Te perdono.

Te perdono por no haber sentido lo mismo que yo, por no recorrer mi rostro con tu mirada.

Te perdono por haber dicho que nunca, pero demostrar que siempre,
por haber sido presente, pero del que nunca vuelve.

Te perdono por hacerme falta, por no echarme a mi en falta.

Te perdono por no recordar mis ojos cuando admiras la inmensidad del cielo,
por hacer que sienta horrible al mirar el sol o al sentir el viento.

Te perdono por quitarme el hambre, por hacerme debil, aunque ayer fuí fuerte.

Te perdono por robarme el tiempo, por quitarme el alma,
por no sentir miedo, de que existe el karma.

Perdono hasta hasta al mar entero, recuerdo sus aguas, pienso; nos extrañan.

Te perdono el haber mentido al pronunciar mi nombre,
por haber amado para solo herir el corazón de un hombre.