Tocaste mi mundo, lo convertiste en el tuyo,
róbame la vida entera, róbame cada minuto,
conviértete en mi poesía, aunque no sea predilecta,
porque tu eres la prosa; de esta poesía incompleta.
Ella me gusta.
Ella me gusto una vez, porque no la conocía,
porque no era como es, porque linda parecía,
luego un día la conocí, ella estaba muy cambiada,
con el tiempo yo aprendí, que aun ella me gustaba,
pasaron tal vez los meses, cada uno de sus días,
aunque paso muchas veces, me gustaba todavía.