Un sueño perdido

Capítulo 6: No quiero comprarlo a usted

Natasha
Escuchar por más de dos horas a mis amigos quejarse es agotador, Alexia ni me mira, está súper enfadada, me juzgan y ellos mismo me entierran

— Ok— Digo y los tres hacen silencio—Hablaré con el fotógrafo ese

— Oh no— Grita Alexia— Lo joderás como siempre Nati

— Juro que no— levanto una mano

— Creo que él no querrá volver, eso dijo— comenta Mariano

— y la boda es mañana, estamos jodidos— explica Melissa

— El dinero lo resuelve todo, ese hombre es orgulloso, pero pobre —digo, Alexia me mira más que enfurecida.

— Si vas con esa idea será peor

— Confíen en mí, mañana ese tal

— Dexter—Dice Melissa con voz cansada

— Eso mismo, ese hombre mañana hará las fotografías de la boda

Me pongo de pie, cojo mis cosas y monto en mi auto, solo haré eso por mis amigos, por Alexia que no quiero que me mate. Llego a mi apartamento, en la puerta encuentro una nota y un ramo de rosas rojas

— Para la dueña de mi alma— Dice la nota y en letra pequeña dice Ryan.

Yo pongo las rosas en un jarrón y tiro la nota a la basura, cuando más lo necesitaba él no estaba y ahora quiere volver, yo no cometo errores, Ryan no volverá a mi vida, ni él ni nadie

Despierto con el sonido de la alarma, me maquillo, me pongo un vestido blanco ajustado y dejo mi cabello suelto

— Llévame a este sitio—Digo a mi chófer enseñando una dirección

— Ah, sí, es el estudio de Dex

— Ahí mismo—Digo y Danilo arranca

Entro al edificio, no hay secretaria ni nada parecido, en un salón solo esta Dexter fotografiando a una chica, por los movimientos y sus palabras parece un buen fotógrafo, me quedo recostada al marco de la puerta esperando a que termine

— Deeks— Digo cuando él termina y voltea a verme, se sorprende, esta vez solo lleva una camiseta dejando al descubierto sus músculos y todos sus tatuajes en su brazo

— Natasha, ¿qué haces en mi humilde estudio? ¿Quieres que te fotografié?

— Vine a hablar de trabajo—digo sin apartar mis ojos de los suyos que me miran divertidos

— No creo que tenga nada de que hablar con usted, y menos de trabajo

—¿ cuánto quiere?—pregunto, él enarca una ceja

— Claro, los ricos y su forma de resolver las cosas, no me vendo

— No quiero comprarlo a usted— Digo y su sonrisa se amplía — Solo a su trabajo

— Olvídalo Natasha, no seré uno de esos empleados a los que tratas como esclavos— Dice acercándose a mí

—El doble de lo que decía el contrato, eso te pagaré — expreso, él suelta una carcajada —¿el triple?

— Eres hasta graciosa

— ¿Cuatro veces aquella cifra?— pregunto, él se acerca más a mí, yo no retrocedo pero muero por hacerlo

— ¿Qué tal seis veces?—pregunta sonriendo, mirándome desafiante, su rostro está demasiado cerca del mío

— siete — murmuro perdida en su mirada

— Trato hecho—él se aleja, yo por fin respiro— extiende su mano para estrecharla pero yo la ignoro

— Tome el contrato— pongo los papeles sobre una mesa

— Le he salido caro—Dice sonriendo— al final tuvo que venir a mí

— Solo firme antes de que me arrepienta—él firma los papeles y me los da— ahora vamos, hay una boda en dos horas

—Vale — él se dirige a la puerta, yo solo me quedo de pie, mirándolo—¿qué hace? ¿No dice que está apurada?

— ¿piensa usted ir con esa ropa?— pregunto mirándolo de arriba a abajo

— ¿cree que la novia se lanzaría a mis brazos?

— Vamos, en la agencia hay trajes—ignoro su comentario y salgo pasando por su lado

Llegamos a la agencia y le indico a Dexter que siga a mi secretaria, la cual lo vestirá con uno de nuestros trajes, una hora más tarde voy hacia donde están

— Parezco un payaso— Dice Dexter, lleva un traje azul oscuro y camisa blanca, le queda ajustado y debo admitir que se ve bien

— Deberías agradecer que llevas ese traje— Le digo y él me mira sonriendo

—¿por qué? ¿Porque vale miles de dólares? ¿Cree que no puedo pagar uno de estos?

— ¿Vas a decir que eres rico?—pregunto enarcando una ceja

— No soy rico, pero sí podría comprar uno de estos, ¿cuánto cuesta?

— cuesta más que su sueldo en un año— puede que exagere un poco, pero su expresión es digna de una foto

— Mmm

— Ya vámonos Deeks, la boda es en una hora y ya debe estar haciendo fotos

Llegamos al lugar que los novios escogieron para hacer la boda, es al aire libre, un lugar precioso, aquí quisieron que fuera la boda y la fiesta, todo está arreglado y mis empleados ya están ahí. La boda comienza y yo no dejo de mirar a los novios, un día estuve en su lugar jurando amor eterno, miro a Dexter que no ha parado de hacer fotos, parece divertirse con ello, es su pasión y se le nota, el traje le queda muy bien aunque él ya se ha quitado el saco.

Luego de la boda comienza la fiesta, todo parece ir bien, los novios están felices, bailando, los invitados beben y la pasan bien, busco con la mirada a Dexter, pero no lo encuentro, ¿dónde diablos está? Debería estar haciendo fotos

— Melissa, ¿has visto al fotógrafo? — Le pregunto a mi amiga, lleva una copa en la mano y está alegre

— No, no debería estar— Ella mira por todos lados y hacia los novios—Debería estar haciendo fotos

— Sí, pero no le veo haciendo su maldito trabajo— exclamo, ya me siento perder la paciencia

— Quizás .....no sé, está con alguien por ahí o bebiendo, una vez contratamos a un empleado alcohólico, recuerdo que se durmió de tanto alcohol que tomó — Dice mi amiga riendo

— Yo también recuerdo que lo despedí frente a todos y presiento que eso haré con nuestro fotógrafo.



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En el texto hay: romance, secretos, niña

Editado: 11.03.2023

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