En medio de una noche llena de una avalancha de emociones decidí levantarme para mirarme al espejo y apreciar cada parte de mí y amarla por ser mía, escuchar algo de música para distraerme y tratar de conciliar el sueño que anhelo tener, admiro cada parte de mí y de cómo he podido llevar mi vida, aprendiendo cada pequeña cosa que me hace feliz o me haría feliz en cada situación incluso, las menos relevantes como sería el sabor de una galleta, porque para cada momento hay un sabor.
Decido hacerle una llamada a Rubí para decirle todo lo que siento y pedirle una disculpa por todo.
Mientras suena el tono de espera me va inundando un sentimiento de angustia y desesperación cuando cada llamada pasa al buzón, cuando claramente sé que Rubí siempre dibuja hasta tarde y escribe algunas poesías, rutina que no está acostumbrada a saltar ya que escribir es algo que ella adora con todo su corazón y mente.
Mi mente vuelve a este plano cuando escucho que ya no pasa a buzón si no que se contesta, pero lo único que percibo es un silencio que me hace sentir como si hubiera un remolino en mi estómago que pareciere que me iba a consumir en cualquier momento…
Cuando esperaba una respuesta en silencio, escuche un hilo de voz que se me hacía conocida diciéndome, que por que llamaba a esta hora, era Luisa con una voz notablemente rota, lo cual hizo que en mi mente se hicieran más escenarios negativos de los que quería para mi tranquilidad.
- ¿Luisa, por qué tienes el teléfono de Rubí? - dije con un tono que reflejaba mi angustia-
-Lucy por favor dime algo, ¿Rubí está contigo? -dijo a punto de quebrarse y estallar en llanto-
-Claro que no, ustedes se fueron sin avisar y pensé que había sido por la discusión que tuve con Rubí la noche que ustedes se fueron -dije con un tono que hacía notar mi disgusto y preocupación por no sabes que estaba pasando-
-Si yo me fui con ella porque llego exaltada a mi cuarto diciendo mil cosas de ti y alistando sus cosas para irse ahí mismo y ella sola, así que como pude le dije que se calmara y que no se fuera ella sola porque era muy tarde para conseguir transporte y además podía ser peligroso, entonces cuando recién estaba amaneciendo ella se levantó tomo sus maletas y yo le dije que nos despidiéramos de ti y ella se negó entonces pensé en no obligarla y nos fuimos.- dijo tratando de explicar todo lo más rápido que podía-
-Pero entonces dime ¿dónde está ella? ¿por qué no está contigo? ¿porque no sabes dónde está? – dije subiendo mi tono cada vez más y sin poder controlar las emociones que sentía-
- ¡No lo sé! Lo único que sé, es que ella se fue para su casa y aquí estoy ahorita y la mamá de ella me dijo que Rubí salió para tu casa y que no había vuelto desde ese día, entonces me preocupe y se me hizo raro que su teléfono estuviera aquí porque nunca lo deja de lado o lo olvida así porque si, y menos por tanto tiempo y también estaban tus mensajes, así que se me hizo raro que estuviera en tu casa y que tú le estuvieras enviando mensajes. –dijo casi que gritando cada palabra por la presión que le ponía encima-
-Mira escúchame, tranquilízate, toma agua o algo y dile todo a la mamá de Rubí, ¿me dijiste que estabas en casa de Rubí, cierto? – dije tratando de ocultar mis ganas de gritarle a cualquiera qué estuviera en mi camino e impidiera saber en dónde está Rubí, camuflando todos esos sentimientos en un tono dulce para que pudiera calmarse-
-sí, estoy en la casa de Rubí y no quiero decírselo a la mamá de Rubí... aun no, no me creo capaz de decírselo yo sola, no me quiero imaginar su desesperación cuando se lo diga. - dijo tratando de poder hablar evadiendo el nudo en su garganta-
-ok, mira yo tratare de llegar lo más rápido posible, para decírselo juntas y a la policía también hara que la busquen por cielo y tierra si es necesario, me demoro aproximadamente unos treinta minutos. – dije mientras acomodaba todo lo necesario en mi bolso de mano, cambiarme el pijama y salir en alguno de los carros de papá directo a casa de Rubí-
Mientras me alistaba lo más rápido que podía y salía a tomar las llaves del carro de mi papá, escuche la voz de Lucas desde la cocina diciéndome un comentario tonto.
-Planeas salir de fiesta sin invitarme, que descortés de tu parte siendo una “niña con fina con modales”- diciendo todo con una cara de sarcasmo que claramente se fue desvaneciendo, al notar que lo iba a ignorar y que reflejaba angustia en mis ojos-
-Por favor dile a tu madre que tuve un inconveniente y que la llamare cuando pueda, gracias- diciendo todo de corrido tratando de ignorarlo en lo más posible, mientras me dirigía al garaje con prisa-
-Oye no soy tu empleado para que me digas que hacer y me ignores después ¿a dónde vas a estas horas?, es mas no iras si no te acompaño – dijo mientras me trataba de seguir el paso y alcanzarme para no dejarme ir a buscar las llaves-
-Ni lo pienses, tu mami no te dejaría ir conmigo sin que le avises- dije tratando de evadirlo mientras actuaba como un niño chiquito que pareciere ser mi hermano menor-
-A ti tampoco te dejarían ir, así que técnicamente te estas escapando de casa y como tu dijiste le llamo a mi mamá cuando pueda para avisarle-dijo haciendo un tono de voz cisañozo para convencerme y caer en su juego tonto para que lo lleve conmigo-
-Mira déjame en paz y metete en tus asuntos, si supieras por lo que pasan los demás dejarías de ser tan engreído por una sola vez en tu vida, que crees que es solo andar por ahí sin un propósito, así que déjame en paz y vete. –al instante me di cuenta que logre tocar su punto débil y hacerlo retroceder en seco, incluso podría decir que sus ojos azules se volvieron oscuros, mirándome con un sentimiento y pensamiento que no logre descifrar por completo-
En ese momento creí que se haría el “impenetrable” como siempre con sus frases y chistes tontos, pero en vez de eso dio media vuelta y se fue por donde había estado siguiéndome y llenándome de preguntas, en ese momento la culpa me invadió, pero no me podía detener a pensar en ello, porque habían cosas más importantes que él y sus “caprichos”