hoy vamos a embriagarnos!
—Por supuesto que sí- dijo Katherine guiñándole un ojo a Estefa
—Por cierto, hija mía te tengo una sorpresa, nos vamos a ir al Cocktail Bar- a penas dijo eso me dejo impactada ya que en un disco bar muy conocido
—Es enserio o me están jugando una broma, yo he leído acerca de este bar y me quedo corta de palabra.
—Ya no jodas más y sube ya- dijo Estefa, subí como copiloto y empezaron a poner música a todo volumen y a cantar, me sentía tan feliz porque no había compartido ese momento con mi mamá, ni con mi mejor amiga y mucho menos con otra amiga.
—Canta Nati- me grito Estefa ya que la música estaba muy alta
—No me la se- dije, pero era mentira como no saberme New Rules de Dualipa
—Mentirosa- dijo Estefa y en ese momento mamá interrumpe y dice:
—Llegamos, va a ser la mejor noche de nosotras- y grito. A penas llegamos me quede muy sorprendida, uno yo casi no salía a fiestas y sobre todo no conocía esta parte de Toronto y dos era un lugar muy bonito se ve mucho mejor que en las fotos
—Bueno chicas que comience la fiesta- dice Katherine entrando y nosotras la seguimos. Tan pronto llegamos se fue mi mamá con Katherine a donde, ni idea. Empecé a bailar con Estefa y llega mi madre y Katherine con bebidas para todas y mi mamá toma la vocería
—Bueno un brindis porque mi hija se casa, también porque es su última noche de soltera así que a festejar porque estamos las personas que más te queremos y ¡Brindis! – todas chocamos nuestros vasos y bebemos de un solo trago y mi garganta nunca había probado ese líquido que me quemo mucho la garganta y pregunte:
—¿Qué es eso?
—A ver vodka- dijo obviamente Estefa
—Chicas ya vengo voy por agua- dije me quemaba bastante la garganta y eso que era el primero que bebía en toda mi vida, no se porque se me ocurrió bebérmelo de un solo trago.
—Buenas me regalas un vaso de agua- dije al joven que se encontraba en la barra, lo observé y vi que no tenía camisa como los demás solo un sombrero, corbata y un chaleco que dejaba ver muy bien sus músculos y un tatuaje.
—Por supuesto, señorita me dices tu nombre por favor- dijo con una voz demasiado gruesa para mi gusto
—Bueno… me llamo Natalia- dude un poco en decirlo, pero es mi última noche como no disfrutarla
—Está bien, acá tienes tu vaso de agua- me lo dio y tome un sorbo ya que necesitaba refrescar mi garganta- hay una cosa que tengo que decirte
—Si claro dime- el sonríe con malicia y me pone una esposa en una mano y la otra la pone en la barra- ¡Pero que haces imbécil!, suéltame ya
—Eso no se va a poder hacer- dijo en ese momento pensé la muerte se me acerca que tal que sea algún enemigo de Esteban ¡oh por Dios!
Busque con la mirada a las chicas, pero nada quien sabe en donde se habían metido, tenía mucho temor hasta sentí que me desmallaría, lo único que consigo hacer es escupirlo, pero tengo muy buena puntería que termina en otro cuerpo, es una muchacha de la cual no se dio cuenta de que la escupí, menos mal no quería ningún problema a decir verdad el muchacho solo amplía más su sonrisa.
—Tranquila, no te voy a hacer nada solo que tengo una misión contigo…- suspiro y se puso de pie en la barra y grita- ¡Eres una futura esposa y te has portado muy mal! - sonríe de manera maliciosa- ¡Por eso mereces un castigo! – en ese momento todo el mundo voltea a mirarnos hasta una luz blanca recae en mí, no podía ver qué pasaba muy bien- Yo soy quien se va a encargar en castigarte por casarte, si o no damas y caballeros- grita y todo el mundo responde incluso veo que le lanzan billetes a él y caigo en cuenta que esta es la sorpresa que me habían planeado las chicas un stripper