Dexter
Viajamos en auto a varios sitios, ya llevamos varias horas en esto y gracias a dios solo falta uno, es una especie de castillo, la pareja que tiene que elegir quedan encantadas con todos los lugares, son muy amables y se puede notar lo enamorados que están, eso hace que recuerde a Laura, mi exesposa, al principio de nuestro matrimonio nos amábamos bastante, aún no logro olvidarme de ella, era alegre y extrovertida, cuando nos casamos pensé que estaríamos juntos el resto de nuestras vidas, yo lo tenía claro pero ella, ella no.
— ¿Todo bien?—Me pregunta Alexia mirándome, yo me había quedado con la mirada perdida recordando momentos felices
— Si, todo perfecto—levanto mi cámara y tomo algunas fotos del lugar, también hago algunas fotos a Natasha, se ve tan linda mientras les enseña el castillo a la pareja, tomo fotos de su sonrisa, sus ojos, no sé que es lo que siento por ella, quizás solo tengo curiosidad por saber por qué es así, quizás al verla tan frágil solo deseo protegerla, estoy confundido, no sería muy difícil llegar a amarla, la deseo tanto.
— Natasha antes era diferente—Me dice Alexia, yo bajo la cámara y le presto atención — antes era alegre, divertida, era amable con todos, creía en el amor
—¿por qué cambió tanto?— pregunto muerto de la curiosidad, Alexia se queda mirando a su amiga
— Eso es algo que ella debe decirte si quiere, ¿puedo pedirte algo Dexter?— Yo asiento— No le hagas daño, mi amiga ya ha sufrido suficiente, si deja que te acerques cura sus heridas, si crees que puedes hacerla llorar entonces aléjate de ella.
Iba a decir algo, pero Natasha se nos acerca junto con la pareja
— Ya terminamos, vámonos— Dice mirando a su amiga y luego volvemos al auto, me quedo pensando en las palabras de Alexia todo el tiempo, incluso estando en mi casa
— Papá, hoy jugué mucho con Alicia, la quiero mucho— Me dice mi niña, estamos cenando y se ve muy feliz
— Ella también te quiere mucho mi vida
— Papá, ¿dónde está mamá? — mi alma se enfría con esa pregunta,¿qué diablos respondo?
— Lucía termina ya de comer, ya es tarde
— Papá, todos mis amigos tienen papá y mamá, yo te quiero papá, pero quiero una mamá,¿ quién es mi mamá papi?— Tengo un nudo en la garganta, sabía que está conversación llegaría, pero cómo le digo a mi niña de 5 años que no tengo ni idea de quien es su madre? De pronto la imagen de Natasha viene a mi cabeza, tiene el pelo negro como mi princesa y esos ojos verdes son iguales, mi niña parece una Natasha en miniatura, diablos, ahora imagino estupideces, Natasha nunca abandonaría a su hija, eso lo tengo claro, así que es imposible
— Papi—Ahora mi niña está de pie a mi lado, yo me pongo a su altura
— Lucía, te prometo que algún día verás a tu mamá, solo confía en mi princesa
— te quiero papi — Me dice esbozando una sonrisa triste y me abraza
He hecho una promesa y debo cumplirla, encontraré a los padres verdaderos de mi hija aunque solo sea para reclamarles por qué abandonaron a una niña recién nacida
Al otro día voy a mi estudio fotográfico, no puedo trabajar bien, en mi mente está el rostro de Natasha y las palabras de su amiga
— Mariela, por hoy terminamos— Le digo a la chica a la que estaba fotografiando
— Ok Dexter, oye, ¿quieres tomar algo?— Me pregunta de forma coqueta mientras se viste, es una chica de unos 19 años
— No, gracias — respondo y salgo de ahí.
No sé que voy a decirle o que voy a hacer, solo me dirijo hasta la agencia, al llegar subo hasta la oficina de Natasha y entro sin siquiera tocar
— ¿No te enseñaron educación? — pregunta sin mirar, está enfocada en algo en su computadora
— Necesitaba verte—Le digo, ella ahora me mira y se pone de pie sorprendida, hoy está jodidamente sexi, lleva una falda corta negra y una blusa blanca de mangas largas y de botones, me acerco a ella con pasos largos
— Dexter hoy no tenías que venir— Me dice, yo ya estoy frente a ella y la acorralo contra la pared
— Quería verte, hablarte, he visto tu rostro todo el día Natasha—expreso pegando mi cuerpo al suyo y pongo mis manos en su cintura, ella se pone tensa
— Dexter estás loco?
— Si, loco de atar, quiero besarte Natasha— Digo enterrando mi rostro en su cuello, aspiro su aroma y pierdo la poca cordura que me quedaba
— ¿Has bebido? estamos en la oficina y — Ella gime cuando beso su cuello—Dex...Dexter
— Dilo Natasha, dime lo que quieres—susurro con voz ronca en su oído
— Quiero que me beses— acaba diciendo, yo miro sus ojos verdes que se han vuelto más oscuros, y rozo sus labios con los míos, para luego atraparlos en un beso lleno de pasión y deseo, ella enreda sus manos en mi pelo para atraerme más, la beso, disfruto del momento perdiendo la cabeza, imaginé mil veces esto, pero sentirlo ahora es delicioso
— Eres el pastel que quisiera comer todos los días — Digo contra sus labios sin dejar de besarla, no quiero dejar de hacerlo, muevo mis manos que hasta ahora seguían en su cintura y comienzo a abrir su blusa
— Dexter—Ella detiene mis manos sin dejar de besarme, yo sonrío contra ellos— Esto es un error — Añade y se aparta de mí, vuelve a arreglar su ropa, yo pego mi cabeza a la pared para poder contenerme y no lanzarme a besarla otra vez
— Natasha, déjame acercarme a ti—Le digo mirándola, me acerco a ella y tomo sus manos
— No...No puedo
— Por favor, déjame entrar en tu vida, déjame curar tus heridas, no me alejes como a todos
— Es una locura—musita, yo acaricio su rostro con una mano— Dexter no quiero amar a nadie, no quiero confiar en nadie, es mejor estar lejos de las personas, así uno no sale lastimado
—¿Vas a decirme que no sentiste nada al besarme?
— sentí y mucho, ese es el problema, no sé lo que quiero, no sé lo que quieres, ¿qué quieres de mi Dexter?
— Un día — Digo y me mira confundida—Quiero que me regales un día de tu vida.