Me despierto temprano y admiro el amanecer que se ve hermoso desde el balcón de mi cuarto, el mismo amanecer que me produce una sensación de paz y con cada una de las brisas me hace liberar poco a poco una carga que parece estar conmigo cada segundo de día antes de empezar mi día diario y aunque gracias a mi vida desorganizada no puedo disfrutar de el por la hora en la que me despierto la mayoría de días de mi vida.
Mí vista se ve interrumpida cuando noto que Lucas se encuentra tan temprano cerca de la fuente del jardín al parecer calentando para hacer ejercicio, en mi mente empiezo a creer que él ya se siente como si toda su vida hubiera estado ahí y hasta pareciere disfrutar cada rayo de sol que empieza a florecer minuto tras minuto, en mi mente se forman muchas ideas de cómo puede ser el en su interior y que es lo que piensa sobre el…Sobre su vida.
Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando noto que el ya noto el hecho de que llevo mucho tiempo mirándolo fijamente como una loca acosadora, pienso un momento antes de dejarme hipnotizar por sus ojos azules y profundos que parecieran tener un brillo único.
- ¿Ya acabaste? -suelta esas palabras con desdén el cual pareciera helar los rayos de sol-
-Ni te ilusiones no quiero arruinar mi vista con alguien tan engreído como tú, prefiero mirar algo extremadamente aburrido por horas antes que mírate a ti. –solté tratando de no verme expuesta ante un completo extraño para mí-
-Vaya sabía que te gusté a primera vista, pero no creí que tanto, pero tranquila a todos les pasa cuando me ven –dijo con un tono burlesco y una risita sarcástica-
-No me digas, me puedes recordar ¿Cuándo te pregunté? - dije tratando de evitar sus comentarios ridículos-
-Pues tratándose de mí no creo que te molesté escuchar mi voz una y otra vez así no me lo pidas -dijo tratando hacerme retroceder cosa que no lograría tan fácil sabiendo que herede el carácter dominante y desafiante de mi madre-
-Pues cada timbre de tu voz es como un martillo para mi mente así que no seguiré escuchando tu voz chillona molestando mi bello despertar –solté como ultima cosa antes de dar media vuelta y entrar a mi habitación sin esperar una respuesta por su parte-
Al parecer es solo un niño malcriado más del montón que solo piensa en él y cree que todo gira alrededor de su burbuja de cristal y todo lo que tiene en físico e desvanece cuando abre su boca para decir cualquier idiotez que se le viene a la mente en segundos, incluso con lo poco que he cruzado palabra ha sido un completo egoísta y un idiota con los demás.
Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando escucho las palabras de doña Julia llamándome para desayunar, cosa que era incomoda porque voy a tener que ver al engreído caprichoso de Lucas en la mesa.
…
Bajo a la mesa aun con pijama, con mi teléfono en mano y con mi pelo visiblemente desordenado recogido en un moño alto que a duras penas está bien recogido.
-Gracias por hacer el desayuno doña Julia, fácilmente habría podido pedir algo o ayudarla en algo –dije con un tono amable porque de algún modo sabía que no podía estar enojada todo el tiempo nomas porque si-
-No es nada cariño, sabes que estoy aquí para acompañarte y cuidar de ti así que no tienes nada de qué preocuparte – sabía que doña Julia era una persona amable y me arrepiento de al principio ponerme a la defensiva con ella y no sé cómo su hijo es todo lo contrario a ella-
-Bueno gracias por el desayuno doña Julia, subiré a mi cuarto por algunas cosas y bajo a hacer algo de ejercicio en el jardín- dije antes subir para cambiarme y buscar mis audífonos para salir a hacer ejercicio ya que me he despertado temprano y esta haciendo un buen clima-
Mientras me cambio y recojo mi cabellera roja en una coleta alta pienso en mis amigas las cuales no me han envido nada y están desaparecidas desde la pelea con Rubí y también pensando en por qué mi madre no ha llamado, para darme noticias de mi padre o siquiera un hola o algo que me pueda dar indicios de como están, me pongo ropa deportiva, llevo mi celular y bajo las escaleras mientras le envió un mensaje a Rubí para saber cómo esta y si podemos hablar para arreglar las cosas y no pelear más.
Mientras estoy a punto de llegar a la cocina para llenar un poco de agua escucho a lo lejos la voz de Lucas hablando con doña Julia, así que decido acercarme un poco para escuchar mejor que es lo que dicen y o por chismosa solo por curiosidad, aparte no es como que todos los días escuche conversaciones ajenas.
Mientras trataba de justificar cosas sin sentido escucho la voz de Lucas pronunciando mi nombre, lo cual hizo que dejara de pensar y escuchara lo que decía
-Pero mamá sabes que no me gusta lidiar con niñas malcriadas como es esa desconocida que parece que solo piensa en ella.
-Mira Lucas yo no te traje para quejarte si no para que aprendas que ya estás muy grande como para hacer esas escenas de niño berrinchudo, porque ya vas a entrar a la universidad, vas a empezar y termina la carrera que tú quieras, vas a trabajar y tener una familia como haría cualquier persona que esté en sus cinco sentidos y quiera un futuro, así que deja esa vida alegre y búscate algo que hacer.
-Pero mamá, no te discuto lo de estudiar, pero tener una “familia” es algo que nunca podre tener y lo sabes, soy lo suficientemente inteligente como para saber que eso no es más que una carga innecesaria que no quiero tener en mi vida y que siempre este frenando mi “alegre” como tú la llamas, pero igual lidiar con niñas berrinchuda que viven de gastar el dinero de mami y papi ¿de qué me va a servir?
-Pues sabes muy bien que sueños son solo eso SUEÑOS así que deja de fantasear con una vida de soltero revoleteando aquí para allá una y otra vez aparte bien sabes que tú no trabajas así que también gasta del dinero de “mami y papi”